Por Agustín Bontempo / @agusbontempo
En la semana más inquietante para el gobierno en materia económica con el retorno al FMI incluido, la oposición debatió un control a los tarifazos en medio de una masiva movilización popular que enfrenta el ajuste de Cambiemos.
El segundo semestre macrista copado por grandes inversiones, crecimiento y bienestar social, se ha transformado hace tiempo en el fraude más cínico de los últimos años. Pérdida masiva de puestos de trabajo, ajuste al conjunto de la población mientras se exime de cargas impositivas al sector agrario y minero, inflación, devaluación. Estos, entre otros tantos conceptos, han sido los catalizadores de las políticas del gobierno de Cambiemos, encabezado por Mauricio Macri y la CEOcracia.
Aunque la situación se venía agudizando continuamente, el estado de coma orgánico se hace más presente que nunca. Y es que esta semana detonó una receta sin cocción: la Argentina vuelve al Fondo Monetario Internacional (FMI). En los días previos había caído la bolsa de comerció que alcanzo un acumulado en 2018 del 13 por ciento, el Banco Nación suspendía los prestamos a tasa fija, la tasa de interés alcanzaba el 40 por ciento y el dólar superaba techos históricos minuto a minuto. La ecuación daba un resultado brutal.
Este desenlace no puede ser tomado por sorpresa. La gestión macrista asumió el gobierno pensando en una liberalización total del mercado, sin contemplar la crisis económica internacional abierta en 2008 y las transformaciones profundas llevadas adelante por la gestión de Donald Trump en Estados Unidos, aplicando proteccionismo a la producción, la importación y la exportación, y subiendo la tasa de interés para que la bicicleta financiera ponga dolares en tierras imperiales.
Ante este panorama, los empresarios que detentan el poder del Estado argentino no tuvieron astucia alguna más que transferir los costos de la deuda y el déficit fiscal a la clase trabajadora por medio de impuestos, recortes, techos salariales y despidos en los sectores productivos y de servicio especialmente.
El ajuste llega al Congreso
La jornada de ayer no fue una más. Convocada por el oficialismo, se llevó a cabo una sesión especial en la Cámara de Diputados que se dividió en dos partes: por la mañana, Cambiemos presentó los proyectos de ley de Financiamiento Productivo y de Defensa de la Competencia, ambas aprobadas con un apoyo importante del peronismo y el massismo. Antes de la discusión y la veloz aprobación de estos proyectos, el Diputado Nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), Nicolás Del Caño, pidió el apartamiento del reglamento para votar una manifestación de rechazo al acuerdo entre el gobierno y el FMI. El pedido no prosperó, porque la “oposición responsable” en acompañar las leyes del ajuste, con el PJ y el Frente Renovador a la cabeza, no acompañaron.
Por la tarde se inició el debate por el proyecto de ley para limitar las subas tarifarias que, entre sus principales características, cuenta con un cálculo variable según los salarios, que automáticamente impediría la constante suba impositiva frente a la media salarial que cierra paritarias a la baja y pierde poder de compra de cara la inflación.
Pasadas las 23.30 hs, el proyecto obtuvo media sanción al ser aprobado con 133 votos afirmativos, 94 en contra y 3 abstenciones. Es importante recordar que el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, adelantó que de prosperar el proyecto tanto en Diputados como en Senadores, el presidente Mauricio Macri lo vetaría.
Se organiza la resistencia
A lo largo de toda la jornada, miles de personas nucleadas en organizaciones y partidos políticos, así como también ciudadanos y ciudadanas afectadas por la situación económica, se congregaron frente al Congreso para rechazar el aumento de tarifas así como también el acuerdo con el FMI, que no solo rememora las peores crisis sociales de nuestro país sino que también a mostrado sus peores facetas al intervenir en situaciones económicas adversas como la de Grecia. La única garantía es que no puede traer ninguna salida saludable para el conjunto de la población.
Leandro Nuñez, del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), aseguró que “Una vez más salimos a la calle para seguir resistiendo. Los y las trabajadoras de la economía popular en los barrios ya lo venimos haciendo prácticamente desde que asumió Cambiemos, intentando cada día construir la unidad más amplia para golpear más fuerte”.
Frente al Congreso, desde organizaciones sociales como el propio FPDS, el FOL, Correpi, centrales sindicales y llegando a diversos partidos políticos tanto del kirchnerismo como de la izquierda, se mostraron resistiendo el ajuste del gobierno de Cambiemos.
Nuñez sentenció que “Esta nueva medida y la forma de imponer por decreto las cosas, cada día nos demuestra que poco le importa la democracia y que el neoliberalismo solo le llena el bolsillos a unos pocos, a los ricos”.
Por su parte, Hernán “Vasco” Izurieta, Delegado General de ATE Trabajo y referente de Poder Popular, aseguró que “El gobierno de Mauricio Macri se encuentra atravesando una crisis muy aguda que lo empuja cada vez más a seguir profundizando un ajuste brutal sobre la clase trabajadora. La política de tarifazos, de despidos y de endeudamiento, ha llevado a este nuevo acuerdo con el FMI que es un salto de calidad en esa crisis que va a profundizar, sin lugar a dudas, las dificultades y los problemas ahora presentes”.
Conociendo las recetas del organismo crediticio internacional y enmarcado en la decadente economía del país, Izurieta sentenció que “Necesitamos desde los trabajadores y trabajadoras parar esta política a través de la movilización, en las calles y con organización independiente, peleando aquí y ahora para frenar este paquete de medidas. Si no frenamos el ajuste en 2018, no hay 2019 que valga para ningún sector del campo popular”.
El proyecto pasa a Senadores. El campo de disputa se mantiene abierto.