Por Fania Rodrigues* / Traducción: María Julia Giménez
¿Cuanta fuerza puede tener una idea? ¿Hasta dónde una persona está dispuesta a llegar en nombre de aquello que cree ser correcto? Atrás de los muros de una prisión de máxima seguridad en Texas, Estados Unidos, una mujer de trazos delicados está presa hace unos 15 años por escoger el difícil camino de combatir algo que consideraba injusto. Durante siete años, trabajando como funcionaria de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA, sigla en inglés), Ana Belén Montes pasó informaciones a la agencia de inteligencia cubana sobre operaciones del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba.
Los datos eran enviados a través de combinaciones numéricas y de códigos, siempre en papel, transmitida a un persona, en la misma ciudad. Ese receptor transmitía a una tercera persona y recién entonces la información llegaba al gobierno cubano. Los códigos que usaban acostumbraban a tener mensajes cortas, algo así como “recibí mensaje” o “peligro”. Mas adelante los investigadores concluyeron que toda la información era transmitida en papel soluble en agua, lo que permitía destruirlos fácilmente. El objetivo principal de Ana Belén era evitar atentados contra el pueblo cubano.
En el 2001 ella fue detenida, acusada de espionaje y condenada a 25 años de prisión y otros cinco de libertad vigilada. Cuando fue presa, ella tenia 44 años y al salir tendrá 69. Hoy ella tiene 59 años. Ahora, con el restablecimiento de las relaciones internacionales entre Cuba y EUA, hay una esperanza por parte de parientes, amigos y activistas de la causa de que ella sea liberada a través de un indulto del presidente Barack Obama. Ese indulto puede ser emitido hasta fin de su mandato en enero del 2017.
En su declaración durante el juicio, Ana Belén explicó porqué decidió compartir información del departamento de Defensa de los Estados Unidos con Cuba. “Creo que la política de nuestro gobierno en relación a Cuba es cruel e injusta, y me siento moralmente obligada a ayudar a la isla a defenderse de los intentos de imponer nuestros valores y nuestro sistema político”, dijo al juez.
Cuba tenia los índices de desigualdad social muy próximos a los de Haití antes de la Revolución Cubana (1959), liderada por Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos, Raúl Castro y otros revolucionarios que derrocaron la dictadura de Fulgencio Batista, que era aliado de los EUA.
Hoy, esa isla caribeña ostenta algunos de los índices de desarrollo humano más altos de la región, como las bajas tasas de desigualdad social. El país universalizó el acceso a la educación y a ala salud. El sector de salud, inclusive, es considerado un de los mejores sistemas del mundo, reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según estas y otras informaciones, después de algunas visitas a Cuba como agente de inteligencia de los EUA encargada de espiar el funcionamiento del Partido Comunista Cubano, Ana Belén decidió hacer justamente lo contrario de lo que le había ordenado. Y aunque haya tenido poco contacto con la población cubana, en la isla ella es considerada una heroína.
Sentimiento de justicia
Según sus familiares, Ana Belén nunca recibió un dólar del gobierno cubano. La espía habría pasado informaciones por pura convicción. La justicia norteamericana tampoco encontró indicio de pagos. “Ana estaba convencida del cruel tratamiento que el gobierno estadounidense daba a Cuba. Conociendo a Ana, puedo decir que ella siempre demostró un gran sentimiento de justicia, eso quedó evidente en la manera como trataba a las personas y conducía su vida”, explicó su prima, Miriam Montes Monck, que es escritora y coordinadora de la Mesa de Trabajo en defensa de Ana Belén Montes en Puerto Rico.
Hija de puertorriqueño, Ana es ciudadana norteamericana, pero nació en Alemania occidental en 1957, debido a que su padre era médico y prestaba servicios al ejercito de Estados Unidos, pero vivió casi toda su vida en EUA. Se graduó e hizo posgrado en Relaciones Internacionales, trabajó en el Departamento de Justicia antes de ir par ala Agencia de Inteligencia de Defensa. Antes de ser presa, Montes era analista de inteligencia en Cuba y su cargo estaba entre las más altas jerarquías dentro de la DIA.
En su juicio, en octubre del 2002, contó con la defensa del famoso abogado Plato Cacheris que ya actuó contra el ex presidente Bill Clinton y también defendió a Robert Philip Hanssen, otro conocido espía, agende del FBI que sirvió a las autoridades rusas por 22 años, hasta ser preso en el 2001. Según declaraciones del abogado, “Ana Belén sentía que los cubanos eran tratados injustamente por los EUA”.
Para una de las principales defensoras, Miriam Montes Monck, que embandera una campaña internacional en defensa de la libertad de Ana Belén, ella estaría imbuida del espíritu de justicia que inspiró a grandes lideres de Gandhi, Martin Luther King e Rosa Parks, que osaron desafiar a la ley para luchar contra un sistema injusto. “Esa es una manera de luchar, de proponer al mundo una manera diferente de veer la vida, diferente de lo establecido, de lo tradicionalmente aceptable. Con el tiempo, la Historia está dando la razón a todos ellos. En este sentido, la Historia también le está dando la razón a Ana”, afirmó Miriam.
Durante una visita a Cuba, en marzo de este año, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama afirmó textualmente que la política de su país en relación a Cuba no estuvo bien. “Esos 50 años mostraron que el aislamiento (de Cuba provocado por EUA) no funcionó, son tiempos de otra actitud”, afirmó.
En el 2002, Ana Belén ya defendía una nueva aproximación de los dos países. “Mi mayor deseo es ver el surgimiento de las relaciones amigables entre los Estados Unidos y Cuba. Espero que mi caso incentive de cierta forma a nuestro gobierno a dejar de lado su hostilidad en relación a Cuba y a trabajar con el gobierno cubano en un clima de tolerancia, respeto mutuo y comprensión”, dijo.
Campaña internacional
Recientemente quien salió en defensa de Belén fue el cantor cubano Silvio Rodriguez, que realizó un show en Madrid en homenaje a la ex funcionaria del Pentágono. Diferentes manifestaciones también fueron realizadas en Puerto Rico, Estados Unidos, Chile, Argentina, República Dominicana, Cuba, Francia, España e Irlanda.
Las ideas firmes y su defensa por relaciones diplomáticas respetuosas atrajeron la atención de personas que pasaron a admirarla y se sumaron a su lucha. Es el caso de de la brasileña Carmen Diniz, que hace parte de la campaña de Rio de Janeiro que pide por la liberta de la activista. “Estamos trabajando en una campaña internacional pidiendo al presidente Obama el indulto de Ana Belén. Ella no cometió ningún crimen de gravedad. En ningún momento ella colocó en riesgo la seguridad de EUA. Todas las informaciones que ella pasó fueron para evitar atentados contra Cuba, en este sentido ella salvó vidas”.
Carmen Diniz también cuenta sobre la salud de Ana. “Ella tuvo cáncer de mama, tuvo que hacer una cirugía para retirar una de las mamas. Tenemos poca información sobre su real estado de salud y no sabemos tampoco si esta realizando el tratamiento adecuado en la prisión”, lamentó.
Otro punto critico de la situación de Belén es que ella esta presa en la temida prisión de Carswell que queda dentro de las instalaciones militares de la Marina de los EUA. Allí están algunas de las presas más peligrosas del país, porque la unidad posee un corredor de la muerte para presidiarias que recibieron la pena capital y también trata detenidas con problemas mentales, en el centro de Medicina Federal, dentro del mismo complejo penitenciario. “Con frecuencia las condiciones de la prisión son caóticas”afirma Miriam Montes, que se comunica a través de cartas con la prima.
Según Miriam Montes, esta prisión representa una de los últimos vestigios de la Guerra Fría. “Hoy existe una interesante coyuntura, que surgió a partir de las declaraciones del presidente Obama, sobre la necesidad de normalización de las relaciones con Cuba, que coinciden con las declaraciones de Ana Belén en el 2002, delante de la Corte Federal. Obama demostró su deseo de dejar para atrás los vestigios de la guerra. Entendemos que el encarcelamiento de Ana Belén es uno de esos vestigios, visto que la lucha fue fruto de las relaciones de hostilidad entre EUA y Cuba”.
*Artículo publicado originalmente en Brasil de Fato