Por Lautaro Mateu
Este jueves santo nos acercamos a la plaza Godoy Cruz en Mendoza para charlar con Sebastián Henríquez, Secretario General del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), que nuclea a la mayoría de las y los docentes de Mendoza.
-Si bien aún no se cumple un año de la recuperación del SUTE por las y los trabajadores de la educación, ¿Qué balance están haciendo?
-Creo que estamos a ocho meses ahora. Partamos de que cuando ganamos las elecciones, lo hicimos en un marco donde había mucho desprestigio del sindicato, el más alto en mucho años, asociado a lo que venía pasando en la provincia: el cambio de gobierno, el advenimiento del Ítem aula, dos decretos consecutivos de aumento salarial a la baja. La conducción anterior no tenía cómo generar apoyo y resulta un fracaso de su estrategia. Hasta ahí el sindicato había estado netamente subordinado a la connivencia con el gobierno de turno y eso se pagó muy caro.
Esta crisis propició la división de la anterior conducción (Lista celeste) en dos listas. En paralelo nosotros y nosotras veníamos desarrollando una política desde el SUTE Godoy Cruz, única seccional opositora, lo que nos valió mucha aceptación entre la docencia, demostrando que podíamos conducir y además gestionar. Muchas veces quedamos a la cabeza de los conflictos por la ausencia de la conducción provincial.
En definitiva ganamos por 52 votos sobre la segunda lista y 1000 sobre la tercera. Fue una recuperación del SUTE, con un gran ascenso nuestro, duplicamos nuestros votos y pasamos de dirigir una seccional a seis, de las cuales cinco son del gran Mendoza, corazón de la vida política de la provincia y de la mayor concentración de trabajadores y trabajadoras de la educación. Aún así nos encontramos conduciendo con 2/3 de las seccionales en manos de nuestros opositores.
Con todo lo que esto implica el balance es positivo, más allá de los acuerdos que tuvimos que construir con nuestros adversarios políticos, ya que en momentos de poca participación priman los aparatos. Tuvimos que lograr que nuestros adversarios no se volvieran a juntar, para que nuestras iniciativas puedan ir colándose mientras íbamos construyendo una base propia, más grande a partir del triunfo electoral.
De esta situación aparece como un antes y un después la última paritaria. La docencia hasta diciembre estuvo enmarcada en una situación extremadamente defensiva, donde conducir un sindicato como el SUTE, con 26 mil afiliados, no es solamente organizarte para salir a la calle, es conducir un aparato monstruoso de demandas, de presiones, que presta todo tipo de servicios. Tuvimos que ponernos al día con todo eso.
-Si algo a impactado mucho es el cambio comunicacional que el SUTE se ha venido dando, ya sea en redes, solicitadas en los diarios de mayor tiraje, publicidad televisiva, tus cartas abiertas al gobernador y una serie de cruces mediáticos.
-Eso tuvo que ver con algo que se venia planteando mucho en las escuelas. La sensación de impotencia de las docentes y celadores, cada vez que el gobernador o cualquiera sale a hablar de educación y nadie le contesta. Se instalan lugares comunes que luego derivaron en lo que es el Ítem Aula. Fue una victoria ideológica del gobierno, por años de desprestigio acumulados sobre la docencia. Hubo amplios sectores que aplaudieron el Ítem Aula Inclusive compañeros y compañeras no lo veían tan mal.
“Ítem Aula: Aparte del presentismo, la docencia mendocina tiene el Ítem aula, representa el 10% del salario y se pierde a la tercer falta sean justificadas médicamente o no, inclusive ante licencias médicas. Además este Ítem se pierde automáticamente con la participación en huelgas. Actualmente sigue la polémica judicial por la denuncia sobre su posible inconstitucionalidad y continúa la lucha del sindicato por su anulación“.
Entonces había que hacer un trabajo enorme de salir a protagonizar otro discurso, algo que el sindicalismo no había hecho, no solo desde lo provincial, también en el ámbito nacional; porque por ejemplo, cuando Cristina Fernández salió varias veces a hablar contra los docentes, el sindicato entonces nunca salió a confrontar ideológicamente ese discurso. Hoy es el mismo discurso que utiliza el gobernador Cornejo y Cambiemos a nivel nacional para avanzar contra nosotros y nosotras.
Entonces nuestro trabajo comunicacional fue salir, no solamente a contestar por honradez, sino para ver si podíamos empezar a ganar a la gente, a la opinión pública y a distintos sectores de la sociedad y a las y los trabajadores ganarlos a nuestra posición sobre cuáles son los motivos de la crisis educativa. Ahí sí, solicitadas, notas, columnas, empezamos a desarrollar videos, audios desde la voz del secretario general para tratar de generar un diálogo más directo para llegué a la escuela. Esta política comunicacional tuvo una bisagra con la campaña #MásParaEducación.
Pensamos que si íbamos a ir a la paritaria a discutir lo salarial estábamos muy complicados porque partíamos de que la mayoría de los gremios estatales ya habían cerrado el 15.7 en tres cuotas, ya en diciembre. Éramos los únicos que no habíamos cerrado. En ese nivel de soledad iba a ser muy difícil. Entonces dijimos, “no lo planteemos como un problema salarial, salgamos a discutir lo que está pasando en el sistema educativo”.
Encargamos un informe a un grupo de economía crítica, para ver cómo había sido la evolución del presupuesto educativo en la provincia de Mendoza y los datos que nos dieron fueron muy importantes.
Lo interesante de la campaña fue que logramos invertir la relación con el gobierno, que venía siendo siempre defensiva. Por primera vez salimos ofensivamente a plantear un tema que registró gran parte de la sociedad y tuvo que salir el gobernador en persona a intentar debatir los números que nosotros estábamos exhibiendo del presupuesto educativo, que es de ajuste y de achique. Logramos una consigna clara y sintética, buscando simplificar.
-Pareciera que existe como una especie de adormecimiento del dirigente sindical como representación social, si bien cumple un rol institucional, como interlocutor a perdido capacidad en la disputa de sentido ¿A qué crees que se debe esta crisis?
-Es una de las causas de la crisis del sindicalismo, acá en Mendoza es el corporativismo. Viste que los gobiernos plantean chicaneramente, “lo único que discuten los sindicatos son salarios” lo plantea este gobierno y lo planteaba el anterior, “discutamos los pibes, discutamos los resultados”, siempre nos corren con ese tema. Por eso nosotros entendimos que seguir en esa línea corporativa de discutir salario-inflación era condenarnos al ostracismo y a la derrota.
Nosotros como docentes, que no estamos en el sector productivo, no le hacemos perder millones a nadie. La clave del movimiento sindical docente es tener un buen vínculo con la comunidad. El sector productivo cuando llegan al paro, lo hacen desde otra correlación de fuerza. Nosotros paramos y el gobierno comienza a hacerte una campaña sistemática de hostigamiento a la comunidad y de desgaste. Entendimos que teníamos que salir de ese corporativismo y teníamos que salir nosotros y nosotras a protagonizar una discusión sobre la calidad educativa, sobre las causales de la crisis educativa, pasar a la ofensiva.
-En #MásParaEducación, la consigna pasó de estar dirigida al docente a estar dirigida a la escuela.
-Claro, empezamos a testearla un mes antes de la fecha de reunión paritaria, cuando aún las y los docentes no volvían a las escuelas. La idea era sacarla a la calle, salimos a los carnavales, hicimos conferencias de prensa, ir y hablar en la calle.
Obtuvimos bastante apoyo, porque también les dimos una consigna a esas personas, porque también están cansados. Así como puteaban a los docentes, si parábamos, también puteaban al gobierno cuando se cae la escuela a pedazos, si no hay clases porque no hay agua, por las cloacas. En Mendoza se pierden días de clases por esas cosas, no por días de paro. Se les dio una consigna para que se organicen con nosotros, algo más grande que pelear por nuestro salario.
Te tiro un dato. Una encuesta provincial que midió el conflicto docente en relación a la imagen del gobernador, dio que un tercio de los encuestado entendió que el conflicto fue salarial, otro tercio que fue por la mejora de la escuela pública y tercio que fue por ambas razones. Es decir 2/3 de los mendocinos entendieron lo que planteamos con la campaña.
Hubo un antes y un después en la docencia mendocina con la paritaria. Como acá está muy difícil la discusión del paro, propusimos movilizarnos una semana antes del inicio de clases y de paso mostrar que tenemos voluntad de diálogo. El 26F fue la movilización más grande en años.
“El 26F se estima que alrededor de 17 mil docentes de la provincia marcharon hacia la Casa de gobierno”
-¿Cómo se construyó tamaña movilización?
-Por supuesto la campaña fue fundamental, pero para explicar el apoyo de otros sectores me tengo que retrotraer a diciembre, a la lucha contra la reforma previsional.
Fue la primera experiencia de unidad del Nuevo SUTE, con otros sectores sindicales y jugamos un papel importante como articuladores de un espectro sindical de estatales con la CGT, que acá en Mendoza a veces se desmarca de la CGT a nivel nacional. Fue un primer ensayo de unidad de acción de todos los sectores opositores al gobierno a través de lo sindical. Ahí la columna del SUTE fue la más grande de la movilización. A nosotros mismos nos sorprendió y también tomó por sorpresa al resto del arco sindical. El 21 de febrero, fuimos a la concentración convocada por Moyano, marchamos bajo las banderas de #MásParaEducación y agitando el “26F yo marcho”.
Yo fui uno de los oradores por la CTA, ahí pude plantear que hasta ahora todas las movilizaciones habían sido contra Macri, pero en Mendoza, Macri es Cornejo y hay un solo conflicto abierto en la provincia contra Cornejo y es el docente, entonces todos los que están acá tienen una cita de honor el 26F. Sectores como la Corriente Federal recogieron el guante, convocaron y movilizaron, así como también varios sindicatos de la CGT, SADOP y FADIUNC.
Finalmente fracasó la paritaria y se repitió nuevamente el mecanismo del decreto para dar concluida la discusión.
-¿Cuánto tiempo más crees que va a continuar la prepotencia y el autoritarismo del gobierno de Cornejo?.
-Un desgaste tuvo, mismo en esta encuesta que mencionaba antes, dio que más de 2/3 de los mendocinos entendió que en realidad, el gobernador se puso en una cuestión de poder en relación a nosotros y nosotras, lo que jugó al final del día en la paritaria, por parte del gobernador, fue quién mandaba.
Nosotros ahora vamos a relanzar la campaña, llevándola a un nivel más organizador; le vamos a dar un objetivo concreto, un petitorio, por ejemplo, por el aumento de presupuesto que vamos a llevar al inicio del año legislativo en Mendoza, el 1ro de Mayo, día internacional de las y los trabajadores. Con ese petitorio vamos a convertir a cada escuela en un bunker de #MásParaEducación, vamos a organizar a la comunidad alrededor de un objetivo y preparar un acto de masas importante el 1ro de mayo. Empezar a preparar medidas de fuerza y posibilidad de paro, por la reapertura de la paritaria y nuestras exigencias no salariales.
-¿Porqué crees que hay tanto ensañamiento por parte del gobierno con los docentes y sus sindicatos?
-Gobierno nacional y el provincial están embarcados en una reforma educativa importante, el sindicalismo es un obstáculo para ello. Mendoza es uno de los laboratorios privilegiados, junto con la ciudad de Buenos Aires. La reforma a los institutos terciarios que está ocurriendo en CABA, en Jujuy, ahora nosotros vamos a entrar en conflicto con eso. Una de las provincias que va a ser de vanguardia en el ataque a la educación secundaria va a ser Mendoza.
Detrás del ataque al sindicalismo docente hay otra cosa, que es cómo se adapta el sistema educativo a las demandas del empresariado. Así como nosotros y nosotras planteamos la campaña #MásParaEducación a nivel de recursos, tenemos que completar la campaña con un esquema que contemple lo educativo-pedagógico, porque sino ahí también estamos todo el tiempo a la defensiva, que el gobierno viene con el “cambio”, “el futuro”. Frente a los obvios déficit y atrasos del sistema educativo y seguimos siempre respondiendo conservadoramente, entonces ahí tenemos una debilidad.