Por Mario Hernandez
Entrevista a Eduardo Lucita de Economistas de Izquierda (EDI), quien se refiere al contexto actual.
– Te voy a hacer una pregunta que no se le hace a un economista de izquierda, ¿qué va a pasar mañana (2/5) con el dólar?
–Vaya a saber uno qué va a pasar. En la semana vamos a saber si lo sucedido en estos últimos días, ya que hubo dos compras de mil y pico de millones de dólares, algo que no había pasado nunca, y otra de novecientos noventa millones, una compra muy grande en tres días. Vamos a ver si esto sigue, si es así evidentemente es una corrida, sino puede ser un movimiento especulativo de los inversores extranjeros en Lebac, que son más o menos 5/6 mil millones de dólares que habrían decidido salir del mercado, tanto por el impuesto que le pusieron acá como por el alza de tasas en EE UU. Las dos cosas han operado en eso.
Si hay una corrida de mayor envergadura, quiere decir que la desconfianza que van detectando es mayor. Esto se ve sobre todo en los grupos de opinión, porque las encuestas que son análisis de tipo cuantitativo, te dicen por qué está más preocupada la gente, si por la economía, la inseguridad, etc. Pero los focus group hablan de lo que está pensando la gente.
Los últimos focus group que maneja el gobierno hablan de que hay una pérdida de confianza. Si llega a seguir la corrida bancaria quiere decir que la pérdida de confianza no es sólo de los subordinados sino también de algunos de los que forman parte del poder económico. Sería un indicador de que los grupos económicos también están perdiendo confianza en el gobierno.
-¿Qué quiere decir esto? ¿No tenemos “el mejor equipo en 50 años”?
– Lo que pasa es que parece ser que “el mejor equipo en 50 años” está flojo de papeles. Los cambios de meta que hubo desde que era ministro Prat Gay que anunció una inflación, dijo que iba a ser del 10 al 17 % y resulta que fue del 41 %. Después lo sacaron y pusieron a Dujovne y le dieron todo el poder al Banco Central. Pusieron la meta en el 10 % y la transformaron al 15 % en diciembre. Mientras todo el mundo habla de que van a estar en un piso de 20 % y que puede llegar hasta 25 %. Y otra vez, cuando la conferencia del 28 de diciembre, justo el Día de los Inocentes, le sacaron el poder a Sturzenegger del Banco Central y se lo dieron al Ministro de Hacienda y ahora de nuevo le pasaron todo el poder a Sturzenegger para que suba las tasas, cuando antes le habían hecho bajarlas.
Es una política muy errática y eso es lo que está viendo la gente, no solo fracasan en la lucha contra la inflación sino que además cada 15 días hay un cambio de programa.
– En lo que se mantiene firme el gobierno es en el tema salarial, la pauta del 15% de aumento que han firmado la gran mayoría de los sindicatos.
– En realidad el gobierno ha trazado un esquema en el que sostiene que la tarifa tiene un curso atrasado, entonces el impacto de la tarifa en la inflación lo tienen calculado. Se suponía hasta antes de la semana pasada que tenían bajo control el tipo de cambio.
Entonces el elemento central era bajar el nivel salarial, por eso tanto énfasis en el 15%. Y como vos muy bien decís, en la mayoría de los gremios lo están logrando, porque incluso en el acuerdo con los bancarios, el gran éxito de los bancarios es que defendieron sus derechos, no cedieron derechos, pero el aumento es del 15%. Porque en realidad hay una parte del aumento que es el ajuste automático que venía de la paritaria del año anterior. El Día del Bancario es una conquista de hace mucho tiempo, toda las paritarias incluyen este día y el bono también es algo de todos los años. Entonces todo eso sigue la misma política de las paritarias anteriores, la única diferencia es que los bancarios no consiguieron un aumento de más del 15% a pesar de que fue el gremio que más peleó, porque hizo 4 paros y este año pararon los privados también, no se puede decir que fue un gremio que no haya peleado. Pero hay que ver si tenía resto como para seguir con los paros, eso yo no lo sé.
“Argentina es un país absolutamente dependiente del mercado financiero internacional”
– Hace unas semanas se desarrolló el Taller anual de Economistas de Izquierda. Me gustaría que nos contaras cuáles fueron las principales conclusiones.
– Hubo una serie de ponencias, no necesariamente coincidentes, sí en cuanto a las características del programa económico en curso y el impacto social que tiene. También coincidencias en que todo depende de qué pase con la deuda externa y hasta qué punto los acreedores externos sigan dando créditos. Ahí hay un acuerdo general.
Después hubo algunas diferencias sobre los elementos de continuidad respecto del gobierno anterior, se aportaron muchos datos, pero hay una situación cualitativa. La pregunta es si se puede hablar de continuidad solo teniendo en cuenta los aspectos económicos. Eso quedó planteado. El Taller retomaba las discusiones de uno que habíamos tenido en el 2016 que se preguntaba a dónde iba el gobierno de Macri. El de este año lo planteamos a partir de las conclusiones a las que habíamos arribado dos años atrás y tratamos de ubicarlo en una nueva encrucijada para el capitalismo argentino.
La pregunta es si van a la política de shock o no, porque el gradualismo les está trayendo muchos problemas, pero al mismo tiempo saben que una política de shock termina descapitalizándolo políticamente. Ese tipo de cosas son las que estuvieron en discusión en el taller.
– Yo estuve participando durante la mañana y se discutió un punto importante en el cual hubo varias opiniones coincidentes, en que la clave es la reforma laboral y mañana se presenta un Proyecto en el Senado.
– Sí. La clave de la reforma laboral es para un proyecto de capitalismo de más largo plazo, porque primero la reacción social muy fuerte y el retorno de la violencia de masas del 14 y 18 de diciembre hizo que el gobierno la frenara. Ahora la va a presentar en cuotas. Lo que va a presentar mañana es una pequeña parte de eso. Pero yo creo que aun cuando se apruebe, lo que va a ser un golpe para los trabajadores, eso no va a cambiar el eje de la coyuntura de acá al 2019.
De acá al 2019 lo que pesa es la deuda y la capacidad de refinanciamiento y siempre y cuando no haya un “cisne negro” a nivel mundial que haga que se retraigan los capitales, más de lo que se están retrayendo porque ya hay muchos capitales de América Latina que se están yendo a EE UU por el alza de las tasas y por la reforma impositiva que hizo Trump que le da muchas prebendas al capital para volver al país.
Argentina es un país absolutamente dependiente del mercado financiero internacional, la hegemonía financiera en el capitalismo argentino, como en gran parte del mundo, es absoluta. Y acá comparten el comando del bloque de poder junto con el capital agrario e industrial, pero las finanzas están muy metidas en el agro. La financiarización de la economía y la valorización financiera son el eje del modelo y este programa de coyuntura del gobierno para combatir la inflación basado en las Lebac, en la atracción monetaria, le da más poder y más negocio al capital financiero.
“Hay muchas identidades en disputa pero la clase obrera es una sola”
– ¿Querés agregar algo más?
– En el contexto del 1º de mayo, creo que ante la delicada situación que están atravesando los trabajadores con un nivel de pobreza del 30%, una precarización y trabajo en negro del 37%, salarios a la baja, con despidos todos los días, se necesita la unidad social de la clase trabajadora.
Hay muchas identidades en disputa pero la clase obrera es una sola y, sin embargo, lo que hemos visto este 1º de mayo es una enorme fragmentación de la clase trabajadora en múltiples actos, algunos casos encerrados entre 4 paredes, otros en las plazas y otros sectores no hicieron nada. Ese es un síntoma de preocupación, quiere decir que esa situación no está a tono con la ofensiva que el capitalismo está lanzando sobre los trabajadores argentinos.
Si el 1º de mayo es un alto en las tareas en el que los trabajadores lo primero que hacen es rememorar a los ahorcados de Chicago y rendirles homenaje, pero en ese alto también reflexionan sobre la situación actual, dónde están parados, balancean el pasado y proyectan el futuro, esta fragmentación es un llamado a la reflexión de todas las fuerzas políticas y sociales para enfrentar el futuro de otra manera.
– Creo que desde hace mucho tiempo hay egoísmos políticos que lamentablemente provocan esto.
– Hay problemas de todo tipo, pero los problemas políticos son una contradicción, porque está claro que desde lo social no se resuelve, pero al mismo tiempo al aparecer numerosos proyectos políticos dividen lo social. Es una contradicción que tenemos y si la clase no se pone en movimiento no se va a resolver.
– Encima con esta idea de generar un partido político de los movimientos sociales que apunta a una idea de centro izquierda.
– Esa va a ser una centro izquierda de base socialcristiana, tengo la impresión que va a venir a tomar el papel que ya no ocupa el peronismo, de contenedor de la situación, va a cubrir esa franja, el aspecto progresista del Papa pero al mismo tiempo ideológicamente va a ser un freno para un avance hacia posiciones más radicalizadas.
– Así es. Lo que no ha aprovechado en estos años el FIT va a ser cubierto por estos sectores.
– Vamos a ver. Las crisis tienen el poder de hacer dar un salto político, vamos a ver qué sucede. Yo creo que hoy, a pesar de todas las cosas, en la izquierda partidaria hay una maduración mucho mayor que la que había en 2001. Habrá que ver cómo se desarrolla esto.