Por Redacción Marcha
No es la primera vez que los trabajadores de prensa de la TV Pública están en lucha. En los ´90 se le plantaron al menemismo y lograron frenar la privatización de la fracuencia. En el 2000 tuvieron que ocupar las instlaciones de canal durante 21 días para resistir contra el ajuste brutal y los rumores de venta del edificio. Ahora, una vez más, se encuentran en pleno conflicto. El pasado lunes 12 de marzo, los trabajadores de la TV Pública realizaron un paro de actividades y se declararon en asamblea permanente, denunciando una “reducción salarial unilateral y sin aviso superior al 50 % de nuestros ingresos, la violación de nuestro convenio colectivo y de los acuerdos vigentes desde hace casi 20 años, así como una campaña de infamias y falsedades para desprestigiar a nuestros representantes gremiales, motorizada desde el oficialismo”.
“Quieren imponer de hecho la reforma laboral que no lograron sacar en el Congreso de la Nación. Estamos defendiendo nuestro poder adquisitivo y la existencia misma de los medios públicos”, señaló Agustín Lecchi, delegado de la TV Pública e integrante de la conducción del SiPreBA, en esta segunda parte de la entrevista que le realizó Marcha.
–¿En qué consiste el conflicto salarial?
-En octubre de 2016 negociamos con la actual gestión nuestro salario. Fue la última paritaria que firmamos. Ese acuerdo se venció en septiembre de 2017. En octubre empezamos a discutir. Recién el 2 de enero nos dijeron que la propuesta era cero por ciento. Es una extorsión que desnaturaliza la negociación. En una negociación tiene que haber dos partes que ofrecen algo. Tiene que haber buena fe para negociar. No la hay de su parte. Quieren que aceptemos perder nuestros derechos, que dejemos de cobrar lo que nos corresponde, que es el 200 por ciento, por las horas extras trabajadas en francos o fines de semanas. Lo mismo pasa con los viáticos cuando salimos de viaje. Así lo indican el convenio de prensa televisada 124/75 en los artículo 66 y 67 respectivamente. Al quite total de horas extras se le agrega la falta de operatividad que produce su política de jubilación anticipada y congelamiento de los concursos públicos. Los trabajadores estamos defendiendo el Convenio de Prensa Televisada en vigencia, el Estatuto del Periodista profesional, y la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Estamos defendiendo los medios públicos.
-¿Cuál ha sido la respuesta de la empresa?
-El titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Púbicos, Hernán Lombardi, inició una campana de mentiras, con la complicidad del gerente de Noticias Néstor Sclauzero y el subgerente Jorge Goldemberg. Mienten, diciendo que tenemos salarios que no son reales. Pretenden que tengamos vergüenza de tener un poder adquisitivo decente en comparación con los salarios en la clase trabajadora y en particular en el gremio de prensa, que están tan bajos. Siempre hemos firmado salarios con las gestiones. No nos autofijamos los sueldos como hacen los funcionarios, como por ejemplo María Carla Piccolomini, esposa del ministro de Modernización Andrés Ibarra, que estuvo con un cargo en la TV Pública, sin haber concursado, cobrando un sueldo de 190 mil pesos. Veníamos cobrando lo que dice el convenio. No es algo que inventamos nosotros. Este gobierno tiene una concepción de la clase trabajadora en la que hay que vivir con lo justo y con la soga al cuello. Esa es su lógica.
-¿Cuál es el trasfondo del conflicto?
-La idea del ministro Lombardi es reducir canal 7, Radio Nacional y Télam a su mínima expresión. Hoy el canal no tiene programación propia más allá de los noticieros, que a su vez disminuyeron de 30 horas semanales a 14. Es todo enlatado o producciones terciarizadas. Hay una privatización encubierta del canal. Por eso lo que estamos defendiendo son los medios públicos. Tienen un valor agregado: reflejar todos los conflictos sociales y laborales, mostrando a los sectores que no tienen lugar en las pantallas privadas. Es una pelea que dimos históricamente. Y que ahora se hace más urgente y necesaria antes la avanzada del ministro.
¿Cómo vivieron el 8 de marzo, día internacional de la mujer?
-Fue un día muy importante y contradictorio en el canal. Al mismo tiempo que las compañeras organizaron una asamblea de mujeres y un ruidazo, que los compañeros acompañamos, también tuvimos que protestar contra la gerenta de Recursos Humanos Marisa Piñeiro que en vísperas del Día internacional de la mujer impidió el ingreso de la compañera Cecilia Brachetta, Ella es delegada gremial de la Asociación de Personal Jerárquicos, unos de los cuatro gremios que hay en el canal (además de SiPreBA, el SAL y el SAT). La licenciaron de manera compulsiva, de prepo, para que no esté más en su puesto de trabajo, en una clara actitud de persecución gremial e ideológica por parte de las autoridades. El día que no la dejaron entrar, el martes 6 pasado, salieron todas las compañeras a los pasillos del canal, fuimos a exigir la reinstalación y que se respete a las compañeras que son las más vulneradas en esta política de vaciamiento. De los 20 delegados que hay de todos los gremios, solo hay dos compañeras delegadas. En el caso del sector de prensa, de los trece compañeros que se jubilaron de manera compulsiva con el plan de ajuste de jubilación anticipada de la gestión, once eran mujeres.
-¿Cómo ven a este conflicto con respecto a los anteriores?
-Siempre que un gobierno quiere avanzar sobre las condiciones laborales y sobre el carácter público de un medio como canal 7 monta una campaña de difamación y operaciones de prensa. Va de la mano. Eso se ya se vivió en los ’90 y en también en el 2000. De todas maneras esto tiene una característica particular, que es la perversidad de los funcionarios. En los ´90 quisieron privatizar la frecuencia, a través de un decreto. Y además hubo una serie de despidos. En el 2000 hubo despidos masivos y también se rumoreó sobre la venta del inmueble para hacer negocios inmobiliarios. Ahora hay una estrategia mucho más perversa por parte de las autoridades de psicopatear a los compañeros para forzarlos a que se vayan a través de retiros voluntarios, sin despidos directos. Les sacan el trabajo, les imponen vacaciones y licencias. Por primera vez en marzo, que es el mes en el que siempre se larga la programación, los pasillos están absolutamente vacíos porque no hay laburo. No se cubrieron los festivales. En paralelo a que intentan psicopatear a los compañeros, montan una operación de prensa. Pretenden que los trabajadores y las trabajadoras agachemos la cabeza y estemos asustados, para que entonces nos arrodillemos ante la extorsión miserable que nos hacen.
-Lombardi los acusa de defender privilegios…
-Como el gobierno no puede plantarnos un carpetazo como se le dice vulgarmente porque acá no hay ningún sindicalista corrupto, lo que han hecho Lombardi es empezar una campaña muy mediocre en medios afines diciendo que estamos defendiendo privilegios. Lo llama privilegios son derechos de nuestro convenio colectivo, que deberían regir en los medios privados y por los que nosotros peleamos también en esas empresas. Como en todas las empresas en donde estamos organizados, los cuatro delegados del SiPreBA, vamos a trabajar todos los días, fichamos. No tenemos ningún privilegio en relación a nuestros compañeros. En la última semana hubo un ataque particular vergonzoso del periodista Tato Young, si lo podemos llamar así, contra Jorge Rodríguez, Batata, uno de nuestros delegados y el referente de la construcción gremial en la TV Pública. El es un compañero que tiene un nivel de compromiso muy alto con el canal. Cuando fue la pelea contra la privatización, en el año 95, puso su casa como garantía, la hipotecó para salir de garante cuando presentamos una cautelar por la frecuencia. A ese nivel es el compromiso que tiene el compañero con la lucha en canal 7. Young difundió un supuesto salario, que es falso. Y además trató de desprestigiarlo públicamente diciendo que era el dueño del canal, que era el que decidía quien viajaba y quien no , quién hacía una nota y quién no. En realidad esas cuestiones son cuestiones de convenio que defendemos. Los viajes, locales o internacionales o las horas extras por ejemplo, eran utilizadas como prebenda por gerentes anteriores. Lo que nosotros logramos y fue consensuado con las autoridades y se viene cumpliendo hace muchos años, fue que eso sea rotativo y equitativo. Entonces nadie puede ser beneficiario de una hora extra o de alguna cobertura.
-¿Tuvieron derecho a replica en alguna oportunidad?
-En casi ninguno de los lugares por los que Lombardi desfiló difamando a los trabajadores de prensa, nos dieron derecho a réplica, excepto en Radio con Vos, en el programa de Reynaldo Sietecase, y en el de FM de Blue de Diego Iglesias.
-¿Por qué consideran que los atacan?
-Los trabajadores de prensa de la TV Pública, los trabajadores en general de los medios públicos, somos la primera barrera de resistencia. Por eso nos atacan a nosotros. Atacan nuestras condiciones laborales y salariales porque quieren atacar a los medios públicos. Pero vamos a triunfar porque no somos los únicos que defendemos los medios públicos. Hay un montón de sectores sindicales, sociales y políticos que entienden que atacar los medios públicos lesiona la democracia. Es el resultado de una pelea histórica que venimos dando por el carácter público, plural y democrático que tienen que tener la TV Pública.
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