Por Redacción Marcha / Fotos por Facundo Nívolo
Contra los femicidios y las violencias machistas, las redes de trata y sus complicidades políticas, los abortos inseguros, la persecución judicial, los despidos, la feminización de la pobreza y la homolesbotransfobia, desde las 17, de Congreso a Plaza de Mayo, una nueva manifestación que exige el derecho de las mujeres a una vida plena de elecciones en libertad.
Emotiva, comprometida y de renovación de los motivos políticos para salir a luchar, así fue la conferencia de prensa convocada ayer por el colectivo “Ni una menos” en el anexo de la Cámara de Diputados de la Nación, para contagiar la necesidad social de organizarse para marchar contra las violencias machistas, hoy de Congreso a Plaza de Mayo desde las 17 horas.
La convocatoria, que se asumirá, una vez más, de carácter masivo y federal se anunció con la presencia de sobrevivientes, familiares de víctimas, referentes de Derechos Humanos, diputadxs de diferentes bloques parlamentarios, activistas e integrantes de organizaciones feministas, lgttb, sociales y políticas, quienes haciendo cuerpo colectivo la voz de sus historias de vida se transformaron en vocerxs y referentes de la lucha contra la violencia de género, los femicidios y la cultura machista toda.
Primero, Florencia Abbate, integrante de “Ni una menos”, uno de los colectivos convocantes a la movilización de hoy, retomó las demandas del año pasado y que continúan pendientes ya que fueron escasamente abordadas o transformadas en políticas públicas para avanzar en la ejecución de la ley que instruye prevención, sanción a los responsables y erradicación de las violencias machistas, la 26.485. “Además del cambio cultural terminar con las violencia machistas demanda políticas de Estado”, afirmó, y recordó que en el mes próximo Fabiana Tuñez, titular del Consejo Nacional de las Mujeres presentará “un plan federal con políticas integrales y articuladas”, para lo que exhortó a lxs legisladores que deberán aprobar el presupuesto para su aplicación, “que se garantice que ese plan sea idóneo”, dijo.
Abbate continuó, recordó que sigue pendiente la puesta en acción del patrocinio jurídico gratuito para víctimas, alertar sobre la creciente violencia institucional, sobre todo de parte del poder judicial para lo que se mencionó el pedido de anulación del juicio y la libertad a “Belén”, la joven de Tucumán víctima de “un fallo aberrante”, detenida hace 2 años por un aborto espontáneo, “la atrocidad del trato que recibió ´Belén´ es uno de los tantos ejemplos del machismo y la discriminación enquistados en el sistema de salud y la justicia”, dijo Abbate, “en este punto también queremos recordar que está pendiente el tratamiento del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y que eso también es una deuda del Estado con las mujeres”. También se denunció la connivencia de poderes (políticos, judiciales y policiales) que hacen posible la existencia de redes de trata y la preocupación por la detención de una mujer, Milagro Sala, al ver el “no respeto de las garantías procesales”.
Luego fue el momento de familiares y sobrevivientes de la violencia femicida, que se lleva la vida de una mujer cada 30 horas en nuestro país. El hermano de Laura Iglesias, la trabajadora social asesinada hace casi tres años en Miramar, denunció las irregularidades de la causa judicial para que avance la búsqueda de justicia ya que consideró que Esteban Cuello, condenado por su femicidio, no es el único responsable. Exigió el apartamiento de la policía bonaerense de las investigaciones, algo que realizó desde el principio dado el trabajo de Laura en el Patronato de Liberados, y denunció la alteración de la escena del asesinato, la falta de peritajes, la incriminación a Cuello, la desaparición de pruebas y demás acciones que pudieron entorpecer la investigación.
La madre de Suhene Carvalhaes Muñoz, relató la cadena de violencias machistas y negligencias institucionales que abandonaron a su hija, quien falleció en julio de 2014 a causa de los golpes que su pareja le propinó. Apuntó a “la policía corrupta” que luego de la denuncia de lxs vecinxs ante los ruidos de la golpiza llamaron al 911, y que le dijo a Suhene y su familia que “había sido una agresión mutua” y que “esas cosas se arreglan en la cama”, y a las y los efectorxs de salud de los diferentes hospitales que no quisieron atender a la joven, “los hospitales no quieren una víctima de violencia de género”, dijo. “¿Cuál es la propuesta de los políticos?”, “a mi hija no la voy a tener nunca más”, afirmó la madre de Suhene, quien lucha “por todas las mujeres que sufrimos la opresión machista y el patriarcado, que es tan fuerte que nos calla hasta en el Consejo Nacional de las Mujeres”.
Gumersinda relató la historia de violencia que terminó con la vida de su hija, Judith Giménez de 16 años, baleada por un gendarme en la Villa 31, macho empoderado y con un arma reglamentaria que no aceptó que “no es no”. A casi 9 años de su femicidio relató el circuito crítico, sobre todo en que la causa haya caído en “un juzgado que defendió a la gorra”. “Imagínense, una negra villera asesinada por un militar, con una mamá migrante, lo que fue luchar en esta bendita Argentina para conseguir justicia, pero lo logré y fue sentado en el banquillo de los acusados”, dijo emocionada, “somos la voz de nuestros seres queridos que ya no están”.
La convocatoria está hecha y el compromiso renovado. Como cada 8 de marzo, 28 de mayo, 25 de noviembre y ante cada historia de mujer violentada donde respondemos todas en las calles, este “ni una menos” tiene, más que el año pasado, la potencia de la propuesta política que emana de la organización feminista. Porque una vida sin violencias y llena de elecciones en libertad, es nuestro derecho.