Por Pablo Tano. Rafael Nadal ganó su octavo título en el polvo de ladrillo francés, superando con amplitud a David Ferrer. Entre las mujeres, Serena Williams venció a Sharapova en la final.
El mosquetero de la arcilla
El español Rafael Nadal (3º) demostró, una vez más, que es imbatible sobre polvo de ladrillo. ¿Puede perder? Sí, como en aquel 2009 contra el sueco Robin Soderling, pero en las estadísticas sólo quedará inmortalizado como el primer nombre que conquistó ocho veces un Grand Slam. El mallorquín quebró, además, el récord que ostentaban el gran Guillermo Vilas y Roger Federer, quienes obtuvieron 58 victorias en París, al lograr 59 triunfos y una sola derrota -la antes mencionada-.
Rafa, de 27 años, sumó así su 12º título en un Major -uno más que todos los tenistas españoles juntos a lo largo de la historia-, obtuvo el 57º torneo de su carrera y el 42º sobre arcilla. “Nunca imaginé que algo así pudiera ocurrir, pero aquí estoy y sólo puedo dar las gracias a todos los que me han apoyado durante toda mi carrera”, agradeció, emocionado, y recordó “los momentos malos” que vivió durante los siete meses en los que estuvo lesionado.
Enfrente del balear estuvo otro gladiador y amigo, David Ferrer (4º), quien alcanzaba su primera final en un “grande” y ello parece haber significado una carga muy pesada, sumado a la racha adversa que tiene contra el campeón.
El partido, disputado en la cancha Philippe Chatrier, estuvo interrumpido por la lluvia, se desarrolló bajo un cielo encapotado y un clima húmedo que hizo que las pelotas se convirtieron en “bolas de pool”. Pero Nadal tenía un objetivo claro y ese sería su foco: mantenerlo al valenciano en el fondo de la cancha, detrás de la línea, y definir el punto con su drive paralelo. Si bien se quebraron varias veces, el número tres del mundo supo recuperarse y no se equivocó en los momentos decisivos y cedió tan sólo ocho games. El resultado fue contundente: 6-3, 6-2 y 6-3 en dos horas y 17 minutos.
Nadal es el cuarto tenista con mayor cantidad de presencias en finales de Gran Slam (17), las mismas que el australiano Rod Laver y por debajo de Peter Sampras (18), el checo Ivan Lendl (19) y Federer (24).
Y para concluir, en el instante de la coronación, Copa que entregó el plusmarquista jamaiquino Usain Bolt, Rafa demostró que es un grande con grandeza al elogiar a su adversario. “Es un luchador, lo felicito por el torneo que hizo”.
Un susto que podría haber tenido otro final
Un activista protagonizó un hecho insólito en el mundo del tenis, pero que es una imagen más frecuente en el fútbol. Cuando promediaba el segundo set, el manifestante burló la rigurosa seguridad –que no fue tal- del Abierto de París y con una mascarilla, el torso desnudo y una bengala en su mano ingresó al court y se dirigía hacia Nadal, quien lo miraba atónito. Por suerte, el personal de prevensión llegó a tiempo y lo persuadió. El hombre llevaba escrito en su cuerpo la leyenda: “Francia pisotea los derechos de los niños”.
Madame Williams por segunda vez
Serena (1º), la menor de las hemanas, destronó a la rusa Maria Sharapova (2º) en sets corridos por un doble 6-4 en una hora y 46 minutos de juego. La estadounidense logró el 16º Grand Slam de su carrera, el segundo en París.
Serena, quien cerró el partido con un ace a 198 kilómetros por hora, se convirtió, con 31 años y 247 días, en la jugadora más veterana en ganar RG, superando a su compatriota Chris Evert Lloyd, que lo consiguió con la misma edad y 169 días.