Por Julieta Santos
Este jueves 12 de abril, cerca de 6.000 voces se alzaron en una histórica movilización contra el proyecto de reforma que busca eliminar los Institutos de Formación Docente de la Ciudad de Buenos Aires, para reemplazarlos por una dudosa universidad.
“Defendamos nuestros profesorados”, es la leyenda que encabezó la columna de 6 cuadras donde se agruparon ayer miles de estudiantes, docentes y graduadas/os de nivel terciario. La masiva concentración se inició a las 17 horas en la puerta del Palacio Pizzurno (Ministerio de Educación y Deportes de la Nación), para marchar hacia el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, tomando gran visibilidad al atravesar espacios porteños clave como la Avenida Corrientes, el Obelisco y la Plaza de Mayo.
Sobran los motivos para un rechazo masivo a esta reforma que el gobierno de Cambiemos, con la ministra de educación, Soledad Acuña, a la cabeza presentó en noviembre de 2017 en la Legislatura Porteña. La “UniCABA” es el proyecto que busca desintegrar los 29 Institutos de Formación Docente de la Ciudad y nuclearlos en una única institución de rango universitario. A fines del año pasado la noticia cayó como un balde de agua helada. Sin embargo, la respuesta fue inmediata: rápidamente las autoridades de las distintas instituciones, los centros de estudiantes y militantes de diferentes organizaciones, se organizaron para repudiar la medida. No exageramos al decir que pocas veces se ha visto un repudio de esta magnitud en el nivel superior: toda la comunidad educativa de los 29 institutos de formación docente se encuentra en un estricto plan de lucha para evitar este genocidio educativo.
Desde el CESGE (Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal) se denunció que la propuesta fue elaborada de manera inconsulta, sin la participación de los institutos de formación docente, desconociendo la histórica trayectoria de estos establecimientos y de sus profesoras/es en el tema, y sin un sustento -académico, estadístico, teórico, pedagógico- que justifique con solidez y rigurosidad la medida. Estas condiciones no llevan más que a sospechar que se trata de una nueva estrategia de ajuste, recorte y desguace de la educación pública. Estos hechos vienen siendo expuestos y discutidos en las comisiones de Educación de la Legislatura Porteña cada semana, sin respuestas claras por parte de las autoridades.
Regresivo, antidemocrático y excluyente: así podría caracterizarse este plan que, disfrazado de innovación y calidad, todavía no pudo dar respuesta a temas prioritarios: ¿qué va a pasar con las fuentes de trabajo de cientos de docentes “interinos” que nunca pudieron titularizar sus horas de clase porque el gobierno de los últimos 10 años no habilita concursos docentes? ¿Qué plan de estudios van a cursar las/os estudiantes y cuánto duraría la carrera “universitaria”? ¿Qué va a pasar con las/os estudiantes que iniciaron con el plan vigente actualmente? ¿Qué validez tendrían los títulos terciarios que se han expedido hasta el momento?
Todo indica que, mientras el gobierno hace silencio y responde con evasivas, los profesorados crecen en organización política y fortaleza institucional. La educación pública no se mancha, por eso más que nunca se hace vivo el grito que ayer resonó en las calles: “¡No al cierre de los profesorados! ¡Luche! ¡Luche! ¡Luche y que se escuche!”.
Algunas claves del conflicto
Marcha entrevisto a Daniel Brailovsky, profesor del Instituto Superior del Profesorado de Educación Inicial “Sara de Eccleston”, para entender de qué se trata este NO AL CIERRE DE LOS PROFESORADOS:
– Muchas personas no están al tanto del proyecto UniCABA del gobierno y ayer presenciaron una marcha histórica, llena de consignas centrales. ¿Qué significa “No al 29×1”?
La consigna hace referencia al proyecto de “Creación de la UniCABA” que el gobierno presentó en la Legislatura, que busca crear una universidad docente a partir de la eliminación, la desintegración y el cierre de 29 institutos de formación docente, parte de cuyos recursos pasarían a formar parte de esta Universidad. No se trataría de una creación sino de un ajuste, un mecanismo mediante el cual 29 institutos se reducen a 1. Varios puntos grises de la ley dan cuenta de este carácter de ajuste: se reduce el presupuesto, se reduce el personal docente y se le quitan virtudes al sistema de formación docente actual, como es la autonomía de cada institución para tomar decisiones curriculares sobre sus planes de estudio.
– ¿Cuáles son los 3 puntos más inconsistentes del proyecto UniCABA?
Podemos hablar de los puestos de trabajo docentes, de la rigurosidad académica y de la gestión institucional.
En el plano laboral, el proyecto anticipa de manera muy vaga e imprecisa la continuidad de los profesores actuales en sus puestos de trabajo, sin dejar claro el destino de la mitad de los docentes que son interinos. Esto, que parece un dato técnico, es ni más ni menos que la relación contractual que tienen los docentes con el gobierno de la Ciudad. Al no ser aclarado en ningún artículo del proyecto de ley, el Rector quedaría habilitado a redactar un estatuto donde aproximadamente la mitad de las/os profesoras/es del nivel se queden sin trabajo. En la actualidad el sistema está regulado por el Estatuto del Docente y ya se anunció que, si la UniCABA se aplica, este documento ya no estaría protegiendo los derechos laborales que con tanto esfuerzo y luchas se han conquistado en las últimas décadas.
En lo académico, el proyecto de la UniCABA no aporta en su redacción legal ninguna precisión pedagógica. Sin embargo, la Ministra Soledad Acuña y el Subsecretario de Educación Diego Meiriño se presentaron en diferentes programas de chimentos planteando estas precisiones que no están en la letra de la Ley: se trata de un modelo absolutamente influido por el ideal empresarial y mercantilista. Ellos entienden al docente del futuro como un emprededurista entre cuyas funciones no se cuenta la enseñanza. Este docente es infinitamente adaptable al cambio, y tiene una visión idealista sobre “un futuro que ya llegó” y que está marcado por el mercado tecnológico. Es un modelo pedagógico que a los ojos de los actuales formadores de maestros resulta simplemente aberrante. Estamos espantados de esta propuesta.
Desde el punto de vista del gobierno de las instituciones, la UniCABA plantea disolver el sistema democrático actual de gobierno donde las autoridades de cada institución son elegidas por voto directo de los claustros (docentes, estudiantes y graduados). La propuesta es reemplazarlo por uno donde un Rector –elegido arbitrariamente por el gobierno- redacta a su gusto y capricho un estatuto de funcionamiento para la supuesta universidad, que rige por tiempo indeterminado y expresa lo propio de un sistema autocrático y autoritario.
– ¿Cuál es la herramienta más importante para estudiantes, docentes y graduados/as en la lucha contra esta propuesta de reforma?
Contra la destrucción de los institutos de formación docente, lo más contundente que tenemos hoy es la calle. Ese es nuestro escenario. Nosotros estamos participando de las instancias que habilita el debate democrático en las comisiones de Educación de la Legislatura, pero los diputados oficialistas no han respondido a ninguno de estos cuestionamientos, que fueron planteados con solidez y exhaustividad. Se han abstenido de pronunciar palabra. ¡No tienen argumentos para defender el proyecto de la UniCABA! Son obedientes de sus jefes políticos y no muestran ninguna sensibilidad a los abundantes argumentos que existen y se han expuesto de manera contundente cada semana en la legislatura.
Apostamos a que esta reforma tenga para el gobierno un costo político importante, y trabajamos para que la gran población toma conciencia de lo aberrante del proyecto.