Estatua de Margaret Thatcher en las Casas del Parlamento británico
Murió este lunes Margaret Thatcher, ex primera ministra británica durante la década de 1980. Conservadora, políticamente hábil y audaz, dirigió los destinos del Reino Unido en plena ofensiva neoliberal.
Con una inmensa trayectoria que marcó una época en la política mundial falleció este 8 de abril Margaret Roberts, más conocida por su apellido de casada, Thatcher o por el apodo que un periódico soviético le puso en 1976 y con el que pasó a la historia: “La Dama de Hierro”.
Margaret Thatcher nació en Grantham en el este de Inglaterra el 13 de octubre de 1925. Estudió química en la Universidad de Oxford dónde comenzó su actividad política, siempre junto al Partido Conservador.
En la década de 1950 se incorporó oficialmente al partido y en 1959 consiguió ser electa para el Parlamento británico. Desde su banca demostró desde el comienzo su convicción política. En contra de la postura oficial de su partido apoyó el regreso del castigo físico a las escuelas y el mantenimiento de la pena de muerte mientras se opuso a flexibilizar el trámite de divorcio. En paralelo dio el visto bueno a una ley que buscaba “despenalizar” la homosexualidad y otra que pretendía legalizar el aborto.
En la década de 1970 finalmente se catapultó a los primeros planos de la política británica. Fue ministra de Educación entre 1970 y 1974 dónde recortó los gastos de su cartera. En 1975, bajo un gobierno laborista ganó las internas de su partido y se convirtió en la principal opositora. Finalmente en 1979 logró ser la primera (y única hasta el momento) mujer en alcanzar el cargo de primer ministro en Gran Bretaña.
La llegada de Thatcher al gobierno no fue un hecho casual. La ola conservadora se instaló, juntó a las políticas neoliberales, a nivel mundial. Fue la antesala del fin de la Guerra Fría y la caída del llamado “socialismo real”. Su gobierno llevó a cabo todas las medidas que luego se convirtieron en “clásicas” del modelo neoliberal: reducción del gasto público y los impuestos, privatización de empresas estatales, mínima intervención del Estado en la economía. De ahí su famosa frase que decía: “¿Quién es la sociedad? ¡No existe tal cosa! Hay hombres y mujeres independientes y hay familias y ningún gobierno puede hacer algo”.
Una mirada popular
Desde Irlanda del Norte
Bobby Sands, miembro del Ejército Republicano Irlandes (IRA, por sus siglas en inglés), que lucha por la independencia de Irlanda del Norte, estaba detenido en la prisión de Maze, en Irlanda del Norte desde 1976. Ese mismo año el gobierno laborista les quitó a todos los prisioneros del IRA el estatus de presos políticos lo cual los igualaba legalmente con los presos comunes.
En 1981 comenzó junto a otros presos una huelga de hambre para lograr sus demandas. El gobierno de Thatcher no dio el brazo a torcer y Sands (que fue electo parlamentario mientras estaba en prisión) murió luego de 66 días de inanición. Ante su muerte, la mandataria británica afirmó: “El Sr. Sands era un criminal convicto. Eligió llevarse su propia vida. Una opción que su organización no dejó tomar a muchas de sus víctimas”.
Desde el Atlántico Sur
El 2 de mayo de 1982 el crucero General Belgrano de la armada argentina navegaba con 1093 tripulantes a bordo, fuera del área de exclusión de 200 millas alrededor de las Islas Malvinas durante la guerra que enfrentó a Gran Bretaña y Argentina. El submarino nuclear inglés Conqueror disparó dos torpedos que hundieron en pocos minutos la embarcación argentina. Murieron 323 personas, más de la mitad del total de argentinos que fallecieron durante toda la Guerra de Malvinas.
Este hecho es considerado por distintos organismos internacionales un crimen de guerra, lo cual está penado por el derecho internacional. Sin embargo Thatcher, que defendió públicamente la decisión de hundir el Belgrano, jamás fue juzgada.
Desde las minas de carbón inglesas
En 1984 y 1985 se llevó a cabo la principal huelga durante el gobierno de Margaret Thatcher. Los mineros ingleses paralizaron la producción ante el intento de cierre de 20 de las 174 minas que eran propiedad del Estado y el despido de 20 mil trabajadores.
Finalizada la huelga la mandataria no cedió y en 1985 cerró 25 minas. En 1992 la cifra ascendió a 97 y las restantes fueron privatizadas.
Cuando Margaret Thatcher concluyó su mandato en 1990 el número de trabajadores sindicalizados había disminuido de 13,5 millones a 10 millones. Todo un “logro” del gobierno conservador.
Y un día se oxidó
Al finalizar su mandato, Thatcher siguió influyendo en la política británica aunque alejada de los cargos institucionales. Entre sus actividades más renombradas se recuerda el pedido de asilo que hizo para el ex dictador chileno Augusto Pinochet por “la ayuda que brindó” a Gran Bretaña durante la Guerra de Malvinas.
Durante los últimos diez años comenzó a sufrir pequeños ataques cerebro vasculares (conocidos como ACV). Fue uno de estos el que terminó con su vida este lunes a sus 87 años.
“Yo hubiera preferido que sea de hierro, pero el bronce hará que no se oxide” dijo Thatcher cuando en 2007 se inauguró una estatua en su honor en las Casas del Parlamento británico. Su estatua sigue allí pero la “Dama de Hierro” finalmente se cubrió de oxido.