Por Juliana Gonçalves* desde Cojira, São Paulo / Foto: Midia Ninja
En el país más negro fuera de África que sigue negando su racismo, el peso de lo que se habla en los medios sobre la raza es tan grande como el peso de lo que es silenciado.
El nuevo levantamiento de la Encuesta Nacional por Muestra de Domicilios (Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios- Pnad) muestra lo que en las calles brasileras ya sentimos: cada vez más la gente está afirmando su identidad racial. Pero el periodismo sigue creando confusión con las clasificaciones del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), presenta es sus estudios. En los últimos años, los análisis de indicadores socioeconómicos lanzados por el IBGE han venido agregando las categorías “pardos” y “pretos” en una categoría única denominada “negros”. Es en esta perspectiva que hoy las políticas públicas con recorte racial fueron conquistadas, ya que los negros componen la mayoría de la población.
El Movimiento Negro de Brasil desde hace años resinificó el término negro, aplicando para todos los afrodescendientes, haciendo posible afirmar que, según la Pnad de 2016, los negros son el 54.9% de la población en Brasil, o sea, la mayoría. Es angustiante leer, por ejemplo, la materia de la Empresa Brasil de Comunicación (EBC) que afirma, sin contextualizar, que Brasil está compuesto de blancos y pardos. ¿Por qué el titular elegido no trae el elemento más pertinente de que los negros siguen siendo mayoría? ¿O que el número de brasileños que se declaran negros creció casi el 15%? Afirmar que Brasil está compuesto por pardos y blancos fortalece el mito de la democracia racial y va contra el movimiento de afirmación racial, fruto de la lucha del Movimiento Negro que vemos en las calles.
Revisando los portales G1, Estadão, Folha e EBC, solo la empresa pública destaco que blancos y pardos son predominantes en el espectro de la sociedad brasileña. Esto es un retroceso desde el punto de vista de la afirmación ya superada de que vivimos en un país mestizo y de blancos. No debe ser coincidencia esa materia ir al aire de ese modo en el momento en que el presidente de la EBC, Laerte Rimoli, está en los titulares de los periódicos justamente por ironizar el discurso de la actriz Taís Araújo sobre la presencia del racismo en nuestra sociedad. Rimoli aún compartió en su timeline en Facebook apoyo a Wiliam Waack después de su declaración racista a principios de mes.
El hecho de que los índices de blancos caigan en todas las regiones del país mientras los negros registran altas en todos los lugares, parece no servir a un periodismo preocupado por fortalecer la idea de que el pueblo brasileño es mixto, así que no habría necesidad de combatir el racismo. Hasta los coglomerados empresariales de comunicación como el G1, Estadão e Folha de São Paulo se abordan en sus materias la investigación del Pnad de forma más honesta destacando el aumento de la población que se autodeclara negra. Vale recordar que la suma de los que se declaran pardos y negros ya es mayor que la suma de blancos desde 2012. En el país más negro fuera de África que sigue negando su racismo, el peso de lo que se habla en los medios sobre la raza es tan grande como el peso de lo que es silenciado.
*integrante de la Comisión de Periodistas por la Igualdad Racial de São Paulo (Cojira – SP)