Por Lea Ross / Foto por Nayko Fotos
Para éste sábado 21 de mayo, 400 ciudades se movilizarán en rechazo a la multinacional. Es la cuarta vez que se realiza ésta jornada anual.
Por cuarto año consecutivo, distintos puntos del planeta realizarán movilizaciones en contra de la multinacional Monsanto. Al igual que años anteriores, se estiman que alrededor de 400 ciudades serán participes de esta actividad. En Argentina, se sumaran los pueblos de Córdoba, Rosario, La Plata, Posadas, Mar del Plata, Miramar, Esquel, Río Cuarto, Rufino, Tandil y Zapala. Se estiman que 40 países participaran del evento.
En la localidad cordobesa de Malvinas Argentinas, la multinacional tiene bloqueada una fábrica sin terminar por la acción directa emprendida por organizaciones sociales y vecinos de la zona. Se trata de la fábrica de procesamiento de semillas más grande de América Latina.
“Existe amplia evidencia que hemos puesto a disposición de funcionarios/as, periodismo y ciudadanía que demuestra que el modelo de semillas transgénicas pulverizadas con agrotóxicos genera impactos negativos en la salud y el ambiente: desertifica la tierra, los agentes tóxicos persisten en el suelo, la deriva del mismo se traslada kilómetros de distancia a través del viento”, señalan desde la Asamblea del Bloqueo a Monsanto en Malvinas Argentinas. “Además existe correlación directa entre las personas que son expuestas a este tipo de cultivos y enfermedades como leucemia, abortos, afectaciones en las vías respiratorias y piel, así como también abortos espontáneos y nacimientos con malformaciones”.
Según las agencias internacionales, las marchas contra Monsanto realizadas el 21 de mayo del año pasado, se han emprendido en los cinco continentes, en alrededor de 40 países y 420 ciudades.
¿Qué le ocurrió a la multinacional desde entonces?
Previo a las movilizaciones, el Consejo Nacional de Estupefacientes de Colombia había aprobado la suspensión de aplicaciones de glifosato contra los cultivos ilícitos. La orden fue pedida por el presidente Juan Manuel Santos y ratificada por el parlamento. Fue por efecto de la declaración de la Organización Mundial de la Salud al actualizar la categoría del herbicida como probable cancerígeno.
Una semana después del 21 de mayo, el estado de Vermont, Estados Unidos, se convirtió en el primer distrito estadounidense en votar a favor de una ley que obliga el etiquetado de alimentos transgénicos. Se pondrá en vigencia el 01 de julio de este año. Sin embargo, distintas organizaciones se congregan en el Congreso de Washington en repudio a todo intento de aprobar cualquier “ley sombra” –como dicen ellos- que frene la aplicación de dicha norma.
Mientras Monsanto veía sus frustrados intentos de comprar Syngenta, la empresa creadora del glifosato fue condenada por la justicia francesa por intoxicación. Así lo determinó el Tribunal de Gran Instancia de Lyon, a partir de una denuncia del agricultor Paul François, quien asevera padecer problemas neurológicos, fruto de la dispersión del pesticida Lasso, propiedad de la compañía.
A fines del año pasado, las agencias internacionales anunciaron que el Tribunal Internacional de La Haya llevará a cabo un juicio contra Monsanto por crímenes de lesa humanidad y ecocidio. El proceso se desarrollaría entre el 12 y el 16 de octubre de este año.
A su vez, la Corte Suprema de México ordenó la prohibición de cultivos de soja transgénica de Monsanto. La justificación fue que el Estado no tomó en cuenta el derecho a la consulta por parte de las comunidades indígenas.
Y en diciembre de 2015, la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó por mayoría de votos una Nueva Ley de Semillas, que según las organizaciones sociales prohíbe el patentamiento de la información genética.
¿Amenaza con irse?
Durante el último tramo del gobierno kirchnerista y el comienzo del gobierno macrista, Monsanto ha emprendido un sistema de cobro de regalías, sin permiso del Estado y en colaboración con las cerealeras, para todos aquellos productores que comercializan el INTACTA RR2 PRO, la nueva generación de soja aprobada en el año 2012.
A partir de la presión de distintas entidades agrarias, el ministro de agroindustria, Ricardo Buryaile rechazó la “clausura Monsanto” e intimó a las compañías a que frenen ésta iniciativa. No es para menos. Ya que la Federación Agraria había advertido que si se legitimara este procedimiento de cobro, el país viviría una crisis parecida al conflicto de 2008.
Mediante un comunicado reciente desde Estados Unidos, Monsanto aseveró al gobierno que si no se le permite cobrar por la propiedad intelectual del material genético de las semillas, amenazó con no presentar más sus tecnologías en Argentina, incluyendo su nueva generación de soja RR2 Xtend.
Malvinas Argentinas
La gigantesca fábrica que quiere instalar Monsanto en Malvinas Argentinas, provincia de Córdoba, es la procesadora de semillas más grande de América Latina. 60.000 toneladas de producción por año, bajo una capacidad de 3,5 millones de bolsas de semillas para la siembra con 240 silos. Fue anunciada a mediados de 2012.
Los vecinos de la zona comenzaron a organizarse para rechazar su instalación. A partir del 18 de septiembre de 2013, mediante acción directa, tomaron la decisión de realizar un bloqueo a las entradas del predio de las obras y que continúa hasta hoy.
En medio de distintas represiones que vivió el bloqueo, los distintos estamentos del poder cordobés decidieron declarar como inconstitucionales todos los permisos obtenidos por trabajar –fallo de la Cámara Laboral en enero de 2014-, y rechazar el estudio de impacto ambiental, por parte de la Secretaría de Ambiente, un mes después.
A nivel electoral, algunos de los asambleístas anti-Monsanto conformaron el partido Malvinas Despierta que se transformó en la segunda fuerza del pueblo, luego de arrebatar la mitad de votos que acumulaba el oficialismo. Hoy son la única fuerza opositora en ocupar espacios en el Concejo Deliberante.
La empresa anunció que presentará un segundo estudio de impacto ambiental, a pesar de distintas interpretaciones que se le dan a la Nueva Ley Provincial de Ambiente, aprobada en 2014, donde establece que no puede volver al proceso de evaluación luego de que se rechazara el estudio. Postura que incluso la tomó la actual intendenta de Malvinas.
Para éste sábado 21 de mayo, se realizará una caravana de la ciudad de Córdoba a Malvinas Argentinas, mientras que desde el puesto del bloqueo desarrollarán distintas actividades culturales. La movilización confluirá en la plaza San Martín de Malvinas con un festival musical.