Por Mario Hernández / Fotos: Analía Cid
De cara a la jornada nacional por PepsiCo y luego de la represión sufrida el jueves pasado, el panorama sindical de la semana demuestra que el gobierno Nacional proyecta más cierres y despidos como política de ajuste.
Después de que el jueves pasado la policía Bonaerense reprimiera con palos y gases a las trabajadoras y los trabajadores que defendían sus puestos de trabajo en PepsiCo, integrantes de organizaciones sociales, políticos y periodistas; sindicatos, partidos y colectivos se solidarizaron con las víctimas y convocaron distintas movilizaciones en la Ciudad de Buenos Aires y en la Provincia. “Somos más de 600 familias que quedamos en la calle de un día para el otro, el 70 % son mujeres, madres, sostenes de familia”, lamentó Luis Medina, delegado de PepsiCo, en la Plaza de Mayo y aseguró que “el objetivo es avasallar los derechos de los trabajadores y están las condiciones dadas desde el Ministerio de Trabajo y de la burocracia sindical”. El martes 18 habrá una jornada nacional de protesta.
Por otro lado, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo ordenó a la empresa PepsiCo durante el viernes la reincorporación de 11 trabajadores. Esto significa que deberán ser reubicados en la multinacional estadounidense, que ya confirmó que la planta de la localidad de Florida no será reabierta. La Sala VI del tribunal respaldó así una medida cautelar, argumentando que no se cumplió el procedimiento preventivo de crisis previsto para el cierre de la fábrica.
Una historia y una represión
“El 20 de junio nos pegaron una fotocopia A4 para avisar que cerraban la planta. Un día antes habían llamado a una convocatoria preventiva de crisis, que no tuvo nada de preventiva y tampoco de crisis porque la multinacional factura millones de pesos por año”, contó Medina, quien destacó que “las compañeras se pusieron al hombro la lucha” y agregó: “Las golpearon de manera indiscriminada, qué saben ellas de protestas, lo único que saben es trabajar”. Por último, agradeció a los vecinos de Florida que realizaron un cacerolazo en repudio a la represión. También alzó la voz en el festival solidario que se realizó ayer en las puertas de la fábrica, donde tocaron bandas como Las Manos de Filippi, Salta la Banca y Mal pasar, entre otras, y cientos de jóvenes dijeron presente.
Medina habló desde el centro de la Plaza de Mayo, durante la habitual ronda de los jueves que realizan la Asociación Madres de Plaza de Mayo y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. Ambas organizaciones, como también el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (EMVJ), convocaron a la ronda en nombre de la lucha de los trabajadores de PepsiCo.
Durante la ronda de Madres también estuvieron presentes trabajadores y trabajadoras que enfrentan otros conflictos laborales y resisten cientos de despidos, como la Uocra y el Sindicato Petroquímico de Zárate; ATE, Metrodelegados y los Bancarios junto a la CGT Corriente Federal.
Partidos de izquierda y la agrupación Naranja del sindicato de la Alimentación también marcharon a Plaza de Mayo. “Reclamamos más que nunca que el Sindicato de la Alimentación aparezca en defensa de los trabajadores. Es necesaria la convocatoria inmediata a un paro nacional de todos los trabajadores de gremio, en rechazo al desalojo y por la reapertura de la planta”, señaló la agrupación en un comunicado.
En la ciudad de La Plata, organizaciones sociales y políticas realizaron desde la mañana del jueves un corte en la calle 7 y 50 con pancartas con la inscripción “Pepsico, todos adentro” y “Libertad a todos los detenidos”. Las siete personas que fueron arrestadas durante el violento desalojo ya fueron liberadas.
En tanto, pasado el mediodía, trabajadores tercerizados del Ferrocarril Sarmiento levantaron el corte de vías que mantenían a la altura de la estación Haedo, en reclamo por la reincorporación de 80 empleados cesanteados y en solidaridad con los despedidos de PepsiCo.
Además, la empresa realizó durante estas semanas una verdadera burla contra el pueblo y la clase trabajadora: dijo que cerraba por el peligro de contaminación y de logística. Es decir que echaba a 600 familias y las dejaban en la calle supuestamente por la falta de inversión en obras mínimas de infraestructura. Luego importó papas fritas de Chile mostrando que no había ningún problema logístico, trayendo productos terminados del exterior cuando tiene una planta en condiciones de producir a dos kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires.
Fiel al estilo que viene practicando desde que asumió Mauricio Macri, con largas horas de demora luego de la feroz represión estatal contra los obreros de PepsiCo, la Confederación General del Trabajo (CGT) anunció que realizará una movilización el 22 de agosto (sic).
Uno de los triunviros, Carlos Acuña, también anunció que se tomará dos semanas para elaborar “un documento crítico” sobre la marcha del país, que emitirán el próximo 28 de julio.
Por último, cuando la policía y los periodistas quedaron cara a cara frente a un comercio aledaño a la planta, los efectivos no dejaron avanzar a la prensa y se registraron hechos de violencia que terminaron con trabajadores de prensa agredidos y la denuncia de una cámara destruida, mientras los dirigentes Nicolás del Caño y Luis Zamora intentaban mediar en el lugar.
Un plan a largo plazo
El Gobierno de Cambiemos estaría analizando un plan que incluye 4.000 despidos y el cierre de 800 sucursales del Correo Argentino, en la búsqueda de cumplir sus metas fiscales. El ajuste en la entidad fue anticipado en el diario La Nación. De acuerdo al matutino, el Correo estima pérdidas por $ 2.000 millones para este año y desde la Jefatura de Gabinete sostienen que no existe margen para postergar los recortes.
Uno de los principales cuestionamientos a la gestión del Correo se centraría en los aumentos salariales acordados en mayo: 12% retroactivo a abril, más un 6% en agosto y 5% en enero próximo. Además de una suma fija de $ 8.000 en tres cuotas.
La firma química Carboclor de Campana rompió la conciliación obligatoria que regía hasta la semana próxima. El jueves comenzaron a llegar los telegramas de despido y las y los operarios no pudieron ingresar a la planta. Busca pagar el 50% de las indemnizaciones.
El cierre se suma a la catarata de despidos que tienen lugar en la zona y que encuentran su punto más alto en los más de 1.000 trabajadores de la construcción que se quedan en la calle por las cesantías en la planta nuclear Atucha.
La empresa de calzado GGM de Las Flores, fabricante de las marcas Pony, Signia y Asics, no les paga a sus 280 trabajadores desde el pasado mes de abril, momento desde el cual, la fábrica está paralizada y los obreros se encuentran suspendidos.
“Lo único que resta con el empresario es la negociación o conciliación por las máquinas y el local para avanzar en un sistema de cooperativas para que los operarios puedan continuar trabajando”, señaló el intendente Ramón Canosa, quien también reconoció que por estos días, “el único respaldo que tienen los trabajadores es un RePro”, de 3.000 pesos mensuales.
Más de 150 profesionales del programa “Turismo Educativo” se quedaron sin trabajo, denunció uno de los docentes afectados, Juan Manuel Pacheco, quien además adelantó que el Ministerio se propone cubrir esos cargos con pasantes sin experiencia.
“Desde que asumió esta nueva gestión (hace dos veranos) los chicos no viajan a Chapadmalal ni a Embalse”, denunció el docente, quien además contó que este año tampoco fueron contratados para los programas de invierno.
Pacheco, además, denunció que de los 12.000 chicos de escuelas de zonas vulnerables que por año solían viajar de forma gratuita a Chapadmalal y a Embalse “para intercambio cultural”, este año viajaron 5.500.
El grupo chileno Cencosud, dueño de Jumbo, Disco, Easy, Plaza Vea y Blaistein, tiene varias sucursales en conflicto. Las medidas de fuerza las lleva adelante el sindicato de Comercio que denuncia unos treinta despidos en Jumbo, Disco y Easy en los últimos meses.
El fin de semana pasado cesantearon trabajadores en el supermercado Disco de la calle Cuba y Pampa en Belgrano; del Disco de Palermo, ubicado en Salguero y Figueroa Alcorta y del Jumbo de Puerto Madero. “Son despidos por goteo y se producen en todo el grupo, unos treinta. Esto comenzó en los últimos tres meses, cuando empezó a caer mucho más fuerte el consumo. En algunos casos, aducen ‘pérdida de confianza’ para poder despedir con causa y ahorrarse la indemnización”, explicó Oscar Tedesco, Secretario de Asuntos Gremiales del Sindicato de Empleados de Comercio de Capital Federal.
La empresa Transporte Gómez, con sucursales en todo el país, decidió repentinamente cerrar las áreas de operaciones de “Logística y Paquetería”. Aunque seguirá operando en otras ramas, la disposición deja en la calle a casi un centenar de familias.
“Los compañeros que prestan servicios, llegaron y se encontraron hoy con la novedad que la empresa está con las puertas cerradas, que no hay ningún camión adentro, y no hay mercadería”, señaló el Secretario General de la Seccional Tucumán del Sindicato de Camioneros, César Torres.
Se confirmó que VF, ubicada en el departamento de Arauco (La Rioja), bajará las persianas, decisión que afectará a 105 operarios: 80 fueron desvinculados el lunes pasado y los restantes 25 seguirán en funciones hasta agosto inclusive.
Funcionarios provinciales responsabilizan directamente a la Casa Rosada por la situación, ya que la apertura de importaciones le dio un mazazo al rubro textil, y justamente en La Rioja se encuentra “el principal polo del sector de Sudamérica”, como había manifestado el propio gobernador Sergio Casas. Se trata de una sangría que ya lleva más de 1.600 bajas de puestos laborales en el último año y medio en la provincia.
A la apertura de las importaciones se suma una baja del consumo en términos generales, baja que recrudece en las zonas de frontera, como las cordilleranas, por el éxodo de compradores a países limítrofes para aprovechar descuentos y promociones respecto de los altos precios locales.
La crisis textil también se siente en provincias como Catamarca, San Luis y Chubut, que también sufrieron cierres de empresas.