Por Camila Franco Soubie / Fotos por Tierra Para Vivir y Cabra Cabrita
A comienzos de mes se realizó por primera vez la feria “Nuevo Abasto” que busca promover la circulación de productos agroecológicos y sin patrón en ese barrio. Desarrollada por la organización Tierra para Vivir en COB La Brecha, la experiencia busca ser replicada todos los meses con el objetivo de apoyar procesos de producción y consumo cooperativos y autogestionados.
El sábado 5 de noviembre en la vereda del Centro Educativo y Cultural Esquina Rebelde (Sánchez de Bustamante y Humahuaca) organizamos la primer versión de la feria “Nuevo Abasto”. En la actividad participaron diversos colectivos y productores/as como: Colectivo de reciclado Las Cavas, Herrería y vivero del galpón Cultural de Claypole (FOL), Producciones artesanales, Burbuja Latina, entre otros/as. La feria estuvo también pensada como un espacio de intercambio, no sólo de productos, sino de experiencias. Por eso la organización Lagarto Obrero realizó un taller de compost del que participaron una decena de vecinas y vecinos.
El principal objetivo del espacio es generar un nuevo polo de consumo alternativo en el medio de la ciudad de Buenos Aires. Elegimos la modalidad feria debido a que es un antiguo modelo de mercado que permite mantener relación directa o casi directa entre consumidoras/es y productoras/es; lo que produce un modelo de consumo más significativo y sin exceso de intermediarios, poniéndole un freno a la especulación.
Por un nuevo modelo de consumo…
En nuestra sociedad consumista y capitalista, los consumidores/as tenemos un importante poder al alcance de nuestras manos. Con nuestro dinero podemos aportar a un modelo productivo específico. Entonces cuando compramos, por ejemplo, en el supermercado, estamos sosteniendo un modelo de producción específico, en este caso basado en: monocultivo, agroquímicos, transgénicos, grandes empresas con explotación laboral y especulación, entre otras características nocivas para la gente y el medio ambiente.
Pero a la hora de querer cambiar esto, nos damos cuenta que la realidad del consumo es compleja, porque a la vez que vemos y nos damos cuenta que el supermercado vende productos con este historial, también notamos que no existen suficientes alternativas en la ciudad para dejar de consumir dichos productos. La mayor parte de quienes quieren dejar esta lógica detrás y apostar a una alimentación más saludable y ecológicamente viable, terminan por ver que la alternativa son los productos orgánicos. Pero estos son caros -a veces excesivamente- y no necesariamente son sin patrón, por lo que las relaciones de explotación en el ámbito productivo siguen estando.
Esta realidad es la que hizo que veamos la necesidad de aportar a la construcción de alternativas de consumo. De ahí nace la idea de la Feria Sin Patrón con orientación Agroecológica. Pensamos el espacio como un proceso de transición, no excluyente, donde el requisito principal es ser productores/as sin patrón y con intenciones de orientarse a la agroecología. Esto lo concebimos así porque sabemos que la realidad es compleja, y no se abandona un modo de producción de un día para el otro sin cambios estructurales de fondo. Creemos que todo aquel que pueda y busque un cambio social debe ser parte de esta lucha, que se puede dar todos los días, cambiando ciertos hábitos de consumo.
… y un nuevo modelo de producción
Estos nuevos consumos requieren de nuevas formas de producir lo que necesitamos día a día. En ese sentido ha sido clave el desarrollo de distintos procesos como las fábricas recuperadas, las cooperativas autogestionadas, la agroecología, los movimientos campesinos y las comunidades indígenas. Sin embargo ese modelo aún no logra consolidarse debido a la precariedad en la que se encuentran las productoras/es debido a un modelo estatal que blinda la producción empresarial.
La consolidación de estas nuevas formas de producción también pasa por la responsabilidad de cada persona. No sólo en tanto consumidoras/es sino también a través del apoyo, la difusión y el involucramiento con esas experiencias. En última instancia el circuito abierto de consumo que promueve el capitalismo puede cerrarse a través de que cada persona se convierta en productor y consumidor –prosumidoras/es- de algunos de los elementos básicos que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida. Por eso arrancamos realizando un taller de compost, porque vemos que uno de los grandes potenciales ecológicos de la ciudad es ese: el manejo de la basura.
Tenemos el objetivo de cuestionar y denunciar el modelo de saqueo y contaminación que es el extractivismo, presente tanto a nivel rural como urbano. Al mismo tiempo creemos que es clave el desarrollo de otros modelos, como el fomento de espacios alternativos de consumo en una ciudad como Buenos Aires, así como el fomento de las redes de comercio justo. Construir de la mano junto con productores/as agroecológicos, fábricas recuperadas, las cooperativas autogestionadas y otras experiencias alternativas que involucren relaciones sin explotación, nos parece imperante.
* Militante de Tierra Para Vivir, en COB La Brecha.