Por Andrés Alvarez
La miro de reojo
está mojada igual que yo
por esa lluvia que nos acompañó
durante la mañana.
Aunque hay varias personas
a nuestro alrededor
sólo me fijo en Mónica.
Quedamos a un costado
mientras ella escucha yo la observo
uno
dos
tres relatos.
Historias de pibes pibas con sus vidas
buscando un cauce y arrebatadas
en un suspiro.
Prende un cigarrillo
cierra los ojos
mientras el papel se va quemando
qué pensará.
Una pitada que parece eterna
y que posee el único destello naranja
entre los grises de este día de invierno.
Termina uno de los relatos
abre los ojos vidriosos
piensa en su negrito, que estuvo ausente
5 años y 8 meses.
Aplaude
arenga
tira el cigarrillo y va hacia el micrófono.
Ahora es su turno.
A Luciano Arruga