Por María Eugenia Miqueo
La compañía teatral Barquitos de Papel, dirigida por Valerio Cocco, está conformada por usuarios del servicio de salud mental del Hospital de Día que funciona en el Hospital de Clínicas. El grupo se encuentra presentando “Psssquiatry”, los viernes de mayo y junio a las 19.30 en Espacio Sísmico.
La sala está en penumbras, una guitarra suave y melodiosa suena desde un rincón y el aroma a incienso completa el clima que prepara al espectador para una experiencia que compromete los sentidos. Los actores pueblan el escenario, con ironía, música y humor nos cuentan los destratos que sufren los pacientes psiquiátricos. Ellos saben de qué hablan.
Pssiquiatry no es solo una obra teatral como exposición estética o medio de entretenimiento, es un llamado a la reflexión y al análisis del papel que como sociedad les damos a los locos.
¿Quiénes son los llamados “locos”?, ¿Qué les pasa, ¿Qué necesitan?
La psiquiatría, deshumanizada, parece tener una respuesta: Sobre medicación y reclusión son la única opción para convertirlos en individuos útiles para la sociedad.
Con actuaciones de Laura de Luca, Alvaro Murias y Francisco Polykretis; Psssikiatry conmueve no sólo por la historia que cuentan sino también por quienes la cuentan. ¿Quiénes mejores que ellos, que se reunieron por primera vez hace diez años en una salita de teatro de un hospital psiquiátrico para contar como se sienten y como los tratan?
Los locos incomodan porque ponen en evidencia el miedo que tenemos los seres humanos de conectarnos con las emociones y vivir las pasiones desenfrenadamente, sin resguardo de un colchón que nos asegure un aterrizaje seguro.
“A ustedes les hablo que no comprenden lo que no es lógico, racional o estructurado; que giran la cabeza al verme pasar” dice Laura de Luca con su mirada transparente y profunda.
Las luces se apagan, el aplauso pone fin a la ficción y junto al director, el elenco saluda al público que habita la sala; entonces, la epifanía: Las Miradas.
Las miradas, que no son inocentes, que están llenas de historias de dolor, de discriminación y de incomprensión. La mirada de Laura, de Alvaro, de Francisco y del resto del equipo; sus miradas reales que nos atraviesan, que nos cuentan con absoluta sinceridad y crudeza lo que padecieron.
Es inevitable que el espectador se vaya lleno de preguntas: ¿Cómo somos?, ¿a que le tenemos miedo?, ¿Cómo nos comportamos? Las miradas nos persiguen, ¿Qué necesitan? “Ayuda, compresión, contención, abrazos” sintetiza Álvaro Murias en su papel de médico.
“Sin consultarnos definieron lo que es normal de lo que no lo es”. Luego de ver Psssiquiatry, esa definición, se esfuma difusa.