Texto y fotos por Antonio González
A pocos días de comenzar las clases, la Escuela Primaria N º 21 de José C. Paz no está en condiciones para recibir a las y los chicos. La empresa constructora, encargada de la refacción del edificio, decidió suspender la obra (iniciada ya hace varios meses) por falta de pago.
Todo esto sucede en un contexto de brutal ataque a la Escuela Pública por parte del gobierno de María Eugenia Vidal. A finales del año pasado, la gobernadora había disuelto la Unidad Ejecutora Provincial (UEP), organismo que se encargaba de solucionar los problemas de infraestructura escolar.
Ante esta situación, ayer las madres del barrio dijeron “basta” y se acercaron a las inmediaciones del establecimiento a reclamar el derecho de sus hijas e hijos a estudiar en condiciones dignas, y comenzar las clases en tiempo y forma.
Pocos minutos después del mediodía, llegó la Inspectora para llevar adelante una reunión entre el equipo directivo del establecimiento, docentes y representantes del SUTEBA.
En la puerta, las mamás acompañadas por algunos padres y varios de sus hijos, organizaron un corte de calle y una reunión en clave de asamblea permanente bajo el único refugio de sombra que brinda el árbol de la cuadra.
A las cuatro de la tarde, aproximadamente, las madres pudieron intercambiar palabras con la inspectora en la puerta de la Escuela. Mientras tanto, afuera, el corte se duplicaba y un pequeño grupo se dirigía a cortar también la avenida principal cercana al lugar. ” Queremos que nos apoyen, porque yo sé que las maestras, para dar clase, están desde la mañana. Lo que queremos es que el edificio esté en condiciones”, aseveró una de las madres.
Como la obra que no está finalizada es la que se realizó en la Primaria, la propuesta de la Inspección es que se arme un cronograma de contingencia, compartiendo el espacio con la Secundaria que allí también funciona.
“No estamos de acuerdo con que haya un cronograma de clases, que un día tengan que si, y otro día que no”, respondió una de las madres. Adjudicando también que, además de este plan suponer una discontinuidad pedagógica para sus hijos e hijas, ellas son trabajadoras que no pueden organizar su vida laboral en base a un plan de escolarización con días de escuela “salteados”
Tras partir una comitiva de madres, rumbo a la jefatura distrital, policías de civil se acercaron a la escuela.
Mientras se desarrollaba la reunión con el Jefe Distrital Hernán Rodriguez Colucigno, eran cada vez más las madres y otros miembros de la comunidad educativa que se autoconvocaban en la puerta del establecimiento. Al grito de “Queremos escuela”, un grupo de niñas acompañadas de bombos murgueros, también dijeron presente reclamando su derecho.
Al regresar las madres que se habían dirigido a la Jefatura, informaron que Colucigno se desentendió del problema, incluso asegurando que el “Comedor de la escuela ya está terminado y funcionando”, lo que da cuenta del desconocimiento y el bastardeo del funcionario para con este problema. Tampoco se comprometió a proponer soluciones a esta situación.
Ante esta prácticamente nula respuesta por parte de las autoridades, las madres decidieron sostener el corte de calle y, en conjunto con representantes del sindicato, se improvisó una pequeña asamblea donde definir los pasos a seguir.
Hoy, mientras cientos de miles de mujeres alrededor del mundo hacen huelga y salen a las calles, las mamás de la EP 21 también son parte de esta marea. Están en el corte desde muy temprano esperando ser escuchadas, exigiendo la presencia de las autoridades municipales, del Presidente de Consejo Escolar Pablo Castro, del Arquitecto a cargo de la obra, de la empresa y del Jefe Distrital; y la inmediata solución y finalización de la obra.