A raíz de la presentación del libro “Apuntes sobre feminismos y construcción de poder popular”, de Luciano Fabbri, Marcha presenta una reflexión sobre el vínculo y las tensiones entre los movimientos sociales y la cuestión de género.
La discusión sobre feminismos está en continuo crecimiento dentro de los movimientos sociales y políticos de América Latina. “Apuntes sobre feminismos y construcción de poder popular” es un libro que aporta importantes debates y reflexiones en este sentido ya que es un trabajo sobre los caminos militantes de Luciano Fabbri en Rosario. Recupera los principales aportes de los estudios de géneros y las luchas feministas constituyendo así no sólo una caja de herramientas teóricas sino también una biografía política-colectiva.
Colectiva también es la forma en que está pensado el libro, que abre la Colección En las calles y en las camas de la editorial independiente Puño y Letra – editorialismo de base. El prólogo fue realizado por el Colectivo Feminista Malasjuntas del Frente Popular Darío Santillán – Corriente Nacional y la introducción estuvo a cargo del Colectivo de Varones Antipatriarcales de Rosario. Este trabajo político-editorial busca la construcción y socialización de herramientas que aporten a un feminismo revolucionario. Marcha conversó con Federico Abib de Varones Antipatriarcales, Ana Clara Borsani de Malasjuntas y Gregorio Lacelli de Puño y Letra.
– ¿Por qué este libro es importante para los movimientos populares?
Ana Clara: Porque habla de la relación entre los feminismos y los movimientos sociales, habla de la construcción de poder popular y de la necesidad de la llamada “izquierda independiente” de cambiar todo y cómo en ese todo entran las relaciones intergéneros y en esa tarea enorme el feminismo tiene muchos ricos aportes para brindar. Es un trabajo escrito desde la reflexión sobre la militancia personal de Lucho que ya nos ha aportado innumerables herramientas para nuestra propia militancia. Nosotras lo hemos tomado desde que Lucho lo compartió con sus compañeras y compañeros como una herramienta de formación para hacer política con clave de géneros. Al mismo tiempo que es muy claro y crítico, despeja muchos prejuicios (perjuicios) y derriba mitos porque es un varón escribiendo sobre feminismo…En pocas palabras es una explicación más, y siempre es necesaria una más, de por qué no hay socialismo sin feminismo.
Federico: También porque el libro representa una efervescente reflexión situada desde la lucha feminista con la apuesta realizada en expandir sus trayectorias a otros territorios y campos discursivos, con la convicción de que no será posible un cambio sobre nuestros sistemas de dominación en tanto no consideremos de manera rigurosa e inclusiva la acumulación de experiencias de nuestras compañeras.
– ¿Cómo surgió la idea de publicar este trabajo?
Gregorio: Podríamos decir que se nos coló por la ventana muy tempranamente. La idea surge del proceso mismo de conformación de la editorial, desde las políticas editoriales que fuimos construyendo colectivamente y que hacen a la identidad de nuestro proyecto. Para nosotros/as este libro vino de la mano de un largo proceso de debate, y fue “la tesis de un tal Lucho” que una compañera nos acercó en el momento indicado. Nos ayudó a formarnos y a iniciarnos en la riquísima historia de los feminismos para encontrar nuestro lugar en esa historia. Es un libro que nos llega como eco de las luchas del presente que queremos dar, y que nos permiten adelantar un esbozo de ese cambio social profundo que soñamos.
Creemos que parte de este cambio tiene que ver con la incorporación del feminismo y las luchas por la despatriarcalización de las relaciones sociales como un eje necesario y estratégico, como un aspecto de lo que llamamos socialismo del siglo XXI que no podemos eludir. Y queremos abrir ampliamente ese debate socializando las búsquedas que este libro contiene para los/as que queremos otro mundo posible. A esto llamamos editorialismo de base: a nuestra definición de acompañar y aportar a las luchas sociales y políticas produciendo y socializando herramientas para el pensamiento y la acción crítica de los/as de abajo.
– ¿De qué desafíos trata en relación al feminismo y los movimientos sociales?
Ana Clara: Uno de los desafíos es ya pensar al feminismo imbricado con las luchas emancipatorias de los movimientos sociales surgidos en Latinoamérica y Argentina. Que no se comprendan como dos luchas separadas sino que tienen que ir de la mano, haciéndose demandas mutuamente. Luego está el desafío más grande que es el de la lucha prefigurativa, que es empezar a ser o por lo menos buscar ser eso que queremos, empezar a cambiar nosotros hoy para ir construyendo la sociedad que soñamos. Emancipadas, emancipados e iguales desde hoy.
Federico: El libro es uno más de varios procesos actualmente en marcha. La experiencia creciente de los Colectivos de Varones Antipatriarcales ve en el texto de Lucho los fundamentos de sus ejes de trabajo. Poniendo el énfasis sobre nuestra responsabilidad a la hora de reproducir márgenes opresivos y recurriendo a la experiencia feminista, Lucho nos acerca un mapeo del funcionamiento de prácticas prefigurativas que, desde los espacios de Varones, consideramos útil para el avance sobre la destrucción de los modelos de masculinidad hegemónica y la producción de nuevos marcos en el que tengan lugar vínculos más igualitarios.
– ¿Fue una coincidencia que la fecha de presentación sea en la semana de un aniversario más de la masacre de Avellaneda?
Ana Clara: Para ser sinceras fue una coincidencia por las fechas de impresión… pero a medida que íbamos planeando la presentación nos dimos cuenta de que “Apuntes…”, Lucho y Varones Antipatriarcales también son, de alguna manera, herederos de Darío y Maxi. Que Lucho continuó su lucha y comprendió que Darío quería cambiarlo todo pero todo, cambiar quiénes somos nosotras y nosotros, el tipo de política que construimos día a día y las organizaciones con las que queremos revolucionar el mundo para que quepan muchos mundos, rojos y de todos los colores del arcoíris parafraseando a Lohana… Entonces es un homenaje más, una forma muy linda, creemos nosotras, de multiplicar su ejemplo y continuar la lucha de los dos compañeros asesinados en Avellaneda.