Por Lea Ross @LeandroRoss
La empresa de golosinas otorgó vacaciones anticipadas a 400 operarios de una de sus fábricas. En contracara con esa realidad que golpea a sus trabajadores, los dueños de la corporación tienen registradas distintas sociedades offshore.
La empresa multinacional de golosinas Arcor es noticia esta semana por el anuncio de posibles despidos a una parte de su personal obrero de su fábrica en Colonia Caroya, provincia de Córdoba.
Según medios locales, la patronal envió un comunicado al sindicato para anunciar unas vacaciones anticipadas para 400 operarios. Las razones de este cese de actividades se debe a la caída en la producción, según la versión oficial.
Sin negar la existencia de una ajustada situación económica que vive el país, no está de más recordar que Arcor es la principal empresa de alimentos y el principal exportador de dulces para distintos países. Sin mencionar que sus dueños, la familia Pagani y asociados, esconden negocios ocultos que les permiten reducir el pago de impuestos, y así incrementar su patrimonio.
Negocios de familia
Desde la base de datos OpenCorporates, el dueño de Arcor, Luis Alejandro Pagani comparte con su esposa María Eugenia Novoa, el paquete accionario de la empresa “Li Atlantic Investment LLC”, creada en noviembre de 2012. Seis meses antes, Arcor había participado de la conformación de la Asociación Empresarial Argentina (AEA), junto con otras compañías de la talla de Clarín, Techint y Pérez Companc. Dicho looby había nacido luego de diciembre de 2001, mantenido por el descontento social contra los bancos y las empresas gigantes, por la instalación del “corralito” y la usura financiera.
Según los registros del Estado de Florida (Estados Unidos), uno de los distritos predilectos para registrar sociedades en secreto, la compañía continúa en actividad, mientras lo tiene a Sergio Limonti como su agente. Limonti también tiene su puesto en la filial de Arcor en Florida.
Por otra parte, los Panamá Papers han destapado más sociedades offshore, cuyo epicentro se encuentra en la ciudad de Montevideo, Uruguay, región donde los empresarios recurren para construir sus compañías en paraísos fiscales.
Tanto Luis Pagani como Novoa comparten dos sociedades en actividad. Una es el “Roquel Properties LTD.”, registrada en las Islas Vírgenes Británicas y creada el 02 de abril de 2012. Como un chiste de pésimo gusto, justo en la fecha donde se cumplían 30 años del desembarco de las tropas argentinas en las islas Malvinas, en manos de la colonia británica. Recordemos que en 2012, comenzaba a regir el llamado “cepo” cambiario, donde una serie de medidas del gobierno restringía el retiro de dólares.
A su vez, los hermanos Luis y Alejandro Gustavo Pagani son socios y beneficiarios del “Quinam Investments LTD.”, creado justo un mes después del “Roquel”, el 02 de mayo de 2012. También registrada en las Islas Vírgenes Británicas.
Por otra parte, otros integrantes de la gran familia Arcor son Liliana María Pagani y Mario Enrique Pagani. Tanto accionistas como beneficiarios, registraron sus propias empresas llamadas “Karoby Consulting Limited” y “Lafico Group Limited”. Ambas empresas se armaron en la misma fecha que el “Quinam” y están registradas en el mismo archipiélago.
Todas las compañías mencionadas bajo la jurisdicción de las Islas Vírgenes Británicas llevan la firma de los Pagani registrados bajo un domicilio del país de Uruguay. Se trata de la dirección “Dr. Luis Bonavita 1294”. En esa misma dirección están registrados los nombres de Víctor Daniel Martín y Claudia Elena Bassano. El primero es considerado como la mano derecha de Luis Pagani, estuvo a cargo de la dirección ejecutiva de Arcor y ahora es uno de los integrantes del directorio. Mientras que con su pareja, Bassano, conformaron en 2008 una empresa llamada ISAV SA, registrada en el mismo domicilio donde ellos viven actualmente, en el Complejo Capitalinas de ciudad de Córdoba.
Martín y Bassano figuran como accionistas y beneficiarios de “Ragley Enterprises Inc.”, casualmente también conformada el 02 de mayo de 2012 y bajo la jurisdicción de la corona británica.
Todas estas compañías recurrieron como intermediario para su conformación una sociedad uruguaya llamada “Hoslynd SA”. Se trata de la intermediaria en Uruguay que más empresas fantasmas ha creado en los Panamá Papers. Dicha empresa pertenece a una escribanía llamada “Hordeñana y Asociados Corredor de Bolsa SA”. Su dirección es Juncal 1205, en piso 13, de la ciudad de Montevideo.
En esa dirección está registrado, y como a cargo de la asesoría, Gonzalo Hordeñana, financista uruguayo cuyos negocios ocultos también figuran en los Panamá Papers. Además, está sindicado de haber sido uno de los intermediarios que recurrió Ernesto Clarens, el financista del empresario Lázaro Baez, para fraguar los billetes de la obra pública al exterior.
En definitiva, los empresarios de Arcor mantienen hasta el día de hoy su propia red de empresas offshore, mientras deciden recortar su personal por escasez de fondos. Parte de esos fondos, ocultos en paraísos fiscales.