A sólo pocos días de que los vecinos de Villa Río Bermejito tomaran la comisaría local por el esclarecimiento del asesinato de un nene de 12 años de la comunidad Qom, la policía chaqueña vuelve a ser el centro de las denuncias por violación a los derechos humanos. Esta vez fue en Resistencia, donde los hermanos César y Daniela Romero presentaron una denuncia por torturas y violación contra la Comisaría 4ta. Los policías fueron trasladados a otra partición mientras se lleva adelante la investigación de los hechos.
El 29 de diciembre pasado, César fue detenido frente a la puerta del almacén de su cuadra, en el barrio Cien Viviendas del plan Fonavi. Los oficiales Abel Gómez y De La Fuente lo subieron a la fuerza al patrullero y se lo llevaron a la comisaría. Su hermana, Daniela, militante del movimiento 20 de Diciembre acudió ni bien se enteró de la detención. “Cuando llego allí me dicen que estaba detenido por una contravención al código de faltas, y empecé una discusión con el oficial Gómez, a cargo de la comisaría”, explicó Daniela en una entrevista que le realizó ayer Radio Sur. “Él me decía que mi hermano no tenía ningún tipo de derecho, que él no me iba a informar de nada, y que mi hermano estaba drogado. Yo entonces pedí que por su estado fuese trasladado al hospital Perrando para que fuera desintoxicado”.
Allí es donde el oficial se comenzó a poner violento, y hasta llegó a gritar que “aquí no hay ningún derecho, aquí mando yo”. Ante la insistencia de Daniela el policía aceptó tomarle declaración en una oficinita muy cerca del calabozo, pero al escuchar la voz de su hermana, César comenzó a gritar pidiendo auxilio. “Allí el oficial me vio muy nerviosa y me dijo ‘tomátelas de acá’. Yo me negué y él me agarró un brazo y me metió adentro de la cocina. Me pateaban los tobillos, me arrastraron por toda la cocina, me pegaron una piña en el ojo. Todo el tiempo con insultos y tortura psicológica y sin ningún motivo. Yo pedía que para hacerme cualquier tipo de requisa trajera personal femenino. No sólo no lo hicieron y me golpearon sino que me dejaron totalmente desnuda. A mi hermano lo golpearon adelante mío. El oficial me decía ‘mirá lo que voy a hacer ahora’. Entró dentro del calabozo a golpearlo mientras mi hermano gritaba. Yo saqué un teléfono y llamé a una abogada, y cuando el oficial se dio cuenta volvió por el pasillo gritando ‘acá no existen los derechos humanos acá no existen los derechos de la mujer’ muy sacado”.
Daniela salió a las cuatro de la mañana esa misma noche. Cuando el 2 de enero quedó César en libertad, se enteraron en la fiscalía que le habían armado una causa de ‘atentado contra la autoridad’ dentro de la comisaría. Daniela se preguntó, en el aire Radio Sur: “¿Si él estaba detenido y esposado dentro de una celda cómo iba a poder atentar contra la autoridad?”
“Cuando mi hermano salió contó que lo habían ultrajado con un palo de escoba en la cocina de la comisaría después de liberarme a mi”, contó Daniela y aseguró que ese tipo de maltrato y tortura “es algo cotidiano acá en Chaco, es la policía peleando una puja con personas que se dedican a vender droga”. Según su visión, la situación se debe a un abandono por parte del estado de la juventud de los sectories más humildes, “que son los que pagan lo que hace la policía”. “Actúan en contra de los jóvenes a rienda suelta”, afirmó y contó que denuncias de este estilo se repiten a lo largo y ancho de la provincia.
Luego de la exigencia de que los policías implicados fueran suspendidos (el oficial Abel Gómez que estaba a cargo de la comisaría y fue quien golpeó a ambos hermanos, y el oficial De La Fuente), el Secretario de Seguridad de la Provincia de Chaco, Javier Oteo, declaró que iniciaron una acción sumaria para determinar su responsabilidad. “Inmediatamente iniciamos el trámite administrativo y se los sacó de la comisaría”, señaló el funcionario y agregó que fueron trasladados “otra área” de la fuerza policial. Los hermanos Romero también reclaman que se abra el libro de actas de la comisaría para saber quiénes eran los policías que estaban de guardia esa noche. “Estamos en democracia, no vamos a permitir que sucedan estos hecho”, afirmó Daniela. Por otro lado, demandó que el gobernador Jorge Capitanich y el ministro de seguridad Oteo se hagan cargo de la situación y que “los tres poderes actúen de conjunto para que esto no quede así y que estas personas no sean trasladadas al interior de la provincia a seguir reprimiendo o torturando a nuestros hermanos originarios o a cualquier persona”, cuestión que, al menos mientras dure la investigación del Órgano de Control Interno de la policía chaqueña, es lo que está sucediendo.