Por Federico Paterno
El Tugurio es un lugar poblado continuamente de caminantes y de interesados en conocer a Osvaldo, un hombre que a sus 89 años continúa firme y sin frenos a la hora de escribir y dejar en claro lo que piensa. Pueblos originarios, Macri, campesinos, Hebe, y las asambleas populares.
Una esquina del barrio de Belgrano, nada normal para la zona: Un gran mural con los colores de la bandera de los pueblos originarios (Whipala), una gran frase que se hace imposible no leer justo arriba de la puerta de entrada dice “Nuestros Paisanos los indios”. Ahí está “El Tugurio”, nombre que fue inspirado por el escritor y amigo de Bayer, Osvaldo Soriano.
El sol era un factor que ayudaba para el sábado de la cita con el escritor de “La Patagonia Rebelde”, “Rebeldía y Esperanza” y “Los Anarquistas Expropiadores”, entre otros. La puerta se abre y al fondo en su jardín entre cientos de plantas y libros está nuestro entrevistado de lujo. Nos acomodamos, se prendió el grabador y comenzó la entrevista.
La vida de Bayer siempre fue marcada por las resistencias de los pueblos indígenas. La más reciente fue la de monumento a la Mujer Originaria, una iniciativa del historiador junto al escultor Andres Zerneri. Las donaciones para esta iniciativa llego a sumar 200 mil llaves. En las últimas horas los artistas que forman parte de este proyecto recibieron la notificación que advierte una fecha límite de diez días para desalojar su lugar de trabajo en la Ex ESMA, por lo cual el monumento corre peligro de poder concretarse.
¿Cómo ve el sistema de propiedad anterior a la conquista y el de ahora?
Los indígenas nunca tuvieron un sentido de la propiedad, ocuparon esas tierras porque les pareció algo natural, están para eso, ellos vivían en ellas pero sin sentirlas como propiedad propia de ellos. Defendían el lugar de residencia, esa es la diferencia con los españoles y después los argentinos que eran los que les quitaban las tierras.
¿Cuál fue el Tratamiento de los gobernantes argentinos a los habitantes pre existentes de nuestra tierra?
El pueblo argentino se portó muy mal con los pueblos originarios, no les llevó el apoyo ni el reconocimiento, es impresionante eso. Pese a que decimos ved el trono a la noble igualdad en el himno nacional argentino, sinceramente siempre se le negó todo derecho. En la década del 20’ Rivadavia hace la primera expedición contra los pueblos indígenas sacándolos de sus tierras algo que después seguirá con lo de Roca.
¿Cómo se caracteriza la etapa actual de los pueblos indígenas?
Nunca se les reconoció nada y sigue sin reconocérsele nada, se los sigue persiguiendo subjetivamente. No se les reconoce ningún derecho por ser indígenas. Yo defiendo la situación de autodefensa de los movimientos campesinos, porque así lo necesitan para poder protegerse. Ellos tienen los mismos derechos que el resto de los pobladores. Ellos tienen que hacer valer sus derechos y los vamos a defender siempre.
¿Cómo está la situación con la familia Martínez de Hoz y la acusación hacia su persona?
Nosotros estamos en guerra con él. Me iniciaron juicio porque yo los acusé a ellos de falsear la historia, pero no tuvieron éxito y la justicia rechazó todo eso. En primera instancia tiene su juicio perdido.
¿Qué momento histórico ve en la historia Argentina como antecedente más duro en los pueblos originarios?
El de Roca, es feroz, todo lo que hizo fue de una criminalidad increíble. Hay que darla a conocer. Para Roca a los indios hay que exterminarlos, es el enemigo, no hay otra solución para Roca. Avellaneda lo ayuda mucho, queda en la oscuridad, pero es el que empuja la campaña del desierto. Hay que traer esta campaña del desierto al debate público (44 millones hectáreas y 1894 familias son las que reciben esas hectáreas que son los de la Sociedad Rural, Roca recibió 60 mil)
¿Qué reacción ve del pueblo ante las medidas del gobierno actual?
Tenemos que salir a la calle siempre y actuar. Tenemos ya un movimiento y no hay que permitir que se haga todo en contra de lo que siempre luchamos, que es la igualdad. Él puede avanzar, pero nosotros vamos a estar en contra y de la vereda de enfrente. Con Macri vamos a tener tiempos muy difíciles. No importa, hay que estar preparados y así lo estamos. No vamos a dar ni un paso atrás.
Vamos a ir en retroceso y el pueblo no se moviliza todavía. El pueblo va a decir basta. El desenlace de este gobierno va a terminar peor que en el del 2001. Si no salimos a la calle ellos van a hacer todo lo que se les dé la gana. No hay que dejar avanzar a la derecha.
Lo electoral a futuro hay que trabajarlo muy bien, esto debe ser con el pueblo en general de la mano de las asambleas populares, con la gente en la calle, como siempre la hacemos en la plaza Roca (Diagonal Sur y Perú, lugar de encuentro para debatir de forma asamblearia). De ahí van a surgir nuevos dirigentes, de la base. Este hombre siempre va a tomar decisiones para la derecha.
¿Qué opina sobre la situación vivida hace pocos días por Hebe de Bonafini?
Son cosas privadas de ella, siempre actuó privadamente sin tener en cuenta la solidaridad de los organismos de Derechos Humanos, que se defienda. Nosotros estamos observando atentos lo que va a pasar, nos causa extrañeza.
Me parece muy bien que la haya acompañado toda la gente en la plaza. Nosotros vamos a estar con Hebe y la vamos a acompañar, pero sin tratar de influirle en nada.
¿Cómo ve a los organismos de Derechos Humanos en la época que se viene, con una realidad que debería encontrarlos juntos?
No debe haber divisiones y tenemos que unirnos finalmente, yo lo creo posible y lo busco. Hay que seguir siempre buscando la unidad. Hay que respetar a los que saben hablar bien, pero la dirección se toma entre todos.