Por Ignacio Uranga*.Un poema que integra el libro a-letheia/ramalaje (2012), enviado por el autor especialmente para Marcha.
El caso es que no puedo ni más empobrecerme ni
con mis contradicciones: no voy esta vez a pedir
dejar de padecer la plusvalía esta de cada día ni
evitar enajenarme, así en lo real como en la
consciencia; sin ir más lejos “trabajo”, siendo
apenas un número, “que les dean trabajo”, hoy
dijo el 054, denunciando la naturaleza exclusiva
del acceso a la lengua (ácido de la ría hizo la
zona industrial, y malformación en los peces:
dejaron el agua y tomaron el fuego los pescadores
artesanales: barcos enormes, de enormes capitales
capturan la fauna con métodos de avanzada allá
en altamar). El qué de mis palabras es como rechazo
abrir de un tajo incluso más vacío que el lenguaje
un espacio irrevocable entre esta escena que hoy
habito y la alta clase, para, en lo moral como en lo
político, sentirme liberado de esta dinámica económica:
lo que antes camino y vista al paisaje, ahora enrejado
y cientos de containers más control de prefectura (ni
gaviotas en el cielo ni cañas en muelle: manchas
industriales oscuras, feroces flotan sobre el agua
como aquellos que a lo lejos conquistan la marea
sometiendo a los peces y a las lanchas en el puerto).
*Nació en Bahía Blanca en 1982. Estudió licenciatura en letras en la Universidad Nacional del Sur. Editó El ella real (2009) y a-letheia/ramalaje. Sus poemas fueron incluidos en diversas publicaciones de Argentina, Chile, México, España y Estados Unidos. Una selección de su libro ramalaje fue publicada por Sibilia (España) y traducida al inglés por Review: Literatue and Arts of the Americas (New York). Es colaborador del Periódico Nacional de Poesía de la UNAM (México), Urbe Salvaje (Chile) y Revista Ñ (Argentina). Materna se titula su último libro, aún inédito.