Una comisión especial creada por el gobierno sirio será la encargada de implementar el plan de paz anunciado hace dos semanas por el presidente Bashar Al Assad, con el objetivo de resolver la crisis interna en la nación árabe.
Mientras esto sucede, los ataques de grupos mercenarios se mantienen en varios puntos del país, aunque también se profundizan los operativos del Ejército para combatir a las agrupaciones financiadas desde el exterior.
El primer ministro sirio, Wael Al Halaki, anunció la aprobación de una resolución por la cual se crea la comisión encargada de llevar adelante la iniciativa, luego que durante la semana el gabinete de gobierno realizara reuniones para estudiar el programa oficial, que obtuvo el respaldo de las principales fuerzas políticas internas, como también de Rusia, China e Irán, países que han dejado en claro su negativa a cualquier tipo de injerencia en Siria.
El grupo encargado de aplicar el plan, que cuenta con tres fases y propone una nueva Constitución, elecciones y la pacificación de la nación, estará encabezada por el propio Al Halaki. La comisión tendrá como primer fin iniciar los contactos con los partidos políticos sirios, organismos civiles, y entidades religiosas y económicas. Si estos pasos se concretan, el próximo punto será el llamado a una conferencia nacional para negociar y discutir una salida pacífica a la crisis interna.
El respaldo al plan presentado por Al Assad también fue manifestado por el Consejo del Pueblo (Parlamento) sirio, que a través de un comunicado señaló la importancia de la iniciativa para lograr “las aspiraciones de los sirios” de contar con “un Estado más fuerte, democrático y pluralista que garantice los derechos de todos sus hijos”.
En el texto se estimó que “la responsabilidad nacional exige de todas las fuerzas nacionales y políticas sirias, y de la oposición interior y exterior, así como de los activistas políticos e intelectuales, de los hombres de la sociedad civil, pertenezcan o no a partidos o corrientes, que se enrolen positivamente en el diálogo nacional y participar en la formulación del futuro de Siria”.
A su vez, los miembros del Consejo del Pueblo llamaron a los países de Medio Oriente y a las demás naciones que respeten “los valores éticos y los principios de la Ley Internacional para prevenir el financiamiento y la provisión de armas, el albergue de terroristas, y el contrabando de mercenarios a través de sus fronteras a Siria, con el fin de lograr el éxito del plan sirio para la solución que garantiza, en primer lugar, la restauración de la seguridad, la estabilidad y el bienestar para los sirios, y en segundo lugar para los pueblos de la región”.
El plan anunciado por Al Assad tuvo el rechazo inmediato de la dirección de Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos, Israel y los grupos mercenarios que operan en Siria. Aunque el programa es similar al presentado casi un año atrás por la ONU, estos sectores lo descartaron automáticamente, con la excusa principal de que no contempla un “gobierno de transición” sin Al Assad.
Nuevos reportes de guerra
Este domingo se reportaron nuevos enfrentamientos entre el Ejército y los grupos opositores armados, dejando como saldo a varios mercenarios muertos.
Prensa Latina informó que las Fuerzas Armadas ultimaron a un número indeterminado de individuos armados en la norteña provincia de Alepo, en la zona de Lermon. En ese operativo, los soldados destruyeron un refugio de mercenarios, en el cual fue encontrado un camión artillado con armamento pesado y cargado de municiones.
También se conoció que agrupaciones irregulares atacaron a trabajadores de la Compañía de Electricidad de Alepo, mientras reparaban torres de alta tensión que provén del servicio eléctrico a las zonas de Ashrafiye, Jalidiye y Lermon, afectadas por siete sabotajes solo en diciembre último.
La agencia de noticias Sana difundió que en la nororiental provincia de Deir Ezzor, El Ejército sirio interceptó una caravana de automóviles armados en la zona de Abou Khashab. A esto se suma que tropas sirias frustraron el intento de los mercenarios de detonar dos coches bombas, cargados con potentes explosivos, en el puente Namer, en zonas rurales de la provincia de Deraá, en el sur del país.
El conflicto interno en Siria, según la ONU, ha dejado como saldo 60 mil muertos y un millón de desplazados.