Por Noor Jiménez Abraham y Laura Salomé Canteros desde Ushuaia / Fotos: Lorena Uribe
A las 18 se conocerá en Tierra del Fuego la sentencia del juicio histórico por trata de personas en el que, por primera vez, una sobreviviente de explotación sexual, Alika Kinan, es querella acusando a sus proxenetas y al Estado municipal.
Esta mañana en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal, las personas acusadas tuvieron su oportunidad para expresarse antes de que hoy a las 18 se de la sentencia, en el Tribunal Provincial de Tierra del Fuego (Monte Gallinero). Además, está en juego la demanda por reparación económica por un monto de $ 2.365.000.
Pedro Montoya, acusado por ser propietario de “Sheik”-bar nocturno donde se mantenía bajo explotación sexual a la demandante, encuadró su inocencia bajo el paraguas de los controles de los organismos a tal fin: “Le pregunté a mi abogado y me contestó que no estábamos incurriendo en ningún tipo de delito y que estábamos bajo las ordenanzas en vigencia, sujetos a inspecciones, de todas las Fuerzas Armadas, Gendarmería, Policía, Migraciones, Ministerio Público de Trabajo, Sadaic, Capif, DGR Provincia y, por supuesto, Municipalidad de Ushuaia, órganos contralores que verificaban siempre la actividad comercial desarrollada. Siempre pensé que estaba realizando un trabajo lícito y a derecho”. También afirmó “jamás abusé, exploté, martiricé, sometí, exploté a nadie”.
A su vez, Ivana García, pareja de Montoya, comenzó su relato con la frase “sentí que pasaron un límite”, y expresó su molestia porque se hizo referencia a su hija con nombre y apellido: “Durante cuatro años nos mantuvimos al margen de toda agresión por resguardar la identidad de mi hija, no entiendo cuando a supuestas víctimas para resguardar su identidad la llaman por una letra. Somos personas no somos animales”. Agregó que tuvieron varios comercios –almacén, casa de comidas, salón de fiestas, y que todo estaba declarado. “Creo en la justicia de mi país pero también creo en la justicia divina. La justicia divina es la única que va a juzgar mi conciencia”.
Lucy Alberca Campos, una de las acusadas y administradora de “Sheik”, para quien los fiscales pidieron 5 años de prisión, manifestó que no iba a ser uso del derecho a sus palabras finales antes de la sentencia. Para Montoya y García, la fiscalía solicitó 12 y 9 años respectivamente.
Esta mañana el diario local “Prensa” se refirió al caso como nota de tapa con una bajada que aludía a la víctima como “una de las alternadoras, quien pretende una indemnización de sus ex empleadores”, lo que pone en contexto una sociedad que fue indiferente al delito que se cometía.