Por Marcela Exposito*
Crónica de la visita de Leonardo Boff en Córdoba, en el marco de una gira que contará con diversas actividades y charlas en diferentes puntos del país. Teólogo, de 77 años, y de hablar pausado y humilde sigue invitando a una permanente búsqueda de caminos de liberación anclados en la tierra, y a sentirnos “semillas” que inauguren “un nuevo estado de conciencia más respetuoso con la Tierra, más cuidadoso con la vida”.
El 9 de agosto estuvo en Córdoba Leonardo Boff., invitado por la Fundación ACUDE, en el marco del 26° aniversario del Programa Educar Forestando. El teólogo, filósofo, profesor, escritor, ecologista y ex sacerdote franciscano brasileño, –reconocido mundialmente por sus posiciones críticas hacia la Cúpula de la Iglesia Católica–, propone una “Ética del cuidado”, y es reconocido, sobre todo, por ser uno de los fundadores e impulsores de la Teología de la Liberación surgidas en los procesos de luchas en Latinoamérica desde finales de la década del 60. Desde el año 1984 hasta 1992 ejerció el sacerdocio, luego fue perseguido, condenado, suspendido, silenciado por su accionar y su prédica de liberación. La “opción por los pobres” no quedó atrapada en sus escritos sino que se amasó entre las comunidades eclesiales de base.
Lo primero que hizo antes de empezar su charla, fue mirar la mesa con un mantel oscuro colocada para su conferencia y decir que él se iba a sentar adelante con su silla, más cerca del auditorio, porque esa mesa le recordaba a un altar. Hubo risas y de ahí en más, su palabra se transformó en diálogo, respetuoso de las diferencias ideológicas, pero acercando puntos de encuentro con las corrientes enemigas del capitalismo, unidas por una praxis donde el discurso sobra, cuando los pies se meten en el barro de la realidad y las revoluciones. Dijo Leonardo que el futuro de la vida y de la especie está en nuestras manos. “Cuidar la Casa Común”, que emerja entre nosotros una nueva cultura de la sensibilidad, donde no hablemos más de recursos sino de los bienes y servicios de la tierra, que no permitamos “que 787 personas con nombre y apellido sigan controlando la tierra y manipulando gobiernos mientras mil millones pasan hambre”, necesitamos una radical “conversión ecológica” agregó.
Cuando se refirió al paradigma de la dominación o su contrario que es el” paradigma del cuidado”, mencionó a Monsanto y a Singenta y se generó un aplauso masivo que continuó cuando le acercaron un papel donde decía que Monsanto fue echado de Córdoba por la lucha popular. Señaló también las bases militares de Estados Unidos para controlar los acuíferos y la vida en general, el consumo y la tortura que se le hace a la Madre Tierra, denunciando el extractivismo. Hizo una profunda crítica al desarrollismo –que comparó como un puño cerrado de una concepción de la dominación–; y contrapuso la construcción de un proyecto ético de reinvención del ser humano: “Donde hay poder habrá contrapoder, porque el poder carece de esperanza” explicó. Además, habló de una dimensión espiritual desde la convivencia con todo el universo, desde lo comunitario, desde una teología de fraternidad y solidaridad, de la mística que fortalece el hacer, más allá de las religiosidades y las estructuras.
Leonardo Boff no es un predicador ni quiere convencer a su audiencia sobre la salvación y el apocalipsis. La crisis civilizatoria del planeta amerita más compromiso. Su mensaje sobre la espiritualidad –ligada a los y las oprimidas, en contra de la exclusión y del capitalismo– lo encuentra repudiando trasnacionales, defendiendo la vida y por lo tanto la vida de las mujeres de esta tierra que mueren por abortos clandestinos, lo encuentra del lado de los y las de abajo, diciendo que hay que resistir. No fue escuchar la voz de las iglesias y sus pastores eficaces, tampoco es el discurso de religiones mediatizadas por estampitas, por confesionarios, por el salvar el alma y olvidarse del mundo, no es el machaque de las culpas ni de demonizaciones, no es el discurso del “ayudar a los pobres” con la caridad y con lo que te sobra, no es la prédica de las iglesias que desconfían de quien lucha o no acepta una heteronormatividad obligada para vivir las sexualidades, no es un mensaje que apunta a esperar el milagro para que algo cambie.
Hoy, desde la militancia ligada a los movimientos populares, se hace urgente y necesario rescatar y conocer estas tradiciones de lucha, para ponerse en diálogo y complementarse, cruzarse, enlazarse y reinventarse con otras de raíces marxistas, anarquistas, del nacionalismo popular revolucionario, de los pueblos originarios y feministas: para revolucionar lo que haya que revolucionar. Así es el legado de tantas y tantos que, desde el anonimato y desde las heroicidades como la de Camilo Torres, el cura guerrillero colombiano, muestran caminos encontrados por la causa de la liberación de los pueblos oprimidos y se actualizan sus legados para nuestro presente.
La Teología de la Liberación tiene y tuvo diferentes tendencias, que fueron combatidas por las dictaduras, por el poder de turno y por las prácticas religiosas que hasta hoy rechazan las categorías sociales para interpretar las causas de los privilegios de unos sobre los otros. Muchas compañeras y compañeros que pueblan los movimientos sociales y políticos son creyentes o profesan diferentes religiones, incluso muchas de las cuales están disputando al campo popular una hegemonía en la batalla de las ideas y acciones con sus discursos apocalípticos y de contención a tantas desdichas e injusticias.
Aún con las críticas y posiciones encontradas en relación a la figura del nuevo papa o a ciertas tibiezas en la militancias ligadas a las religiones –en su charla Leonardo decía que había que “calentar los corazones” – es de vital importancia conocer esta praxis liberadora y rescatar esa vertiente revolucionaria que, como lo hace Boff, abre puertas que después serán muy difíciles de volver a cerrar.
*Militante del Frente Popular Darío Santillán
El próximo jueves 18 de agosto se realizará la actividad: “Charla con Leonardo Boff. Producción y consumo en Nuestra América: caminos sentidos para transformar la casa común” en el Auditorio de Facultad de Ciencias Sociales de la UBA (Santiago del Estero 1029, CABA) a las 19 horas.