Por Leandro Albani. Un nuevo informe presentado ante la ONU demuestra el sistema represivo que Israel aplica contra los palestinos que viven en la Franja de Gaza
En un nuevo informe presentado por el Centro Palestino por los Derechos Humanos (CPDH), se denunció la crítica situación en la que vive la población palestina en la Franja de Gaza, sometida desde hace siete años a un férreo bloqueo por parte de Israel. En la investigación, enviada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se analizó la extrema pobreza, el estado de los derechos humanos y la violación al derecho a la alimentación a los que son expuestos los pobladores del enclave costero, de apenas 360 kilómetros cuadrados y en el que habitan más de un millón y medio de personas.
Días atrás, el CPDH había difundido otro informe donde concluía que el año pasado, los ciudadanos y ciudadanas de Gaza fueron vetados del acceso a materiales para reconstruir escuelas y centros médicos destruidos por Tel Aviv durante las invasiones militares Plomo Fundido (2008-2009) y Pilar Defensivo (2012). Además, los ciudadanos de la Franja se encuentran sometidos a una fuerte restricción del derecho a movilizarse hacia Cisjordania y los países limítrofes.
En la nueva investigación, el CPDH denunció que como “potencia ocupante, Israel controla las aguas territoriales palestinas de la costa de la Franja de Gaza”, por lo cual en “las últimas décadas ha limitado unilateralmente y de forma creciente la libertad de movimiento de los pescadores palestinos en sus aguas de pesca, con un impacto dañino en la industria de pesca”. En el informe se explicó que desde diciembre de 2008 hasta noviembre de 2012, “la armada israelí impuso un límite de pesca de 3 millas náuticas desde la costa”. Según el CPDH, el límite impuesto por Tel Aviv “se ejecutaba a través de ataques con fuego real, arrestos ilegales y otros métodos de intimidación, causando heridas a los pescadores y daños y destrucción de barcos y equipamiento de pesca”.
Pese a que existe un alto el fuego tras la invasión israelí en 2012, y que en ese momento se acordó que los palestinos podían navegar hasta las 6 millas náuticas, el CPDH alertó que a partir del “21 de marzo de 2013 la armada israelí volvió a reducir el área para faenar permitida a los pescadores palestinos de 6 a 3 millas náuticas”. A esto se suma que desde noviembre pasado, el 85% de los ataques contra los pescadores “han tenido lugar dentro de las 3 millas náuticas desde la costa de Gaza”.
En los días que duró el operativo Pilar Defensivo el año pasado, las fuerzas armadas hebreas destruyeron puertos pesqueros, ochenta barcos, redes y otros equipamiento de pesca, con un total de 78 ataques contra ese sector, informó el organismo de derechos humanos.
Como consecuencia directa del bloqueo y de las incursiones militares de Israel contra la Franja, el CPDH recordó que el número de pescadores palestinos “se ha reducido de 10.000 en 1999 a los 3.200 actuales, afectando dramáticamente a la subsistencia de 39.000 personas dependientes de este trabajo”.
Con respecto al sector agrario, el CPDH aseveró que la “destrucción de la tierra cultivable forma parte del patrón de ataques llevados a cabo por las fuerzas militares israelíes”. El organismo advirtió que el gobierno israelí estableció, “de forma ilegal y unilateral”, una zona denominada “tierra de nadie” a lo largo de la frontera, que oficialmente se extiende 300 metros dentro de la Franja de Gaza. El CPDH agregó que en realidad ese espacio llega hasta 1.500 metros dentro de la frontera palestina.
Al referirse a la represión contra los agricultores, el organismo afirmó que en 2012 las fuerzas militares hebreas cometieron 96 ataques con disparos, 55 bombardeos y 67 incursiones terrestres en la Franja, dejando como saldo 32 palestinos muertos, 188 heridos y 53 detenidos. A su vez, en 15 ataques se destruyeron propiedades privadas, incluyendo 14 casas, y se arrasaron 8 hectáreas de tierra cultivable.
Al concluir el informe, el CPDH manifestó que los “ataques israelíes contra la pesca y agricultura de la Franja de Gaza -que no constituyen amenaza alguna a la seguridad de la armada israelí- son una flagrante violación de las leyes humanitarias internacionales y de los derechos humanos”.
La represión cotidiana desatada por Israel, expresó el organismo de derechos humanos, viola el Estatuto de Roma sobre la Corte Penal Internacional, la IV Convención de Ginebra y el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), como también la Convención de los Derechos de la Infancia.