En una entrevista realizada por Con el pie Izquierdo de Radio Sur, el Secretario General del sindicato docente ADEMyS, Carlos Oroz, abordó la reforma de la escuela secundaria impulsada por el gobierno de Mauricio Macri, que cobrará vigencia a partir del año que viene.
-¿De qué hablamos cuando hablamos de “nueva escuela secundaria”?
Existe una decisión del Consejo Federal de Educación desde hace dos años en este tema. Se ha comenzado con un proceso de cambios y transformaciones en las escuelas, que como elemento en común ha tenido la nula participación de los docentes en la realización del diagnóstico y en la solución a los problemas detectados.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), se trata de cubrir estos reclamos de participación con una parodia democrática. Desde fines del año pasado y lo que va de este año, se han realizado algunas jornadas, supuestamente para debatir. Pero todos sabemos que están realizados todos los prediseños curriculares, unos formularios todos súper pautados, con preguntas dirigidas. No llevan a la reflexión y no le permiten al docente opinar sobre cuales son los problemas de la educación, cuál es la escuela que queremos, para qué tipo de sociedad, qué perfil de alumnos, qué practica docente para formar ese perfil de alumnos. Ninguna de esas cuestiones está presente en lo que plantea el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) debatir.
-Si no fueron convocados los docentes que son los que están todo el día en las aulas, para resolver los problemas de la escuela, ¿Quién propone las soluciones?
Esto es un proceso que se viene dando hace años, más allá de las administraciones que se suceden, como la transferencia de escuelas a las provincias, sobre todo a partir de la Ley Federal de Educación. Plantea una separación de tareas en la cual el docente es expropiado de la posibilidad de pensar y elaborar la currícula que debe aplicar y, cada vez más, convertirlo en un mero técnico aplicador de planes y currículas que deciden técnicos alejados de la realidad del aula. Incluso se le expropia al docente la creatividad para elaborar como se debe dar esa currícula. Ya no solo el qué, sino también el cómo. Y vienen ahí los manuales masticados con un montón de actividades preparadas, que en el contexto de jornadas laborales extendidas de los docentes, en la práctica les vienen bien, pero en concreto y a largo plazo también lo expropian de esa capacidad creativa. Entonces, se acrecientan cada vez más estos roles asignados. Estos técnicos alejados de esa realidad áulica, y contratados por los funcionarios de turno, son los que elaboran esas reformas totalmente ajenas a lo que pueda opinar o pensar aquel que está todos los días en la frontera de la producción del conocimiento codo a codo con los alumnos en cada una de las aulas de este país.
-¿En qué momento entraría en vigencia la nueva escuela secundaria?
A partir del año que viene se darían los cambios en primero y segundo año. Es importante pensar un par de cosas al respecto. Primero, esta cuestión no explicitada sobre qué escuela se quiere construir, qué perfil de alumno. Sólo explicitan algunas generalidades que no terminan de definir. Por otro lado la creación de nuevas materias, la destrucción de otras, la implementación de nuevas cargas horarias, son cuestiones que van a crear problemas laborales. Va a haber docentes que van a correr el peligro de pasar a disponibilidad parte de sus horas. O al menos no está planteado cómo se va a solucionar esa cuestión. Por otro lado, cómo se amplia la caja curricular, esto va a necesitar la ampliación del horario, y como hay una falta de edificios escolares grave en la CABA y hay escuelas que funcionan en tres turnos, o varias escuelas que funcionan en el mismo edificio en turnos distintos, esto va a llevar a que, a mediano plazo, algunas escuelas deban fusionarse con otras.
– Desde el punto de vista del GCBA con su concepción empresarial, ustedes serían empleados y los alumnos y padres de los alumnos, serían los clientes ¿Fue convocado este otro sector?
Claro, pero el “cliente-padre”, en el nuevo modelo educativo, nunca es convocado como tal, sino que es convocado a través de las llamadas “fuerzas vivas de la sociedad”. Entonces, ¿Quiénes son convocados? Organizaciones, fundaciones, etc. y a ellos se les pide la opinión. Los docentes y los sindicatos docentes prácticamente no tuvieron posibilidad de opinar sobre esta reforma. Lo seguro es que los equipos técnicos y las cámaras empresarias de las escuelas privadas tuvieron participación. Los intelectuales de la Universidad Católica Argentina no solo tuvieron participación sino que integran y se han sumado al GCBA y los equipos técnicos del ministerio de Educación. La curia también ha tenido activa participación. Y también la fundación de la UOCRA ha tenido un activo rol en la reforma de las escuelas técnicas.
-¿Qué tiene que ver la UOCRA?
Bueno el tema es qué perfil se le da a la escuela técnica. Cuando hablamos de la UOCRA no estamos hablando de un sindicato, sino de un determinado perfil de sindicalismo empresarial. Entonces la UOCRA de por sí también representa los intereses de las empresas de construcción.
– ¿Alguna vez se pensó ese proyecto, ese modelo que decís que hoy no existe de escuela secundaria?
Uno podría decir en dos momentos. En los comienzos, una escuela secundaria de elite, para formar la clase dirigente. Y después en otro momento, cuando esa escuela secundaria se masifica. Y después podemos pensar en momentos parciales: el surgimiento de la escuela técnica, determinadas modalidades… En realidad, siempre se piensa. El macrismo pensó, el gobierno nacional también, el tema es que no lo explicitan ni abren la participación a la discusión. No es que es una reforma sin objetivos o improvisada. No, está muy bien pensada, lo que no está es explicitada.