Por Florencia Goldsman*
Salud sexual, disminución de la mortalidad materna y respuestas a preguntas que nadie se anima a hacer cara a cara. La última edición del encuentro mundial sobre salud de las mujeres y las niñas realizado el pasado mes de mayo en Dinamarca, Women Deliver, contó con una sección especial de apps para mujeres.
Margaret Nayombi vive y estudia en Kampala (Uganda) y, mientras sostiene un pequeño aparato en la mano, se explaya acerca de lo muy pero que muy tímidas que son las mujeres de su aldea. “Entonces si un hombre me dice que abra las piernas porque va a introducir algo en mi vagina para chequear si hay una infección, resulta bastante traumático. Y para las mujeres de áreas rurales, cuando el centro de atención queda a 50km de sus casas, esperan demasiado hasta hacer una consulta”
A sus 25 años es una de las cofundadoras de BVKit Project y, como desarrolladora de aplicaciones, trabajó junto a profesionales de la salud de Zambia y de un centro médico en Uganda. Con muchos recursos invertidos del propio bolsillo , Margaret llegó hasta Dinamarca a presentar una aplicación pensada para ayudar a aquellas mujeres que no ven a la medicina occidental como un recurso accesible. Y esto sucede en especial cuando un delantal blanco se erige por sobre diferencias culturales y étnicas. Este aparato, del tamaño de un control remoto, es un hardware que ayuda a las mujeres a monitorear su salud reproductiva.
“Todo lo que la mujer debe hacer es recoger una muestra de orina y después colocar el sensor que va a traducir los valores y los va a enviar a una aplicación descargada en el móvil. Esta aplicación en el teléfono le dará la información acerca del estado de su salud. Entonces, si estás enferma te ayudará a concretar la búsqueda de ayuda de un profesional”. La usuaria puede escoger imprimir los datos para llevar a la visita al médico, quien sólo tendrá que traducir los números a información clara sobre los procesos físicos de las mujeres.
El aparato colabora en la identificación de vaginosis bacterianas y la importancia del mismo reside en que muchas veces estas dolencias son “silenciosas”. “Según un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, el 83% de las mujeres no mostraron ningún síntoma. Algo que permanece durante tanto tiempo en el cuerpo afecta a todo el sistema inmunológico. El cuerpo se vuelve más susceptible al virus del papiloma humano que causa cáncer cervical, a la transmisión de VIH, puede causar abortos espontáneos y ser causa de la enfermedad inflamatoria pélvica que dificulta los partos.
El BVKit facilita que las mujeres puedan testearse a sí mismas de manera regular, en sus casas. Margaret confía en que alguna institución internacional se interese y aporte fondos para proveer este servicio de manera gratuita.
Evadir el tabú
¿Qué preguntas sobre sexo le has hecho a internet?, ¿cuántos interrogantes vinculados al placer hiciste en redes?, ¿acaso sólo preguntas sobre planificación familiar?, ¿o intentaste despejar fantasmas sobre infecciones de transmisión sexual? Libre, claro y sin rodeos, así se presentó en el evento www.hablemosdesexo.com, representante en español de ‘Love Matters’, la página inicial creada por RNW Media (RNW.org). Si bien aún no está desarrollada la versión descargable del sitio, vale para reflexionar sobre espacios seguros en internet y la creación de nuevas apps.
Según sus estadísticas, millones de personas llegan a sus plataformas y redes sociales que en diferentes idiomas brindan información sobre relaciones sexuales y afectivas. Con el objetivo de crear comunidades, los y las navegantes llegan sedientas de espacios seguros para acceder a temas que pueden ser innombrables según cuál sea el régimen moral o religioso que gobierne el territorio en el que viven.
Esta plataforma ayuda a preguntar, ¿es internet libre? Pues muchas veces cierta información considerada sensible1 para los reguladores de internet (gobiernos del norte y empresarios del mundo) es bloqueada, confusa o de difícil acceso. Básandose en una investigación hecha por esta organización en la India, y compartida con la audiencia en el marco de Women Deliver2, la relación entre sexualidad e internet podría resumirse en los siguientes datos:
– 92 por ciento de las personas entrevistadas había mirado alguna vez pornografía
– La primera fuente de información sobre sexo es la internet
– El 50 por ciento había “sexteado” alguna vez
– 28 por ciento había recibido o enviado la foto de una polla
Si bien la página ofrece amplias secciones sobre planificación familiar, las secciones dedicadas al placer son siete veces más populares que las demás. Entre los foros más visitados y encendidos están los de infecciones de transmisión sexual y sexo seguro. Preguntas, respuestas y dudas que, si no fuera gracias a cierto anonimato que aún permite internet, no serían accesibles de forma simple. Esas que aún nos intimidan si tenemos que preguntarlas cara a cara (y mucho más si es frente a un médico).
Hannah Wallace Bowman, una de las presentadoras de la plataforma, señalaba: “Tenemos un alto nivel de confianza entre nuestra audiencia. Una mujer en Egipto recientemente nos mandó una foto de su vagina, preguntándonos si ella aún era virgen o no porque se había masturbado, entonces nos detuvimos a hablar con ella acerca de los significados de perder la virginidad. Tenemos visitantes que manifiestan ser mujeres casadas y que nos preguntan cómo hacen para realizarse el test del VIH, en especial en países en donde los niveles de machismo son muy altos. Contamos con espacio establecer estas conversaciones que serían tan difíciles de establecer con las personas que las rodean. Hacerlo anónimamente es fácil, así como poder leer las pizarras de discusión y de interacción con otras personas”.
Dos sexólogas y tres psicólogas entrenadas en el equipo se coordinan con redes de trabajo que escriben, contestan preguntas y revisan contenidos regularmente. “Luego hay otra capa de profesionales que nos han apoyado exteriormente, así como una variedad de recursos que van desde médicos, especialistas en género y estudios sobre la mujer, salud pública, profesionales, periodistas, antropólogos y sociólogos . Creo que la diversidad de perspectivas fortalece nuestro proyecto y el contenido en su conjunto”, añade.
‘Hablemos de sexo’ está en español, pero también cuenta con versiones en mandarín, chino, hindú y una amplia posibilidad de activarse a las conversaciones que contemplan el diferente acceso a la información que tenemos fuera y dentro de internet.
Las comadronas primero
Aún en su versión en inglés (augurando venideras traducciones), esta última aplicación presentada en el evento en Copenhague se vincula con el riesgo de la vida de madres e hijos/as. Cada año aproximadamente 300 mil mujeres mueren por complicaciones relacionadas con el embarazo y 5 millones de recién nacidos mueren a causa de dificultades durante el parto durante sus primeras semanas de vida.
Presentada como una “herramienta de entrenamiento para emergencias” y testeada a lo largo de 74 centros de salud rurales en Etiopía, esta guía en video para parteras de áreas rurales también se adaptó a lenguas locales africanas. ‘The safe delivery app‘ (o aplicación del parto seguro) mediante instrucciones paso a paso, ilustraciones con acciones, y guía de video animada, aporta vitaminas informativas a las trabajadoras de la salud y las robustece a la hora de tomar decisiones nada fáciles y salvar las vidas de las madres y recién nacidos.
Entre los videos hay contenidos relacionados con los siguientes ejes: señales de vida, infecciones, prevención y cuidado del neonato. La app puede descargarse en línea y así queda lista para usar offline. Hay una guía de 8 minutos que puede mirarse entera pero que es accesible capítulo a capítulo. En un caso de hemorragia posparto, la aplicación brinda varios tutoriales de asistencia a personas implicadas en partos en áreas remotas y rurales (ver video demostración).
También provee indicaciones de fármacos, dosis según usuarios, y procedimientos a seguir en diferentes contextos y complicaciones. Trabajadoras de la salud que realizan sus tareas en condiciones poco favorables, que están solas, no tienen oportunidad de hacer interconsultas con otras personas, o no tienen acceso a material de referencia, pueden acceder a materiales extra y actualizados (siempre que puedan conectarse a a internet por lo menos semanalmente) que puedan necesitar. En diez videos se resumen pautas básicas para la prevención de infecciones, cuidados pos-aborto, hipertensión, remoción manual de placenta, administración de neonatos.
Desarrollada entre socios académicos, médicos, doctores, obstetras, pediatras, y una ONG danesa (www.maternity.dk), pone el acento en la documentación científica y el perfeccionamiento de la herramienta que disminuirá muertes evitables.
Aún no existe una app para desmantelar el patriarcado y la tecnología en sí misma no puede dar la solución a problemas relacionados con injusticias sociales e inequidades históricas. También hay apps para mujeres (cómo esta sobre masturbación femenina) que han sido censuradas en el actual ecosistema de internet. Problemas, respuestas y posibles soluciones como los que buscan acercar estas aplicaciones deben ser acompañadas de acciones vinculadas con el desarrollo y una implicación más profunda con las tecnologías. No sólo como usuarias si no también (y mejor) como creadoras.
Llamado de atención sobre apps, datos y consentimiento
Cada vez que usamos un servicio en internet, especialmente cuando descargamos una aplicación, se nos presentan Términos y Condiciones que pocas veces leemos (muchas veces son páginas extensas, descripciones pesadas y poco accesible a la rapidez con la que solemos navegar). Sin embargo se trata del visto bueno que damos, casi a ciegas o sin evaluar con toda la información posible la relación costo-beneficio, a las empresas y las instituciones que se quedarán con nuestra información personal. Todo que ver con nuestro derecho a la privacidad ya que en muchos casos estos contratos no necesariamente favorecen nuestros intereses.
Como usuarias de internet necesitamos lograr un equilibrio entre normas y regulaciones, para resguardar la libertad de expresión. El uso crítico de las tecnologías nos tiene que ayudar a dar forma a las herramientas que usamos y los ambientes que navegamos. Si decimos a todo que sí sin analizar los términos de servicio, criticarlos, y solicitar actualización, seguiremos siendo objetos de consumo en lugar de actoras informadas para decidir. Pero esta vez en la web. Reclamemos reglas claras para poder autogestionar nuestras vidas en internet.
Defender una internet libre implica debatir si entregamos con pleno consentimiento nuestros datos personales a empresas e instituciones públicas. Se trata, nada menos, que de nuestras biografías, mensajes privados, fotos o videos íntimos y de saber qué pasará con ellos. Es necesario encontrar estrategias de cuidado de la privacidad para seguir expresando aquello tantas veces censurado: nuestra libre expresión sexual.
*originalmente publicada en Píkara Magazine
1 ‘¿Qué es aquello de la pornografía que aterroriza a tantos gobiernos, descarrila la sensibilidad feminista, ofende el derecho religioso, y atrae a tantos usuarios?’, se cuestiona Bishaka Datta, investigadora india sobre pornografía y TICs en el artículo “Porn. Panic. Ban” en el que referencia relevantes censuras a contenidos sexuales por parte de gobiernos en el mundo. Accesible en inglés.
2 ‘The Great Indian Love and Sex Survey’ es la investigación tuvo lugar entre noviembre de 2015 y febrero de 2016, en la misma la sección “Hablemos de Sexo” en India se dedicó a entender percepciones y comportamientos vinculados al amor, sexo y relaciones entre jóvenes indios/as que tienen acceso a internet.