Por Laura Cabrera @LauCab
Halo Bestia es el primer trabajo discográfico del dúo SeraArrebol, compuesto por Nacho Vidal y Nadia Larcher, quienes luego de diez años de experimentación musical llegan a los escenarios con este material no sólo para unir sus voces sino además para plantearse cada sitio como espacio de indagación sobre el rol social, cultural y político de los y las artistas.
Diez años pasaron desde el inicio de la amistad entre Nacho Vidal (voz y guitarra) y Nadia Larcher (voz). Diez años en donde el haber compartido una “trayectoria sonora” dio lugar a la formación del dúo Seraarrebol, que recientemente dio a luz Halo Bestia, su primer disco, compuesto por diez temas en los que predominan las raíces folklóricas entre melodías cálidas y la referencia a paisajes en temas que de tan descriptivos se presentan casi como pinturas. El disco, que fue lanzado formalmente el mes pasado, cuenta con la presencia de artistas invitados que suman belleza al secreto de esta obra: “La simpleza que logra una síntesis”.
A poco de la primera presentación oficial, el dúo dialogó con Marcha acerca de este trabajo y sobre cómo funciona Seraarrebol en la escena artística del país, tanto desde lo musical como desde otros roles.
-Halo Bestia se presenta como algo simple, dos voces, una guitarra, pero esa simpleza fue lograda mediante un trabajo que incluyó invitados, ¿cómo fue esta primera experiencia de Seraarrebol?
NADIA: -Si, Seraarrebol nace como un dúo de voces y guitarra. Hemos trabajado así durante tres años. Pero, a medida que avanzamos con el disco entendimos que las canciones necesitaban nuevos sonidos y esa idea se consolidó con la invitación de Andrés Beuwsaert, Mariano Agustoni, Mariano Cantero, Andrés Marino, Christine Brebes, Jordi Rossi, Matías Zapata y Sebastián Valsechi, quienes nos ayudaron a hacer crecer las canciones y a lograr que el disco también sea una instancia de creación. Es por eso que el proceso duró dos años. Es interesante pensar que la simpleza no es lo menos si no lo que logra una síntesis. Anhelamos haberla logrado.
-Este disco tiene un estilo bien marcado, ¿cómo lo definirían ustedes?
NACHO: -No sé cómo sería definirlo en términos de estilo. Sí hay una búsqueda en lo universal, pero con los pies sobre este suelo, el suelo donde crecemos, soñamos, amamos, danzamos y trabajamos… Hay una predisposición, aunque hay algo inevitable en esto, a la universalidad. Pero al caminar uno va pisando un suelo y ese suelo define en cierta medida los pasos y nos exige estar atentos. Sentimos que estas canciones y el modo de abordarlas, lo están. No porque debieran estarlo, nosotros las lanzamos al diálogo con las músicas que suenan y que resuenan en cada uno, ojalá convivan y enriquezcan lo que nos rodea y un poco más allá.
-La poesía es propia. Ustedes hablan de canciones inspiradas en paisajes, aunque en casos como el de “Muerte fabulosa de los caballos” se describe una situación, se cuenta una historia, ¿cómo surgió toda esa búsqueda hecha canción?
NACHO: -El poema Muerte fabulosa de los caballos preludia a “Halo bestia”, una música que surgió de la mano de una métrica predispuesta al verso. Esos versos cantados en jitanjáfora fueron entregados a Juan Andrés Despouy, quién terminó diciendo: “Si dejo correr al silencio / y me siento a verlo pasar / tal vez mi canto lo diga / con palabras simples como el pan / pero a lo simple lo pierdo / y sin pan no se puede hablar.” Este Juan, compañero de caminos y sueños, publicó “Muertes fabulosas”, el libro que alberga estas muertes, y entre la “Muerte fabulosa de los números”, por citar algunas, aparece la de los caballos. Ese poema acompaña hace muchos años los recitales de Seraarrebol.
-Si bien Seraarrebol ya lleva varios años de experiencia, ambos cuentan con un camino musical transitado antes de este dúo, ¿qué buscaban musicalmente cuando comenzaron a componer juntos?
NADIA: -Buscábamos un espacio de creación donde trabajar sobre nuestras intuiciones y sobre todo, aprender. Somos amigos hace mucho tiempo y estos años de trabajo nos han servido para plantearnos diálogos musicales pero también políticos y culturales. Cuando comenzamos este proyecto también comenzamos a discutir nuestro rol de artistas en esta ciudad y en el país, en el ámbito de la cultura y la sociedad. Con Seraarrebol comenzó una trayectoria sonora pero también un espacio de indagación.
NACHO: -Convertirnos en una sola voz.