Por Aluminé Cabrera desde Chiapas / Fotos: Radio Zapatista
La segunda parte del festival CompArte por la Humanidad “Frente al capital y sus muros, todas las artes” convocado por la Comisión Sexta y las Bases de Apoyo del EZLN tuvo lugar en el caracol de Oventik, adonde miles de personas llegaron para presenciar las múltiples expresiones del arte rebelde zapatista.
“Las artes y la cultura son parte fundamental de la lucha, de la resistencia y la rebeldía contra el capitalismo criminal y destructor de la vida. Y solo con la unidad y la organización de los pobres y rebeldes del mundo podemos enfrentar y destruir este sistema de muerte. Sean, pues, bienvenidos y bienvenidas a presenciar el CompArte de nuestros artistas zapatistas y rebeldes de los cinco caracoles”.
Con estas palabras y a nombre de todas y todos los compañeros del territorio zapatista, el Comandante Insurgente David dio la bienvenida a quienes arribaron desde distintos puntos de México y del mundo. Luego de cinco días en Cideci- Unitierra, el festival CompArte por la Humanidad “Frente al capital y sus muros, todas las artes”, continuó el viernes 28 y el sábado 29 de julio en el Caracol de Oventik, Chiapas, en el sureste mexicano, donde las y los artistas zapatistas ofrecieron sus obras de teatro, poesías, músicas, pensamientos, murales, bailables.
Antes del Comandante David, fue la compañera Jimena, de la Junta de Buen Gobierno del caracol anfitrión, quien saludó: “Nuestra demostración que hoy ven y escuchan no es un espectáculo, es palabra, es voz, es rabia, es rebeldía y es lucha”, expresó.
Que vivan las mujeres
“¡Que se escuche el grito de las mujeres rebeldes!”; “¡Arriba las mujeres del mundo!”; “¡Qué vivan las mujeres!”. La reivindicación de la lucha de las mujeres y de su imprescindible participación en la construcción de ese mundo que queremos, estuvo presente en casi todas las propuestas que se apreciaron durante las dos jornadas. En boca de las compañeras, pero sobre todo de los compañeros, actuadas y bailadas, las consignas denunciaron cómo el sistema nos explota, nos mata, nos esclaviza de manera directa e indirecta.
Desde poesías como “Mujer valiente” o “La mujer y la autonomía” hasta las canciones “Mujer de conciencia” o “Para que sepa el mundo entero”, pasando por obras de teatro, bailables y canciones, todas las expresiones dieron cuenta de esa relación simbiótica entre capitalismo y patriarcado. La obra de teatro “La comparación entre la dominación en la sociedad de ayer y hoy”, por ejemplo, mostró cómo la esclavitud a la que las mujeres estaban sometidas en las fincas se compara con la exhibición y cosificación de nuestros cuerpos en la actualidad.
Fuck Trump
El visceral repudio hacia las políticas del presidente de Estados Unidos y hacia la obediencia y el sometimiento del gobierno mexicano frente a Donald Trump, las multinacionales y las corporaciones económicas, se denunció con la palabra, voz y cuerpo de las compañeras y compañeros. Hasta se pudo escuchar en versión de rap a cargo de un compañero de Oventik que “la esclavitud es lo mismo”. Una vez más, la comparación entre la vida que en el pasado llevaron en las fincas, esclavizados, los abuelos y abuelas y la explotación en la actualidad en esta gran finca globalizada que es el mundo.
El repudio también se pudo ver a través de la obra de las insurgentas e insurgentes, quienes montaron su espacio en una carpa a la vera del camino principal del caracol. Allí, sobre una mesa, la obra, tallada en madera y dedicada en apoyo al CompArte, se trató de un ajedrez, cuyas piezas de un lado representaban el ejército zapatista respaldado por mujeres y hombres bases de apoyo, la niña Defensa Zapatista y los Subcomandantes Insurgentes Galeano y Moisés. Enfrentado, un ejército regular era custodiado por un Trump con pies de cerdo junto al presidente de México luciendo orejas de burro y un cartel que afirmaba que “Trump manda y Peña Nieto obedece”.
(Foto: Aluminé Cabrera)
En el auditorio Emiliano Zapata, a su vez, se montó una exposición de obras de artes audiovisuales de compañeros y compañeras de los cinco caracoles. Pinturas, esculturas y serigrafías retrataron la monstruosidad de la hidra capitalista, el maltrato y saqueo de recursos naturales por parte de las multinacionales y los gobiernos más poderosos, al mismo tiempo que destacaron la lucha incansable de los pueblos indígenas y de las mujeres rebeldes en contra del mal impuesto.
Despedida con música y aguacero
Sobre el final de la segunda jornada, y como es común en la región de Los Altos de Chiapas, donde se ubica el caracol, un aguacero obligó a quienes asistieron a refugiarse bajo el templete en el que actuaban los y las artistas. Allí, con la lluvia y la niebla de fondo, se continuó con las representaciones hasta dar paso a Los Originales de San Andrés, el popular grupo musical zapatista, que cantó junto a LenguAlerta, Mexican Sound System y Van- T la flamante “Cumbia de Marichuy” que celebra a la vocera y candidata por el Congreso Nacional Indigena, María de Jesús Patricio Martínez.
Una vez apaciguada la lluvia, se continuó con otras representaciones hasta que sí llegó el final del festival que en su segunda edición demostró una vez más que podemos -y debemos- resistir y rebelarnos con y desde el arte. Que ante este escenario de despojo, saqueo y muerte que tan bien describe y denuncia el zapatismo, es con el arte con el que podremos seguir construyendo ese otro mundo posible, ese mundo en el quepan todos los mundos.