Por Julieta Lopresto y Laura Salomé Canteros
La Escuela Metropolitana de Artes Dramáticas (EMAD), dependiente de la Dirección de Enseñanza Artística de la ciudad de Buenos Aires se declaró en emergencia presupuestaria y edilicia. Ante el temor del cese de las actividades y en defensa de la educación y la cultura, estudiantes y docentes realizaron clases públicas.
El escenario fue la calle, la escenografía, el Teatro Colón. Ayer, doce horas de actividad y lucha callejera de estudiantes, docentes y no docentes pusieron (una vez más) en evidencia la necesidad de manifestarse para sostener la educación y contra el vaciamiento de la cultura.
La Escuela Metropolitana de Artes Dramáticas (EMAD) es una escuela artística y gratuita, dependiente de la Dirección de Enseñanza Artística (DGEArt), a cargo de Marcelo Birman, y de la Subsecretaría de Políticas Culturales y Nuevas Audiencias del Ministerio de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a cargo de Darío Lopérfido. Cuenta con cinco sedes distribuidas en diversas zonas de la ciudad y ofrece formaciones actorales, de puesta en escena, en escenografía, el profesorado de teatro y los cursos de dramaturgia y de formación del actor y la actriz para la actuación en espacios abiertos.
Las clases públicas y el reclamo fueron por la designación de horas docentes, el aumento del personal no docente calificado para tareas técnicas y de las horas cátedra para cubrir tareas docentes, la refacción edilicia de todas las sedes y la asignación de una partida presupuestaria acorde a las necesidades que exige el cumplimiento de la currícula para sus estudiantes. Y por todo esto, responsabilizan al Gobierno de la Ciudad.
Un recorte que se parece al vaciamiento
“Hace años que venimos sufriendo recortes presupuestarios”, dicen desde la EMAD a través de una gacetilla que difundieron días antes de las clases públicas, “peleando por más presupuesto y por la ejecución del mismo”. La comunidad educativa sostiene que “los gobiernos vienen abandonando estos espacios de formación” a pesar de tener “la responsabilidad de garantizar su funcionamiento”, “este gobierno que se galardona por su agenda cultural, gasta millones de pesos en financiar actividades culturales internacionales, y destina un presupuesto mísero a la Dirección General de Enseñanza Artística (DGEArt), del cual sólo el 4% es para gastos de funcionamiento”, afirmaron.
“Las medidas de recorte afectan a todas las personas que trabajan en la EMAD”, sostuvo Manón Lavayén, estudiante de la Escuela, “personal docente, no docente y directivos; la escuela se cae sin presupuesto”, relató. “El recorte que tuvimos este año es de un 30% sin contemplar la hiperinflación”, “el año pasado ya se había enviado una carta exigiendo la partida presupuestaria actualizada, eso no había tenido respuestas y este año nos llegó la información de que habíamos sido recortados”, amplió.
La emergencia de la EMAD la vienen sosteniendo desde hace dos meses. En defensa de la Escuela se logró una comunidad, y en poco tiempo, los diferentes claustros, directivo, docente, no docente y estudiantil, en articulación comenzaron a hablar de un “plan de lucha” y a llevarlo a la acción, “nos movilizamos a la DGEArt, de la cual dependemos, a mandar una carta a Marcelo Birman para mantener el protocolo y avisarle que vamos a ir a ver a (Darío) Lopérfido y fuimos al Ministerio de Cultura”. A partir de allí, contó Manón, “nos fortalecimos como comunidad educativa”.
“La EMAD contempla todo lo que es arte escénico, dramático, tenemos la carrera de puesta en escena, escenografía, formación actoral, profesorado de teatro y dos talleres, el de espacios abiertos –callejero- y dramaturgia”, afirmaron. El reclamo no alcanza solo a las carreras ya establecidas desde hace años sino también por la correcta cursada de la más recientemente creada, el profesorado de teatro, a la que se asignó el mismo espacio de cursada que las otras, lo que dificulta el desempeño de las prácticas profesionales de las otras carreras, “aprobaron la carrera pero no nos dan sedes ni aulas”, contaron.
Una constante, no dar respuestas
Ante la noticia de que las y los estudiantes de la EMAD se movilizaban en reclamo y defensa de la educación y la cultura, Marcelo Birman, a cargo de la Dirección de Enseñanza Artística, se acercó a la Escuela y afirmó que ésta había accedido al 400% de aumento en su presupuesto. Sin embargo, según afirmaron estudiantes, no es algo que hayan podido comprobar ya que no hubo actas ni documento que así lo demostraran.
Las y los estudiantes de la EMAD recorrieron el Teatro Colon con sus cantos y exigencias, y en eso encontraron a Darío Lopérfido, “exigimos una reunión con vos, te estamos llamando, necesitamos presupuesto para EMAD”, le dijeron, y respondió “ya le di la plata a Birman”.
“Estos son problemas que se vienen arrastrando desde hace años”, afirmó Manón, “continuaremos esperando una respuesta”.
Derechos si, humanos no. Los pibes y las pibas de la mano, pidiendo acceso a la educación. Quienes visitaban el Colón perfumándose, esperando la próxima función. El deseo: que perciban la injusticia. El objetivo: que los escuchen. Quizás vuelvan a elegir poder ver que hay más de un telón fuera del Colón. Quizás cuando se puedan volver a abrir todos los telones nos estemos perfumando para entrar.
La EMAD se movilizó, como hizo ayer y, como hará hasta que los responsables del vaciamiento garanticen los espacios, las horas, los salarios, los puestos y el reconocimiento que merecen. Continúa la emergencia, mientras tanto, nuestrxs defensores del arte para todxs seguirán organizándose para decidir cuál es la mejor alternativa para la lucha por la cultura junto a un pueblo que camina para adelante, pero ante un gobierno que, sin lugar a la especulación, camina para atrás.