Crédito: Diario Día a Día.
Por Lucrecia Fernández. Jorge Martín Castro, joven cordobés estudiante y trabajador precarizado, fue asesinado en 2005 por balas de efectivos de la policía provincial. En el día de hoy se reanuda el juicio contra los imputados, uno de ellos aún activo como agente.
El 16 de abril del año 2005, la salida del clásico futbolístico cordobés entre Talleres y Belgrano, en el entonces Chateau Carreras, se envolvía de violencia.
A pesar de que la policía antidisturbios debió usar municiones de goma, aquella tarde, en el enfrentamiento, varios uniformados utilizaron municiones de plomo, una de estas alcanzaba al joven de 19 años Jorge Martín Castro, produciéndole una herida mortal y dejando varios perdigones más causando decenas de heridos de gravedad.
El joven Jorge Martín, a sus 19 años caía muerto a manos de una bala de plomo que provenía de un hecho del que no formaba parte. Fue un curioso observador del enfrentamiento entre hinchas y la policía. Por ese entonces cursaba los últimos años del colegio técnico de nuestra ciudad en el turno noche, trabajaba en la semana de sodero, para ayudar a su familia, y los fines de semana hacia changas animando fiestas infantiles.
Ocho años después en julio del 2013 se daría comienzo al tan esperado juicio en la Cámara Primera del Crimen, en Tribunales II en la ciudad de Córdoba, por el asesinato.
En causa que lleva adelante el abogado Daniel Quinteros, junto al letrado Federico Sánchez, están acusados el Cabo Primero Gabriel Vivas, como autor material del disparo que termino con la vida de Jorge Martín, acusado de homicidio culposo y de herir a 3 personas más, y el Comisario Mayor Juan Britos, a cargo del operativo aquella tarde, acusado de vejámenes e incumplimiento de sus tareas como funcionario público.
Según la instrucción de la causa, Vivas fue a buscar su arma al móvil y confundió una munición para repeler con una de plomo, aún cuando ambas tienen pesos y colores diferentes y son reconocibles fácilmente por un policía entrenado.
El cabo primero realizó un solo disparo a la multitud: nueve perdigones que hirieron a Sergio Kowalewsky -que se encontraba a unos 30 metros –, y a Marcelo Castillo y sus dos hijos adolescentes -cerca de Kowalewsky-, y que atravesó a Jorge Martín, a casi 200 metros desde donde inició su recorrido el perdigón. De ser encontrado culpable por el hecho el efectivo deberá purgar una condena de 5 años en la cárcel.
El comisario retirado Juan Carlos Brito, defendido por Carlos Hairabedian, pidió el retiro anticipado y está acusado por maltratar a los heridos y abandonar la escena sin brindarles atención medica. En caso de ser encontrado culpable las imputaciones que pesan sobre él prevén penas excarcelables.
En esta causa, aparte del reclamo penal, la familia Castro esta llevando adelante una demanda civil, contra la policía de la provincia de Córdoba, por ser responsables del operativo y de los uniformados que dieron muerte a su joven hijo.
El desarrollo del juicio
El pasado lunes 26 se reanudaron las audiencias del juicio que continúan hoy. Se prevé que la causa siga su curso hasta mediados de octubre, cuando podría finalizar. Se espera también que el final sea favorable para la familia Castro.
En el marco del mismo, tanto Vivas como Britos se abstuvieron de declarar, y si bien la policía ha brindado, en versiones de los abogados y la fiscalía, los elementos e investigaciones necesarias para el caso, que hayan tenido que pasar 8 años para que comience el proceso, deja entrever las criticas reiteradas que desde muchos sectores se realizan a los tiempos de la justicia, a los manejos y demoras y dilataciones que sufren las causas que involucran hechos de abuso policial.
La situación de los acusados hoy
Son reiterados los reclamos, pedidos y denuncias que hacen los familiares y organizaciones que llevan adelante causas donde la policía está involucrada del apartamento de las funciones de los acusados, el caso de la familia Castro no es la excepción.
Actualmente el comisario Britos está retirado y muchos de los cargos que pesan sobre él han prescripto.
Como una gran contradicción, Vivas corre otra suerte. Aunque estuvo en prisión preventiva un tiempo, los años hicieron que saliera libre y que pudiera estar hoy caminando por las calles de la ciudad de Córdoba. A pesar de que las pruebas y los testigos lo apuntan como el autor material del hecho, el agente aún está en ejercicio de la función policial.
El hecho de ejercer la misma función que ayer le permitía disparar y asesinar a Jorge Martín Castro, ha hecho que los cargos por los que se lo inculpa no hayan prescripto.
El caso de Jorge Martín se suma a la lista de largas esperas por justicia. La bronca que genera a familiares de las víctimas y sectores de la sociedad que llevan adelante estas causas y reclamos siguen vigentes, y se agravan con 8 años de espera. El asesino no solo sigue suelto, sino que sigue en el mismo lugar que le permitió cometer el hecho y nos exige pensar si el escenario no está servido para que un hecho así vuelva a suceder.