Por N.N.L y M.O*: En la apuesta al compromiso de cada vez más personas en la lucha contra el patriarcado y la opresión de género, el 13 de julio pasado la Campaña Nacional Contra las Violencias hacia las Mujeres realizó un primer encuentro para multiplicar la experiencia en cada territorio del país.
Una gran cantidad de mujeres y diversas organizaciones sociales se reunieron el sábado 13 de julio para dar comienzo a una de sus instancias anuales más representativas y significativas en la Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres, donde se discutió qué rumbo tomar en las próximas intervenciones públicas y políticas.
La Campaña, es una iniciativa que tuvo su lanzamiento oficial el año pasado, realizando un “bombachazo” en la Plaza de Mayo bajo la consigna de “sacar los trapitos al sol”, es decir terminar el silencio en torno, no solamente a los casos de violencias hacia las mujeres, sino además con el objetivo de visibilizar y comprometer a la sociedad toda, para terminar con el silencio frente al problema. Como tal, resulta en una instancia de articulación y debate que permite a mujeres de diferentes puntos del país evaluar y debatir sobre el estado de la situación actual, la legislación al respecto, el rol del Estado a través de sus políticas públicas así como definir algunos lineamientos de respuesta con impacto en la sociedad en su conjunto.
Esta experiencia colectiva además, viene articulando de forma activa con la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, estableciendo un contacto real con la población sobre todo en las fechas fundamentales de la agenda feminista -tal como el 8 de Marzo, Día internacional de las mujeres trabajadoras- así como también, ha acompañado diversos casos particulares, como el de las hermanas Jara en Mercedes.
Para qué una Campaña
El primer encuentro de la Campaña que se realizó en julio fue de importancia por la presencia a nivel nacional de un conjunto de mujeres que no están nucleadas en ninguna organización y se sienten interpeladas la temática. Tuvo como objetivo profundizar la reflexión y potenciar las acciones de la Campaña, de modo tal que adquieran visibilidad socialmente, ya que se evaluó de importancia que dicha experiencia llegue a cada mujer en cada rincón del país.
Los ejes centrales, apuntaron a repensar las definiciones con respecto a qué se le llama violencias, y en este sentido, tomar un posicionamiento de conjunto sobre los temas de femicidios, trata, la lesbotransfobia y determinar las posiciones con respecto a medidas o planes impulsados por el Estado nacional y en cada municipio, que afecten a las mujeres en su conjunto,
Otro punto importante del debate, fue la reafirmación en la definición anticapitalista y antipatriarcal, asumiendo la historia y las luchas de los feminismos que se vienen construyendo en América Latina. Este posicionamiento tiene que ver con las múltiples opresiones que sufren, principalmente, las mujeres de las clases populares. En este sentido, se proyecta la construcción de un feminismo que pueda incluir los debates abiertos en la sociedad, para que no esté partiendo siempre desde cero, es decir pensar un feminismo que incluya las diversidades y que pueda interpelar a cada uno socialmente desde lo micro hasta lo macro.
También se consideró necesario fomentar e impulsar un debate que se instale en cada hogar, en cada familia, en cada uno de los espacios, lugares, y roles que ocupan las mujeres, para reflexionar sobre cualquier tipo de violencia que se ejerce sobre ellas en la sociedad, tanto en los medios masivos de comunicación, como en las calles, sensibilizando y proponiendo nuevas formas de relacionarse, mediante intervenciones artísticas, juegos y talleres.
El resultado de las jornadas de debate dejó como saldo positivo establecer nuevos ejes de intervención: la violencia laboral, potenciar el trabajo realizado alrededor del tema de la salud de las mujeres, incluyendo la violencia médica y obstétrica además de las que se ejercen en casos de aborto. Así como también, visibilizar situaciones de mujeres que son desoídas por el Estado, como resulta el caso de las mujeres de los Pueblos Originarios. Por último, dicha Campaña se pronunció afirmativamente en la participación en el próximo Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), donde se espera realizar una Asamblea que permita la llegada a las mujeres que provienen de puntos remotos del país y muchas veces con dificultad de acceder a un ámbito de participación tal.
La Campaña contra las violencias está en plenaproducción de recursos que permitan dar una contención en los casos de violencia que se presenten, como asimismo un protocolo popular para la actuación en dichos casos. En ese sentido, se asume la lucha por la implementación y aplicación de las leyes que protegen a las mujeres como un paso importante, ya que si bien nuestro país entiende a la violencia como una situación integral –aún siendo que en materia legislativa, Argentina es uno de los países más progresistas de la región- la contención actualmente no se brinda porque no se toman las medidas necesarias para su presupuesto y aplicación. Hoy, sigue siendo una deuda que cuesta vidas en todos los sectores sociales.
* Nair Nicanoff Lalanne y Mariela Oyakawa