Por Iván Torres Leal (desde Rosario) / Foto Yamila Suárez
En Rosario, el miércoles pasado la Cámara de Apelaciones rechazó el pedido de reducción de la pena para el acusado. Así, Héctor Riquelme deberá cumplir los 16 años de prisión que se habían determinado unos meses atrás. El hijo de Mecha, Juan Ponce, cuenta sobre esta ratificación.
El miércoles 10 de agosto se realizó el dictamen ante la apelación de la defensa del asesino de Mercedes Delgado, que buscaba la reducción de la de condena. La resolución resultó positiva para quienes se reunieron en la puerta de los Tribunales Provinciales desde las 10 de la mañana, en una concentración que tuvo la idea de presionar ante la posibilidad de que dicha reducción se concretara.
Afortunadamente no fue así, y los jueces y juezas Daniel Acosta, Georgina Depetris y Carlos Carbone determinaron no disminuir los 16 años de condena que meses antes había asignado el juez Mascali. Antes de recibir la feliz noticia, se realizó un pequeño festival organizado por la Comisión Justicia por Mercedes (integrado por familiares de Mercedes y diversos colectivos de la ciudad, como el Centro Comunitario San Cayetano, El Caleidoscopio, Ciudad Futura, Pañuelos en Rebeldía y el Frente Social y Popular), en el que se recordó todo lo realizado desde hace más de tres años, cuando sólo llevaban dos meses de la muerte de Mecha. También se presentaron músicos, entre ellos y ellas Marcelo Moyano, Sara Maidana –del Comedor San Cayetano–, Fernando de “Rancho Aparte”, Corea de “La Pocilga” y Varón –del Bodegón Cultural Casa de Pocho–.
En el comunicado leído se advertía el riesgo y la posible injusticia que estaba por concretarse en caso de obtener un fallo negativo: “Aceptar la reducción de la condena es legitimar la violencia a mano armada, los tiroteos en las calles, la violencia sistemática en los barrios, la violencia institucional y el atropello a la vida de las poblaciones más carenciadas”. Y esto valía también para las miles de causas que no llegan a Tribunales y quedan cajoneadas como “ajustes de cuentas” en la ciudad de Rosario.
Después de la confirmación, conversamos con Juan Ponce, hijo de Mecha, quien afirmó: La sensación que tenemos –porque no soy sólo yo, somos todos– es de alegría, nerviosismo, y se nos llenaron de lágrimas los ojos. La verdad es que el día que se leyó la resolución, nos bajó todo de golpe y nos pusimos todos a llorar por conseguir justicia por Mecha”.
Ponce se refiere también al largo camino que recorrieron incansablemente para mantener la Mecha encendida y para que el asesinato no quedara impune. En ese sentido, nos comentó: “Durante cuatro años estuvimos peleando en la calle. Hubo momentos muy oscuros, momentos en los que parecía que la cosa no avanzaba, pero logramos que la gente que por ahí está en esto, que busca Justicia, vea que organizándose y luchando puede llegar a conseguirla. Nosotros conseguimos que Mecha tenga justicia”.
Es inevitable recordar los puntos de contactos que tienen la lucha por pedido de Justicia por Mercedes y la que se llevó adelante por Jere, Mono y Patóm, los pibes asesinados en Villa Moreno el 1 de enero de 2012, y cuyo juicio arrojó duras penas para la banda narco que los mató. Así lo cuenta Juan: “El camino recorrido con esto es muy parecido a lo que hicieron los chicos de Jere Mono y Patóm, porque nos organizamos con distintas organizaciones, distintos compañeros, partidos políticos, para salir y exigir justicia. Y también está muy enlazadas las causas porque uno de los jueces que dictó sentencia en una de las apelaciones de la causa de Villa Moreno fue de los que ahora decidieron en la causa de Mercedes Delgado”. Ponce se refiere al juez Daniel Acosta quien en agosto de 2015 bajó las condenas de dos de los implicados y absolvió a uno de ellos. Por eso, a pesar de la alegría por la resolución favorable en su caso, Juan no puede olvidarse de ese accionar: “Después de que terminó de dar la lectura el Juez Acosta, cuando salió de la sala me retiré, no lo saludé. No puedo dejar de olvidar que ese juez junto a otro han llevado a las lágrimas a mi compañera querida que es Lita (madre del Mono), el Edu Trasante (padre de Jere) y el Killer (padre de Patóm), que por decisiones que tomaron ellos volvieron a hacer sangrar el corazón de mis compañeros. Entonces no pude olvidar eso y no fui capaz de darle la mano a ese Juez”.
Firme en sus convicciones, tal como le enseñó su madre con la palabra y el ejemplo, Ponce responde sobre el futuro: “Ahora vamos a festejar y después seguir haciendo cosas por el barrio, manteniendo la Mecha encendida”.