Sofia Cortez, referente del Movimiento Alternativo de Izquierda (MAIZ) de Costa Rica, integrante del ALBA de los Movimientos Sociales analiza la situación del país caribeño y los desafíos de los movimientos populares de cara a las elecciones presidenciales de 2014.
MAIZ nació el 1 de mayo del 2004 con el objetivo de rearticular las fuerzas de izquierda del país. Es un movimiento que funciona bajo la lógica del poder popular, de la horizontalidad, del trabajo e inteligencia colectivos. Se reivindican socialistas y feministas e integran la Red de Mesoamericanos en Resistencia.
– ¿Qué antecedentes explican la situación actual de Costa Rica?
Costa Rica tiene un gobierno neoliberal que desde 1983, con la primera aplicación de los planes de ajuste estructural, ha venido haciendo un proceso de desmantelamiento y destrucción de las instituciones públicas, estatales y de seguridad social que han provocado una degradación evidente en el tejido social costarricense con un aumento de la violencia, del discurso fascista de los sectores de la derecha, y que ha provocado brechas considerables en cuanto a la desigualdad social.
En el 2000 se da una lucha nacional en defensa del modelo de distribución y generación eléctrica estatal. La defensa de esta institución ante dos proyectos de leyes privatizadoras generó un movimiento prácticamente espontaneo, nacional y masivo, que generó alrededor de 40 cortes de ruta en un solo día en el país. A partir de ese proceso, en el cual que se logra que esas dos leyes se retiren de la legislativa y se para el proceso de privatización, hay un despertar de los movimientos sociales.
Veníamos de los ’90, que en toda América Latina fue una época difícil, de crisis del socialismo histórico. Y es en el 2000 cuando arranca el proceso de reactivación de los movimientos sociales. Del 2004 al 2007 es la lucha contra el Tratado de Libre Comercio (TLC), esta lucha se pierde y se aprueba el tratado con Estados unidos. Es el último país en Centroamérica en firmar el TLC.
Otro proceso catapultador de los movimientos sociales, es la lucha nacional con la que se logró una moratoria para el cese de la explotación de la minería a cielo abierto, se echo a la empresa Industrias Infinito que iba a explotar oro en la zona norte del país y esta empresa, amparada en el TLC, demandó al estado costarricense en las cortes internacionales. Se logro la moratoria a la explotación petrolera también.
Dentro del proceso de reactivación del movimiento social, en lo urbano es muy fuerte la defensa de las instituciones estatales, del seguro social, la electricidad. Y en el campo es la lucha por la defensa del territorio contra las transnacionales agrarias, en este caso la explotación de piña, y contra la minería, contra las hidroeléctricas se han movilizado diversas comunidades y es precisamente allí donde hay un nivel mayor de radicalización de la propuesta, del discurso y del proyecto.
– En relación a las políticas imperialistas de Estados unidos, sabemos que Costa rica tiene en sus costas la Cuarta Flota ¿Qué es lo que está sucediendo en ese sentido?
Este es un hecho que se remonta hace dos años con el discurso que se ha aplicado geopolíticamente en Méjico y Centroamérica con mas fuerza de narcotráfico. Centroamérica es una ruta del narcotráfico, estamos entre Méjico y Colombia y con Estados Unidos arriba, el principal consumidor. Este discurso ha legitimado una militarización.
A nivel de Centroamérica tenemos montones de bases de Estados Unidos, las más grandes están en Honduras, por eso fue ahí el golpe de estado, porque tienen una oficina directa del Comando Sur y en Costa Rica esto se ha traducido en que se aprobó en asamblea legislativa hace dos años un proyecto de ley para permitirle a la Cuarta Flota instalarse en el mar Caribe, en la costa costarricense. Tenemos más de 40 buques navales de Estados Unidos navegando las aguas territoriales. Es una situación difícil porque sabemos lo que eso implica, están monitoreando, están haciendo inteligencia y todas las bases militares tienen los cañones apuntados al sur y eso es algo que en Suramérica se tiene que analizar porque no es menor.
Los movimientos sociales hemos dado la lucha pero ya se les renovó el permiso y posiblemente se les va a seguir renovando, porque la apuesta de Costa Rica es entrar a la Alianza del Pacifico, se está posicionando hacia ese bloque para fortalecer la resistencia imperialista en la región frente al ALBA de los gobiernos y al ALBA de los Pueblos
– ¿Cómo esta compuesto el sector popular en Costa Rica?
El sector popular ha venido creciendo y tiene una diversidad muy grande. Sin embargo, un reto fundamental es la articulación y la unidad. Hay un descontento social que esta creciendo, el gobierno esta perdiendo muchísima legitimidad, pero si el movimiento popular no logra acumular ese descontento hacia una propuesta alternativa va a ser una perdida.
Si no nos damos cuenta del papel histórico que tenemos que jugar, entonces probablemente los procesos se nos vayan de las manos y se terminen yendo hacia la otra expresión que esta creciendo que es la derecha y los discursos de mano dura y si bien ha habido mucha movilización no se logra articular en plataformas amplias que puedan dar un solo golpe, particularmente en esta coyuntura, que es una coyuntura electoral.
– ¿Cuál es el panorama para las elecciones?
Las elecciones son en febrero del 2014 y ya hay dos candidatos definidos, con los procesos partidarios internos ya agotados y puestos en la escena política. El candidato del Partido de Liberación Nacional, oficialista y de derecha, Johnny Araya; y el candidato del Frente Amplio, de izquierda, que es Jose Maria Villalta.
El Frente Amplio ha logrado acumular mucha juventud porque su candidato es un joven de 35 años que se ha posicionado en el país como el vocero de esta nueva generación que está construyendo alternativas. Este candidato ha logrado subir las encuestas y se augura que si se hace un buen trabajo la izquierda aumente. En este momento se tiene solo un diputado de 57 que se ha mantenido por dos periodos electorales consecutivos, el reto es en esta oportunidad ampliar esa bancada.