Senadores demócratas y republicanos presentaron un proyecto de reforma migratoria que busca regularizar la situación de los 11 millones de inmigrantes ilegales que hoy habitan Estados Unidos.
El proyecto de reforma migratoria presentado pos los ocho senadores estadounidenses intentará dar una solución a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país. Apunta también a reforzar la seguridad fronteriza y a controles más estrictos a los que excedan el tiempo de visado.
Lideres comunitarios, activistas y organizaciones sociales hispanas del país iniciaron en diciembre una campaña para que el presidente Barack Obama y el congreso lleguen a un acuerdo durante el 2013 sobre la implementación de una reforma migratoria integral, presionando a través del peso que tuvo el voto hispano, la primer minoría con 12.5 millones, para la reelección presidencial en la cual el 71 por ciento de los votantes latinos apoyaron a Obama.
Ya para su primer periodo al frente de la casa blanca en el 2008 el mandatario había asumido el compromiso de la reforma, objetivo que no fue alcanzado debido a la fuerte oposición presentada por el partido republicano en el Capitolio. De la misma manera, Obama prometió ponerse a trabajar nuevamente en el proyecto poco días antes de asumir su segundo periodo.
Con esta promesa en mente, la Alianza por la Ciudadanía y el Movimiento por una Reforma Migratoria Justa convocaron a una movilización para el próximo 10 de abril como medida de presión hacia el gobierno para que apruebe la norma. Ese día culminará una caravana de autobuses de diversas ciudades del país en una “día nacional de movilización”.
Héctor Figueroa, dirigente gremial del Sindicato Internacional de Empleados de Servicio, declaró que con las marchas se busca “poner el rostro de millones de trabajadores indocumentados invisibles, que desean ser parte de la sociedad estadounidense”, a la vez que se intenta frenar las deportaciones, que en los últimos tres años de administración demócrata alcanzó la cifra record de un millón de personas.
La reforma
El proyecto presentado tendría como metodología que los inmigrantes indocumentados se registren en un censo, paguen las multas correspondientes y los impuestos con carácter retroactivo, para recibir un “status legal de prueba” que les permita encontrar empleo mientras se realiza la comprobación de antecedentes.
El documento expone que esta medida busca reducir el numero de empleadores q contratan ilegales, así como evitar que los extranjeros indocumentados reciban sueldos inferiores al salario mínimo. En este sentido y de acuerdo con la iniciativa, solo se permitirá contratar inmigrantes si los empleadores demuestran que trataron sin éxito de reclutar ciudadanos estadounidenses.
Por otra parte, se establece que la reforma incluye un reforzamiento de la vigilancia fronteriza con el incremento del número de aviones no tripulados que monitorizan la entrada de ilegales al país, así como un programa de verificación electrónica para evitar que los indocumentados consigan trabajo y castigar a quienes se lo faciliten.
En el caso de inmigrantes con títulos universitarios en ciencias, matemáticas, tecnología o ingeniería, se incrementaría la cantidad de “green cards”.
El motivo del impulso tomado por la iniciativa que durante años no logró progresar en el país del norte se debe al alto impacto que el voto de inmigrantes tiene en las elecciones. Incluso el partido republicano se ve forzado a debatir el tema en vistas de la pérdida del apoyo de los ciudadanos hispanos hacia sus candidatos, lo que podría significar que este no sea otro de los tantos avances frustrados en lo que se considera una deuda para con la primer minoría de Estados Unidos.
En su discurso del día de ayer en el estado de Nevada, estado reñido en las elecciones en las cuales el voto latino contribuyó a su victoria en noviembre, Obama dio su apoyo al plan bipartito del senado afirmando que el momento de realizar la reforma “es ahora”.
“Tenemos que resolver la situación de las 11 millones de personas que están aquí de forma ilegal. Estamos todos de acuerdo en que estos hombres y mujeres deberían poder obtener la ciudadanía, pero para que una amplia reforma de inmigración funciones debe quedar claro desde el comienzo que hay un modo de alcanzar la ciudadanía”, aseguró.
El presidente también criticó la actitud de “ellos contra nosotros” que es adoptada a veces por el sentido común estadounidense afirmando que al demonizar a los extranjeros la gente olvida sus propios orígenes.
“A veces es fácil al hablar que haya un sentimiento de ‘nosotros’ contra ‘ellos’. Y cuando eso sucede, muchas personas se olvidan de que la mayoría de ‘nosotros’ éramos ‘ellos’. Es muy importante recordar nuestra historia. A menos que sean uno de los primeros estadounidenses, los americanos nativos de estas tierras, llegaron a este lugar desde otra parte. Alguien los trajo.”