Por Ernesto Bansky. Familiares, compañeros y amigos de Jere, Mono y Patón realizaron una concentración en reclamo de justicia a un año del triple crimen. El estado de la causa hoy. La feroz disputa narco en Rosario y el riesgo para los jóvenes.
A días de cumplirse un año de la masacre de Rosario, en la que tres militantes del M26 del Frente Darío Santillán fueron asesinados en medio de una guerra narco, cerca de mil personas marcharon desde los Tribunales provinciales hasta la sede local de la gobernación. Los familiares y compañeros de los jóvenes renovaron el pedido de justicia y apuntaron a la complicidad del poder político y la policía con el narcotráfico.
“Hay que felicitarse por lo que pudo hacer la movilización popular. El 31 de enero del año pasado (día en el que fue procesado el principal sospechoso del triple asesinato, Sergio El quemado Rodríguez) la causa ya estaba cerrada. El juez Luis María Caterina había dicho: ajuste de cuentas, Estado ausente y las víctimas en el lugar y en el momento equivocados. Corralito ideológico, se cerraba la causa y quedaba todo impune”, afirmó el periodista Carlos Del Frade, integrante de la comisión independiente que investigó la matanza cuando dirigió la pablabra en la plaza San Martín, frente a la sede local de la gobernación durante el acto.
Actualmente todos los miembros de la banda que estuvieron esa noche en la canchita están detenidos a la espera del juicio. En una causa paralela están procesados tres policías acusados de brindar protección al Quemado.
Sergio El quemado Rodríguez está procesado como autor principal del triple crimen; Brian Sprío, Daniel Alejandro Delgado y Brian Romero como coautores; y Mauricio Palavecino como partícipe necesario. En tanto, en una causa colateral están procesados por presunto encubrimiento agravado el comisario Eduardo Carrillo, el sargento Norberto Centurión, y el agente Jesús Lisandro Martín.
No son los únicos: impunidad y corrupción.
La madrugada del 1º de enero de 2012, la banda del Quemado entró en la canchita de fútbol del club Oroño de Villa Moreno, en la zona sur de Rosario. Allí, los tres militantes y el primo de uno de ellos tomaban una cerveza mientras hacían tiempo para irse a una fiesta en lo de una amiga.
Los pibes intentaron escapar. El Quemado abrió fuego con su ametralladora y asesinó a Jeremías “Jere” Trasante, Claudio “Mono” Suárez y Adrián “Patom” Rodríguez. El cuarto joven logró escapar.
“Esta marcha es para pedir justicia, pero también para que no vuelvan a matar a ningún pibe más”, dijo Lita Gómez, madre del Mono, durante el acto frente a la sede de la Gobernación. Pitu Salinas, compañero de los chicos asesinados, recordó que Jere, Mono y Patom forman parte de la lista de 182 homicidios ocurridos en Rosario en 2012.
“Eso demuestra que el manto de complicidad sigue intacto, que el circo mediático que se arma para derribar kioscos de drogas sólo es para detener perejiles. Muy poco se escucha el apellido Cantero en los Tribunales”, dijo Salinas, apuntando al clan al que se le adjudica el control del narcotráfico en la zona sur de Rosario y una larga lista de homicidios en la última década.
Durante la marcha también se recordó a César Oviedo, otro militante del Frente Darío Santillán asesinado por un soldadito de un narco en junio pasado, y agradecieron a todas las organizaciones que desde la noche de la masacre acompañaron a los familiares y compañeros de los jóvenes asesinados y que permitieron que los responsables materiales estén detenidos.