Por Mauricio Polchi – @maurielbueno
Mauricio Macri se reunió con José Serra, representante del ilegítimo gobierno de Brasil y de esta forma Argentina se convirtió en el primer país del mundo en recibir a un funcionario de Michel Temer. Hubo protestas en Buenos Aires. “Si apoyas al golpista, sos un golpista”, afirmaron.
“Ante los sucesos registrados en Brasil, el gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional que se está desarrollando”, comunicó, rápida de reflejos, Susana Malcorra, Ministra de Relaciones Exteriores y Culto, por medio de su cuenta de twitter. Eso fue el 12 de mayo, pocas horas después de que se aprobara el ‘impeachment’ que sacó del cargo a Dilma Rousseff.
Mientras la saliente mandataria brasileña hablaba de “golpe” y otros líderes de la región como Evo Morales y Rafael Correa salían a respaldar esa acusación, la administración de Macri hacia todo lo contrario y se paraba en la vereda de enfrente. Desde Buenos Aires rápidamente partió el saludo protocolar para el improvisado presidente Michel Temer y con ese apoyo, tan innecesario como obvio, el supuesto garante de la paz regional agitaba la grieta entre los pueblos latinoamericanos.
“Recibí a mi par brasileño @joseserra_ en el Palacio San Martín”, informó la ingeniera electrónica, Susana Malcorra, en su condición de Canciller argentina. El mensaje lo mandó por las redes sociales a las 12:17 del lunes 23 de mayo, y a sólo 10 días de la forzada destitución de Rousseff. Después de darle entidad al actual e interino gobierno de Brasil, la funcionaria se fue a Casa Rosada. Allí, fue premiada por el presidente Mauricio Macri. Ante la prensa, y con un discurso que viró sobre el eje de la “vuelta al mundo”, Macri postuló a Malcorra como Secretaria General de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Como el trabajo de ambos ya estaba hecho, hubo devolución de gentilezas y elogios compartidos.
“Macri y Malcorra PRO golpistas”
En esa misma jornada, el Frente Argentino por la Democracia en Brasil realizó una concentración en la Plaza San Martín de Retiro, frente a la sede de Relaciones Exteriores, bajo la consigna “Macri y Malcorra PRO golpistas”. “Nosotros repudiamos la visita del canciller impostor, José Serra, y el reconocimiento que ha hecho el presidente Macri. Nosotros denunciamos el pacto que están haciendo ambas administraciones para legitimarse mutuamente”, dijo a Marcha, Karina Patricio, delegada del Partido de los Trabajadores (PT).
“El gobierno brasileño pretende que la comunidad internacional lo reconozca. Y las autoridades argentinas se prestan a ese juego porque quieren un aliado fuerte en la región para implementar una serie medidas en su país, que en materia económica son un retroceso, por lo que significa un fuerte ajuste”, amplió Karina Patricio.
“Organizamos un escrache porque el Ministro Serra es un golpista. Estuvimos en la sede diplomática cuando él llegó para hospedarse en la casa del embajador. Y durante todo el día fuimos siguiéndolo en sus actividades oficiales”, contó Isabela Gaia, del Colectivo Passarinho.
“Hay que denunciar su táctica de guerra, que se llama doctrina del shock, y que también ejecuta Macri. Su plan consiste en revertir, rápidamente, todo lo bueno que se hizo, para anular y desarticular a la militancia. En solo una semana, Temer ya acabó con varios Ministerios, Secretarias, Programas Sociales y Órganos Públicos. Eso lo hacen para desanimar a la población por todo lo que ocurre. Pero ahí está el desafío de la militancia, que debe responder con más potencia. Por eso mismo hacemos concentraciones y nos movilizamos. Para nosotros, si apoyas al golpista, sos un golpista”, sentenció Gaia.
Un viejo conocido en un cargo que no le pertenece
En un claro guiño al poder empresarial, y a una política exterior basada en el acercamiento a Estados Unidos en detrimento de la unidad del sur, Mauricio Macri se encargó personalmente del tema, despejó cualquier duda y reforzó las señales. El Jefe de Estado, con una recepción innecesaria, estrechó su mano con José Serra en el despacho presidencial de la calle Balcarce. De esa forma, Argentina se convirtió en el primer país en recibir a un funcionario de Temer. “Debemos comenzar una nueva etapa”, dijo el invitado extranjero.
Serra es un viejo conocido en los círculos del poder imperial. En 2010 perdió las elecciones presidenciales frente a Dilma Rousseff. Y no era la primera vez que entraba en esa contienda. En 2002 también fue candidato y cayó ante Lula Da Silva. El senador, devenido en funcionario de facto, no llegó al poder político por medio de las urnas. Sin embargo, el macrismo lo recibió y lo trató como tal. O sea, lo atienden como el funcionario que no es, ocupando un cargo que no le pertenece.