El martes 20 de diciembre se cumplieron 10 años de la rebelión popular que acabo con el gobierno de Fernando de la Rua y con años de neoliberalismo en la Argentina. Miles de personas se movilizaron de Congreso a Plaza de Mayo para recordar aquella jornada.
Desde las 15 horas empezó el movimiento en la Ciudad de Buenos Aires. En el Obelisco varias organizaciones de la izquierda independiente y autónoma como la COMPA (Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina), COB La Brecha, ADEMYS, MIR, MNCI, entre otras organizaron un acto en el que hablaron, Alberto Santillán (padre de Darío, asesinado el 26 de junio de 2002) y Pedro Muñoz, secretario general de la Asociación Docentes de Santa Cruz. Durante el acto que se realizó bajo la consigna “A 10 años del 2001, seguimos construyendo poder popular. Por una Argentina sin hambre, sin saqueo ni explotación” se exigió justicia por los muertos en diciembre de 2001 y “todos los caídos en la lucha popular”. También se planteó la necesidad de “poner en pie una Argentina de y para las grandes mayorías”. Luego, las dos mil personas allí presentes marcharon hacia Avenida de Mayo y 9 de Julio para confluir con la movilización que se realizaba de Congreso a Plaza de Mayo.
Los familiares de las víctimas del 19 y 20 también realizaron su movilización recorriendo las distintas placas (ubicadas en las veredas del centro de la ciudad) que recuerdan a los caídos de hace una década. Allí dejaron flores y velas a modo de homenaje.
Cerca de las 18 horas salió de Congreso hacia la Plaza de Mayo una movilización convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, conformado por organismos de derechos humanos, partidos políticos de izquierda y organizaciones sociales. La columna que abarcó varias cuadras y nucleó a alrededor de 10 mil personas, llegó a la Plaza de Mayo donde se realizó el acto más masivo de la jornada.
Allí se leyó un documento donde se planteba la necesidad de justicia por los asesinatos de 2001 y por Mariano Ferreyra, entre otros. También se escucharon en voz de los locutores diversas consignas como: “Por paritarias libres y sin topes salariales; la huelga es un derecho, no una extorsión”; “Cierre de las causas, anulación de las condenas y libertad a los luchadores”, “Basta de asesinatos, castigo a los culpables, no a la ley antiterrorista”.
Lamentablemente la jornada se vio opacada sobre el final por el incendio, por parte de un grupo pequeño de personas, de un árbol de navidad instalado en la Plaza de Mayo. Esto sirvió de excusa a los grandes medios para mostrar solo este hecho y opacar así la masiva movilización.
A diez años de aquel suceso que cambió la Argentina, aún queda pendiente que se haga justicia por la represión llevada a cabo durante aquellos días en todo el país. El año que viene comenzará el juicio oral a los responsables materiales de los asesinatos (ver “La represión del 19 y 20 a juicio oral”), sin embargo aún falta juzgar las responsabilidades políticas.
De la Rúa se paseo estos días por los programas de TV dando su versión de la historia, dónde repetía siempre una misma cosa: él y su gobierno no fueron responsables ni de las muertes ni de la crisis en la que se encontraba nuestro país. Aquellos medios que le dieron voz al presidente que cuenta con 39 muertes solo en los últimos dos días de su mandato, poco y nada dijeron de la jornada de ayer. Afortunadamente, miles de argentinos no olvidaron ni olvidarán esos días que transformaron para siempre nuestro país.