Por Mario Hernandez
En la última convocatoria del Gobierno de la CABA para cubrir cargos para la secundaria el pasado 13 de mayo, quedaron sin cubrir más de 1.000 horas cátedras. “Si la carga horaria de una escuela se calcula en 100 horas cátedra diarias, el remanente es el equivalente a cerrar 10 escuelas”, afirmó Eduardo López, titular del gremio UTE.
También quedaron cargos “remanentes” en la primaria, sobre todo en el sur de la Ciudad. Entre las medidas diseñadas para paliar la situación, las autoridades implementaron el programa “Estímulo a la Formación Docente” para estudiantes que tengan al menos el 70% de la carrera docente completa. Consiste en prácticas rentadas durante cuatro meses. Les pagan $ 7.000 por mes y los alumnos obtienen como parte de su formación la práctica concreta en un grado.
Según Fabián Alvarez, Director de una escuela en Villa Devoto, “las condiciones laborales son las que desalientan a los nuevos maestros”.
“La docencia no parece ser una profesión deseable para muchos jóvenes: está poco apreciada socialmente y el salario no parece atractivo”, explica Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO y profesora de la UNLP.
Para María Eugenia Nogueira, maestra de grado en Villa Zavaleta, Barracas, “la profesión hoy no es valorizada por el Estado”. También afirma que hay barrios, sobre todo en el Sur, donde faltan vacantes para los chicos y que todo se mantiene por el gran compromiso de los maestros.
La clave para aumentar cargos docentes es el presupuesto, que en Ciudad baja año a año. Con una inflación interanual superior al 43%, creció un 25%. La participación sobre el total del presupuesto porteño es del 18,5%. En 2007, cuando inició su gestión el macrismo, era del 28,2%: una reducción del 35% en 10 años. En 2017, por primera vez, el distrito más rico del país destinará más a deuda que a inversión educativa.[i] El resultado: habrá 38.200 becas y 4.300.000 raciones alimentarias menos que en 2016. En cambio, los subsidios privados crecieron del 14% en 2012 al 16,2% actual. Así en lo referente al esfuerzo presupuestario para educación, entre las 24 jurisdicciones del país, la Ciudad bajó del puesto 13 al 21.
Otro ítem históricamente postergado en los presupuestos macristas es el de infraestructura escolar. En 2016, el gobierno porteño ejecutó el 75%, dejando sin usar $ 175 millones. El año anterior no superó el 70%. Hay escuelas de la Ciudad que siguen sin clases, y no por ausencia de los maestros, sino por problemas edilicios. Es el caso de la primaria Nº 16 del barrio de Almagro, en Don Bosco y 33 Orientales, que suma una semana sin clases por corte de servicios. En Parque Avellaneda, luego de seis días, el colegio de Bellas Artes “Rogelio Yrurtia”, recibió un generador eléctrico.
El lunes 8 de mayo abrió sus puertas el Jardín de Infantes Nº 14 del D. E. 5 “Carlos Fuentealba”. Se trataba de una escuela abandonada hace 9 años que fue recuperada 3 años atrás por los vecinos y organizaciones sociales de Parque Patricios.
Sin vacantes
La Jueza Liberatori le fijó una multa diaria a la Ministra de Educación de la Ciudad, María Soledad Acuña, por no contestar cuántos chicos quedaron sin vacantes en la educación pública este ciclo lectivo.
El problema de la falta de vacantes en la Ciudad es gravísimo. El Gobierno de Rodríguez Larreta destina fondos multimillonarios en financiar la educación religiosa y le niega la posibilidad de acceder a la escuela pública a 11.000 niños. Ese es el número oficial que surge de un pedido de informe que Patricio Del Corro hizo como legislador porteño por el Frente de Izquierda el año pasado.
El GCBA además de no otorgar las vacantes a miles de niños, muchas veces lo hace en colegios lejanos a los domicilios de los alumnos o de los trabajos de sus padres, incluso asignando vacantes en distintos colegios a hermanos, y hasta sobre poblando las aulas excediéndose de la cantidad de estudiantes por docente. Todas problemáticas que integran la crisis del sistema educativo público.
En 2011 el GCBA asumió el compromiso de construir una determinada cantidad de escuelas para dar solución al problema de las vacantes del nivel inicial, a lo cual no ha dado cumplimiento aún, demostrando su falta de compromiso con la educación pública.
También los hospitales
En el primer semestre del año pasado la Ciudad apenas ejecutó el 34,6% de los 1.107.485.636 pesos presupuestados para el Hospital Santojanni, el de mayor subejecución en todo el distrito. No es un dato menor si se tiene en cuenta que es el hospital público generalista con más pacientes en pediatría (64,6 por día). Pero en 2015 dio 170.000 turnos menos que en 2013. De las casi 500 camas de internación que tiene, se encuentra en uso cerca de la mitad.
En 2013, el gobierno porteño había recortado un 40% las suplencias de guardia a través de la resolución 1657, afectando a 1.500 trabajadores y trabajadoras.
Un informe sobre la salud materno-infantil de la Auditoría General de la Ciudad, presentado en noviembre de 2015, habla de falta de camas para mujeres en trabajo de parto. En 2007 los partos realizados en hospitales porteños alcanzaron el techo histórico de 31.727. En 2014, último del que se tiene registro, descendieron hasta 27.208, unos 4.500 menos.
Mientras en Recoleta solo 3 de cada 100 habitantes acuden al sector público, en barrios como Lugano y Soldati (sur), el 40% necesita de la salud pública, sin embargo, el hospital de Lugano, que tendría que estar terminado hace 10 años continúa sin sala de internación.
En el Tornú, casi la mitad de la guardia es ocupada por pacientes mentales, sin camas disponibles porque no las crean como dictamina la Ley de salud mental 448; y están los que sufren tuberculosis que, al no poder internarse porque la sala está cerrada, permanecen en la guardia.
En el Argerich hay internados hace dos meses esperando operarse. En la Unidad Coronaria del Durand solo se usan 7 de sus 12 camas. En el Penna, no funcionan los rayos de guardia. Sin embargo, en los primeros 6 meses del año pasado se invirtieron apenas $ 75.986.874 de los $ 439.886.233 disponibles para “Infraestructura y equipamiento en Salud”.
En 2007, cuando el PRO llegó al gobierno, el presupuesto en salud llegaba al 23%; actualmente es del 16,4%.
Pobreza porteña
En la Ciudad de Buenos Aires hay 578.000 pobres que representan el 18,9% de su población de 3.059.000 habitantes. De ese total 154.000 son indigentes, el 5%, de acuerdo a la medición del último trimestre de 2016 de la Dirección de Estadísticas y Censos porteña. Además, hay otras 542.000 personas (17,7% del total) que pertenecen a los sectores “no pobres vulnerables” y a la “clase media frágil”.
[i] Al 30.9.2016, la deuda alcanzaba U$S 3.236 millones. Al 31.12.2008 era de U$S 501 millones. El crecimiento durante la gestión macrista fue del 546%. Fuente: Instituto Pensamiento y Políticas Públicas.