Por Mario Hernández
Trabajadores y trabajadoras de la Cooperativa Cueroflex ocuparon a principios de julio el Ministerio de Energía para protestar contra los tarifazos. La decisión fue acompañada por la Corriente Federal de Trabajadores, la Federación Gráfica, la Federación de Cooperativas y Trabajadores Autogestionados y el gremio de Curtidores, entre otras organizaciones sindicales y sociales. Marcha dialogó con Andrés Ruggeri, del Programa Facultad Abierta, sobre la situación crítica de las fábricas recuperadas.
Permanecieron unas horas en el hall. Las autoridades se comprometieron a evitar los cortes de luz y gas en las fábricas recuperadas y cooperativas. Con esa promesa se levantó la protesta. ¿Qué podés comentar sobre esta situación que atraviesan las fábricas recuperadas y cooperativas?
Esa fue una medida que se tomó entre varias organizaciones. Cueroflex fue la que más trabajadores aportó porque es una de las más complicadas por el tarifazo. Pero es una situación que afecta a todas las empresas recuperadas, sobre todo las industriales que tienen altos costos energéticos. Hay una situación que no sólo es para las recuperadas, para las Pymes también, en general para toda la economía que no es especulativa ni exportadora. Son estos altísimos costos que está generando el tarifazo que viene implementando el gobierno desde que asumió y que compromete la actividad productiva del país. La diferencia con las fábricas recuperadas es que tienen la capacidad de movilizarse y visibilizar el reclamo.
Hay cierta desesperación porque la situación está llegando al límite en muchas fábricas. Esta nueva vieja gestión, porque la política es la misma, solo cambiaron algunos personajes, tuvo que abrir un poco la negativa férrea que venían teniendo hasta ahora donde no había nada que negociar. Esta vez prometieron suspender los cortes, aunque no sé exactamente si se avanzó en la promesa de discutir una tarifa diferenciada para las recuperadas.
Los aumentos de gas y electricidad impactan fuertemente, como vos bien decís, no solamente a las empresas recuperadas por sus trabajadores sino también a las pequeñas y medianas empresas. Mencionaste dos temas, la tarifa diferencial y la suspensión de los cortes. ¿Hay alguna otra medida que exijan las recuperadas? No solamente en referencia al tema energético, sino de conjunto.
Hay varias. Inclusive con el tema energético hay otra medida más que es el congelamiento de las deudas. Porque lo que está provocando mayores problemas es que se va acumulando deuda. Por ejemplo, Cueroflex tiene una deuda de casi 9 millones de pesos entre gas y luz y todos los meses le llega un millón más. La deuda sube exponencialmente, puede no cortarse el suministro pero la deuda se acumula. Lo que se está intentando es aguantar hasta que cambie la situación política, hasta que cambie el gobierno. Evitar el cierre por causa de esta situación. Pero después hay muchas otras, un pedido histórico como es la Ley de Expropiación.
Algo se resolvió favorablemente en Santa Fe.
En Santa Fe y en otras provincias un poco más insólitas en este sentido porque no se caracterizan por tener empresas recuperadas, como son La Rioja y San Luis, donde hay una decisión política de los gobiernos de avanzar en las expropiaciones y en darle las fábricas que van cerrando a cooperativas de trabajadores. Hay casos nuevos en esas provincias.
¿Ha habido cierre de empresas recuperadas por estas razones que estamos comentando?
Sí. Hubo algunos cierres. Estamos por sacar un nuevo informe y una de las cosas que más nos llaman la atención es una cantidad importante de fábricas que si bien siguen en manos de los trabajadores, están trabajando con muy bajo nivel de producción o directamente están paradas. Una de las causas son las tarifas impagables.
Dos ejemplos. Una es Inimbó que es una textil de Resistencia, Chaco, una de las primeras recuperadas en 1993 que está prácticamente sin trabajar y otra en Santa Fe, Vitrofin, una fábrica de cristalería fina con vidrio soplado que no pueden prender los hornos siendo prácticamente todo el costo que tienen. De hecho hace dos o tres semanas se hizo una gran actividad para recaudar dinero, una cena solidaria en Rosario para ayudar a Vitrofin. Es una situación que se está expandiendo y hay pérdida de puestos de trabajo porque la gente se empieza a ir de las cooperativas.
Es lo que está pasando en Neuquén con Zanón.
Zanón acumula una deuda infernal, de millones de pesos.
Se han ido muchos trabajadores. Están también las problemáticas que tienen que ver con la Justicia. En el caso de La Toma, y en el caso de una de las cerámicas recuperadas de Neuquén, el Bauen también.
Sí. El Bauen tiene una deuda de agua muy importante.
Estuviste bastante tiempo fuera del país, viajaste a Sudáfrica ¿Cómo marcha la organización de los congresos regionales de fábricas recuperadas?
Se están organizando en este momento los tres que se vienen armando como regionales, el de Sudamérica va a ser a principios de noviembre en Chile, del 1 al 3 en Santiago. El comité local ya está funcionando, ahora estamos por empezar la convocatoria a nivel regional.
El otro que viene con fuerza es el de América del Norte, impulsado por el cambio de gobierno que va a haber en México. Se va a hacer del 8 al 10 de noviembre en la ciudad de México en las instalaciones de la nueva cooperativa que se armó con el sindicato mexicano de electricistas que es la Cooperativa Luz y Fuerza del Centro.
Un sindicato de mucha tradición de lucha.
Y que vivieron una situación terrible cuando Felipe Calderón, el Presidente anterior a Peña Nieto que llegó al poder por fraude contra López Obrador en 2006, cerró directamente la empresa de energía estatal de la ciudad de México que era donde estaban prácticamente todos los afiliados al sindicato. Una situación de mucha lucha que finalmente llevó a la formación de esta cooperativa. Y en ese encuentro de América del Norte se está desarrollando con mayor activismo la zona de EE UU y Canadá. Hay un foro de izquierda que se hace todos los años en Nueva York donde hubo una mesa especial para tratar el tema de la economía de los trabajadores y especialmente para la organización de nuestra red que tuvo bastante repercusión, así que creo que va a haber un salto importante de esa regional.
La regional europea viene con un poco más de retraso, hubo dificultad de los compañeros de Rimaflou, que eran los que iban a organizar, después dijeron que no y ahora retomaron la responsabilidad de organizar el tercer encuentro regional que va a ser en Milán entre marzo y abril del próximo año.
¿Alguna novedad de Sudáfrica?
Estuve hablando con compañeros, di algunas charlas respecto de este tema. Está un poco verde la organización de una región en África, pero se está empezando a mover. En realidad yo estuve haciendo otro trabajo allá, en Angola y Namibia. En Sudáfrica también hubo un cambio de gobierno al estilo Dilma Rousseff, una especie de golpe parlamentario, asumió otro Presidente, hubo una huelga general muy grande y empieza a haber un clima de lucha obrera.