Militantes del grupo neonazi "Amanecer Dorado"
El gobierno de Atenas anunció que cerrará las fronteras para evitar la llegada de nuevos inmigrantes. Mientras tanto, el grupo neonazi Amanecer Dorado continúa su avance proselitista.
Los inmigrantes son la causa de los problemas sociales. Se trata de una receta ya escuchada en todos los países ‘desarrollados’ del mundo, y que ha llevado en muchos casos a la toma de medidas que lindan con la xenofobia o directamente racistas.
En este caso, el que decidió ir por el camino más fácil parece ser el gobierno griego. En medio de una de las crisis económicas y sociales más graves de su historia, Atenas decidió cerrar sus fronteras a los inmigrantes, con el supuesto fin de reducir los ‘problemas sociales’ potenciados por la situación financiera. Así lo aseguró uno de los portavoces del Ministerio del Interior a la cadena internacional BBC.
Y en realidad la noticia no llama demasiado la atención. Hace meses se multiplican las denuncias de violencia institucional hacia los inmigrantes en toda Grecia. Amnistía Internacional, llegó a presentar un documento elaborado en torno al caso griego exclusivamente, “Greece: The end of the road for refugees, asylum-seekers and migrants”, donde se denuncian las graves faltas del Estado griego hacia los derechos de los migrantes. “En un entorno de continua presión migratoria, profunda crisis económica y creciente sentimiento xenófobo, Grecia está demostrando que ni siquiera es capaz de satisfacer las necesidades más básicas de seguridad y cobijo de los miles de migrantes y solicitantes de asilo que llegan cada año”, aseguró en declaraciones de prensa John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional sobre Europa y Asia Central.
Según datos oficiales, unos 130.000 inmigrantes son detenidos anualmente en el país helénico. La mayoría de ellos provienen de Oriente Medio y Asia, y encuentran en la frontera con Turquía un paso a través del cual llegar al primer país de la Unión Europea. “La situación actual en Grecia no es digna en absoluto del premio Nobel de la Paz concedido a la Unión Europea, y dista tanto de cumplir las normas internacionales de derechos humanos que las ridiculiza. Grecia necesita ayuda, pero también debe asumir sus propias responsabilidades”, declaró Dalhuisen, que alertó a los paises de la UE acerca de una posible crisis humanitaria en el país a causa de las políticas griegas.
“Las autoridades griegas incumplen las normas internacionales al seguir deteniendo sistemáticamente a solicitantes de asilo y migrantes en situación irregular, entre los que hay menores no acompañados; parece que utilizan la reclusión -cuyas condiciones son a menudo atroces- como medida disuasoria”.
Son lamentablemente conocidos los casos de abuso de poder y represión directa por parte del Estado griego hacia los migrantes. Ya a fines de noviembre, la Corte Suprema decidió congelar las concesiones de ciudadanía a los migrantes por tiempo indeterminado, dejando así e una situación de semi-ilegalidad a una gran cantidad de personas. Esto es para evitar tener que sostener los servicios sociales básicos para residentes nacidos en el extranjero. En medio de la crisis, ser racistas ahorra dinero. Pero también las fuerzas represivas fomentan este clima. Hace pocas semanas, el caso de dos hermanos paquistaníes arrestados en su peluquería tras haber denunciado un ataque racista -que destruyó por completo su negocio- se hizo conocido internacionalmente. Como el de los seis ciudadanos sirios que intentaban llegar a Grecia con una embarcación inflable desde Turquía, sobre el río Evros, y debieron volver nadando a la costa turca cuando el ejército griego les pinchó el barco para hundirlos.
Casos como estos ya están a la orden del día, pero también se registran ataques contra extranjeros por parte de organizaciones civiles. Es el caso de los militantes del partido neonazi Amanecer Dorado. Con representación parlamentaria tras el 14% de los votos conseguido en octubre pasado, los activistas de este grupo de extrema derecha ya han organizado rondas armadas de palos y cadenas para ‘barrer’ de inmigrantes las ciudades griegas al grito de “¡Sangre, Honor, Amanecer Dorado!”. Existen proyectos parlamentarios para ilegalizar a esta formación por sus prácticas xenófobas y violentas. El martes pasado, en la sede del partido explotó una bomba que voló parte del edificio sin causar heridos. Los medios griegos y los movimientos antifascistas atribuyen este hecho a una forma de respuesta a las decenas de golpizas y torturas que se le imputan a Amanecer Dorado.
En un país donde el 55% de los jóvenes está desocupado y la pobreza alcanza ya el 20% de la población, la salida xenófoba puede ser una fácil respuesta ante los pedidos de ajuste de los principales poderes económicos europeos.