Por Facundo Pérez. En los últimos días la ciudad de Necochea ha ocupado las primeras planas de medios gráficos, radiales y televisivos de todo el país. Esto no se debe a la temporada veraniega ni a los equipos de fútbol que la eligen para sus pretemporadas, sino a la suspensión en el cargo de su intendente, Horacio Tellechea.
El conflicto tiene sus orígenes en las últimas elecciones, donde el kirchnerismo se impuso en las urnas ante el Peronismo Federal (cuyo mayor referente local, aunque nunca candidato, es el sindicalista ‘Momo’ Venegas) y la UCR, hasta entonces al gobierno. La decisión de formar parte del proyecto nacional y popular le impuso a Tellechea un equipo de gobierno ajeno a la ciudad, con funcionarios traídos de distintas localidades que desconocían la realidad de los necochenses pero respondían directamente al Gobierno nacional y al vice gobernador de Buenos Aires, Gabriel Mariotto.
Por su parte, el Peronismo Federal junto con la UCR, quienes de conjunto ocupan dos tercios de las bancas en el Concejo Deliberante, han conformado una comisión investigadora para inspeccionar supuestas irregularidades por parte del intendente en sus funciones. Dichas irregularidades son las que hoy están dejando al descubierto la feroz disputa por el poder entre quienes responden a Venegas y quienes se enfilan bajo las líneas de proyecto ‘Nac and Pop’.
La utilización mediática de una supuesta inauguración de una pileta de lona en la localidad vecina de Ramón Santamarina, fue otro de los hechos que desencadenó la visibilización del intendente Tellechea en todos los rincones del país.
Arco en C
De las trece acusaciones que se le hacen al intendente sobresale la vinculada con la compra sobrevaluada de un aparato de última generación para el hospital municipal Emilio Ferreira. Este hecho provocó la destitución de Tellechea, en octubre de 2012, medida que fue posteriormente negada por la Suprema Corte de Justicia provincial, por entender que había irregularidades en lo investigado por la comisión.
Lo cierto es que el dinero, 2 millones de pesos, provenientes del Gobierno nacional vía Ministerio de Salud fue otorgado, pero en el medio el aparato que debía llegar desde la empresa Línea Médica SRL nunca llegó y se otorgó un producto de similares características pero no el licitado. Aparentemente, el cierre de ciertos productos importados fue el causante de la no entrega. El problema es que un intendente que responde al proyecto nacional debería haber estado al tanto de la situación y, por lo tanto, en condiciones de actuar en consecuencia.
Hasta el momento, el silencio y las acusaciones a la corporación Moyano-Magnetto-Venegas son la estrategia decidida por el oficialismo necochense. El lunes se pudo observar al intendente sentado en 6,7,8 sin responder sobre el episodio que pone en riesgo su continuidad en el cargo.
Mientras tanto, la oposición ha desatado una campaña mediática sin precedentes en la historia política de la ciudad que empieza a dividir aguas en la población y hacer cada vez más visibles los intereses particulares y partidarios de estos sectores por encima de los intereses de los ciudadanos que habitan la ciudad costera.