Por Ramón Raggio. El primer sábado de cada mes la comunidad cannábica mundial tiene una cita: la Marcha de la Marihuana. En esta ocasión unas 100 mil personas se convocaron en Argentina para pedir regularización del cannabis y exigir un freno a la encarcelación de cultivadores no comerciales.
Realizada desde 1999 de forma simultánea y autónoma, la Marcha Mundial de la Marihuana busca poner como reclamo común la situación de la planta de cannabis y terminar con la criminalización y persecución de sus usuarios y cultivadores. En Argentina, en 2012 se manifestaron más de 60 mil personas en 20 localidades del país.
“Hace ya 4 años que estamos marchando desde Plaza de Mayo a Congreso y cada año es mayor la cantidad de gente. Es impresionante. ¡Ya llevamos contadas unas 12 cuadras y siguen llegando!”. Con estas palabras, eufóricas, festejaba el éxito de la edición 2013 de la Marcha mundial de la Marihuana el editor de la Revista THC Sebastián Basalo. La publicación que dirige, junto a agrupaciones cannábicas de Capital y Conurbano y la Coalición de Activistas Cannábicos de América Latina, entre otras organizaciones, fueron los responsables de que más de 100 mil personas hayan participado y expresado la necesidad de una nueva regulación para el cannabis en Argentina el pasado sábado.
La bandera que encabezaba la movilización lo decía bien clarito: “No más presos por cultivar, regulación del cannabis ya!”. Además de la batucada, había una columna nutrida de cultivadores, personalidades políticas, legisladores y militantes.
Todos pedían lo mismo: derogar la Ley 23.737. Actualmente regimenta en cuestión de estupefacientes en nuestro país. De carácter penal, entiende que la posesión de alguna sustancia que esté tipificada como estupefaciente, más allá del fin de esa tenencia, constituye un delito y por ello prevé penas con cárcel para quien cultive marihuana. Como Fernando Colombini.
Por 8 plantas, el Colo como lo conocen en Saladillo -localidad de la que es oriundo-, lleva ya 3 meses de encierro. Está alojado en el penal de Magdalena, de máxima seguridad. Su proceso está plagado de irregularidades y se ha vulnerado uno de sus derechos más básicos, como es la presunción de inocencia en un caso judicial. “Exigimos que Fernando sea liberado, que se cumplan sus derechos, que se cumpla el artículo 19 de la Constitución Nacional y se lo respete”, avivó Nermi, militante de la Agrupación de Agricultores cannábicos de Argentina.
“Yo no sé de leyes, pero no es posible que siempre seamos los mismos los que caemos, a los narcos nunca les pasa nada, siempre somos los perejiles, y la policía está ahí, arreglada”, manifestó José, de 20 años, de Lomas de Zamora. Como él, varios manifestantes coincidían en el abuso policial a quienes fuman o tienen cannabis. “Esta ley está hecha para los narcos. La usa la policía, levanta a un par de perejiles, hace las estadísticas, y dice como si estuviera trabajando, cuando en realidad lo que hacen es lavarle la cara a los peces gordos”, contó Noemí, militante de la Agrupación Cannabicultores del Sur.
En ese punto hizo principal hincapié Matías Faray, referente de la Agrupación Cannabicultores de Oeste, quien tuvo a su cargo el cierre del acto frente al Congreso: “No queremos más narcopolicía en nuestros barrios, basta de criminalizarnos”.
“Ole le, ola la, no queremos tranzas queremos cultivar”, avivaba Faray mientras entre el público se agitaban las banderas de agrupaciones cannábicas, pero también políticas y sociales: el PTS, MST, Mov. Evita, Libres del Sur y el Frente Popular Darío Santillán acompañaron el reclamo de regularizar el cannabis, sea despenalizando o legalizándolo.
“Cada año la plaza y la Avenida de Mayo se pone más conciente. Somos buena vibra, queremos un cambio y lo vamos a lograr”, decía sonriendo Julio, cultivador de Morón, mientras respiraba los humos colectivos de cambio. “A seguir plantando hasta el año que viene”.