Por Mateo Munin Prado / Sergio Segura. Fotos por Milangela Galea
“En el sur del continente, tierra de Evita y el Che, nos encontramos compañeras y compañeros de la Coordinación Política del ALBA Movimientos entre los días 15 y 17 de mayo de 2017, con el objetivo de perfilar el programa político para la integración de los pueblos.”
Con estas palabras comenzó la conferencia de prensa realizada por la Articulación Continental de los Movimientos Sociales hacia el ALBA el pasado miércoles en Buenos Aires (Argentina), donde presentaron una serie de medidas concertadas en el marco de los diferentes encuentros durante la semana.
“Nuestro continente enfrenta una disputa de proyectos hegemónicos donde las derechas locales intentan a cualquier precio romper de manera definitiva con las alternativas soberanistas, populares y revolucionarias para consolidar la posición del imperialismo yanqui en la región (…). Para el debate de nuestros pueblos, la articulación en nuestras organizaciones de base, para promover las luchas en las calles y la disputa de los programas institucionales de gobierno, estamos proponiendo el desarrollo de seis ejes estratégicos: 1. El internacionalismo solidario, 2. La batalla ideológica y cultural, 3. La defensa de los derechos de la madre tierra y la soberanía de los pueblos, 4. Nueva economía para el buen vivir, 5. La democratización y la construcción de poder popular y 6. Los feminismos populares”.
Además, la articulación lanza como contraofensiva a la injerencia mediática e imperialista en la crisis venezolana la campaña “Venezuela Corazón de Nuestra América”, siendo la solidaridad y el internacionalismo parte de las enseñanzas que dejó el líder histórico de la Revolución Cubana.
Cátedra Fidel Castro
En el marco de esta cátedra creada por el ALBA se llevó a cabo un panel con la participación de referentes políticos y líderes y lideresas sociales de distintas organizaciones de América Latina: Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Cuba y Argentina dejaron constancia de la coyuntura que vive cada uno de los países. Así, con el objetivo de encontrar puntos comunes y lazos para fortalecer la articulación continental de los pueblos de Nuestra América, las organizaciones sociales y demás asistentes conversaron sobre la importancia de visibilizar problemáticas silenciadas por los medios masivos de comunicación y la necesidad de repuntar en la movilización, justo en un momento donde la represión avanza y las oligarquías de la región se radicalizan.
Desde Colombia, militantes del Congreso de los Pueblos y la Marcha Patriótica, abordaron un balance de las principales problemáticas que aquejan a su pueblo, principalmente la agudización del terrorismo de Estado: asesinato selectivo de líderes sociales y defensores de derechos humanos (más de 150 en 14 meses, 43 durante 2017 -uno cada dos días-), aumento de la criminalización de la protesta y judicialización de líderes sociales, la avanzada del paramilitarismo (negado por el Gobierno), el incumplimiento del gobierno de Juan Manuel Santos en el acuerdo de paz firmado con las FARC-EP (y el asesinato de varios guerrilleros amnistiados), la profundización de las políticas extractivistas, entre otros. Igualmente denunciaron que en el país se mantiene privados de la libertad a más de 9500 prisioneros y prisioneras políticas, la mayoría acusados arbitrariamente bajo el modelo de los ‘montajes judiciales’. En ese sentido, asistentes argentinos exigieron la libertad del estudiante Mateo Gutiérrez (a quien conocieron en Cuba en jornadas de solidaridad), joven bogotano de 20 años quien lleva encarcelado bajo el mismo modelo desde el 23 de febrero.
A su vez, reiteraron que existen siete bases militares que permanecen en directo control yanqui, demostrando el papel geoestratégico de Colombia no solo para mantener la doctrina del enemigo interno, sino también para organizar la logística e inteligencia militar necesaria para atacar a Venezuela y demás países de gobiernos progresistas. Los integrantes de dichas organizaciones cerraron sus intervenciones bajo las consignas “la paz de Colombia es la paz del continente” y “la paz son cambios”, invitando además a respaldar los diálogos entre la guerrilla del ELN y el Gobierno, quienes transitan por la segunda fase de conversaciones en Quito (Ecuador) con el fin de acordar la solución al conflicto armado que aqueja al país hace más de medio siglo.
Por su parte, la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora y La Araña Feminista, pasaron a analizar la situación actual en la República Bolivariana de Venezuela. Entre la ya conocida injerencia imperialista, la guerra económica, las ‘guarimbas’ y la batalla mediática, aprovecharon para contar cuál es la situación real del país y cuáles son los retos actuales del movimiento popular. Otro de los puntos analizados fue el papel del movimiento feminista, del cual se celebra que sea un eje transversal dentro del ALBA “en el marco de la lucha contra el machismo y el patriarcado capitalista”. “América Latina está reflejando un feminismo que es socialista, de las bases, de los pueblos en lucha. La patria socialista se construye desde nuestros cuerpos, nuestros corazones, nosotras creemos que esa es la manera de derrotar la agenda violenta de la derecha, de las transnacionales, del bloqueo económico del capital internacional financiero”.
Asimismo resaltaron la importancia de Fidel para la revolución bolivariana: “Chávez se inspiró en él, fue su amigo, su defensor y la tarea es seguir el pensamiento filosófico-político de ambos líderes, para estudiarlos y practicarlos”. Las dos venezolanas, aunque críticas con su mismo proyecto, señalaron la importancia de apoyar la Constituyente que propone el gobierno de Nicolás Maduro, teniendo por delante el desafío de unir al movimiento popular venezolano a pesar de la desinformación y el cerco mediático internacional.
Por otro lado, la representante de la Asociación Nacional de Pequeños Agricultores (ANAP), aportó su experiencia en el proceso revolucionario cubano, celebrando a su vez el aniversario del acto donde Fidel entregó personalmente, el 17 de mayo de 1959 (después del triunfo de la revolución), el primer título de tierra como parte de la reforma agraria. Celebró también la importancia de la liberación de Oscar López Rivera, militante puertorriqueño encarcelado en Estados Unidos desde hace 36 años.
El vocero por Perú demarcó el recrudecimiento del neoliberalismo que impera en el país desde hace varias décadas, siendo esta una de las razones de la eliminación física y política de la izquierda en el país. Por su parte, el integrante del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia hizo un recuento de las disputas en su país desde que llegaron al poder: “Como movimiento campesino e indígena empezamos a hablar, a pensar, a alcanzar el poder, y vimos que no era suficiente la tierra, quedarnos como simples pastores o cuidadores. Los campesinos hemos alcanzado al poder, eso pertenece hoy a la mayoría del pueblo y no a la oligarquía. Gracias a la lucha y el apoyo del continente hemos logrado este triunfo. Y ahora es el turno de Bolivia y nos toca nosotros apoyar a Colombia, a Venezuela, a Argentina. Todos los representantes de los movimientos nos hemos reunido para empezar las batallas, no dejaremos solos a los pueblos, hay que defender la democracia en Venezuela y apoyar a Colombia en su proceso de paz”.
Una de las conclusiones finales que comentaron fue “que no hubo como tal un retroceso de los movimientos populares en América Latina, pero sí un avance marcado de la derecha en detrimento de los gobiernos progresistas”.
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