En medio de conflictos y protestas, los egipcios fueron a las urnas y aprobaron, en una primera etapa de votación, un borrador de la nueva Constitución. El “sí” obtuvo 56% de los votos, según cifras oficiales.
La primera jornada del referéndum fue realizada el sábado 15 de diciembre, en la capital del país, en Alejandría y otras 10 provincias. La victoria del “sí” se dio por un margen más ajustado de lo que esperaba el Partido Libertad y Justicia (PLJ), vinculado a los Hermanos Musulmanes. El “no” obtuvo 43% de los votos.
La segunda etapa de los comicios será el sábado 22 de diciembre en otras 17 provincias. La aprobación es casi segura. Según informa el periodista de la Al Jazeera en El Cairo, Rory Challands, “será difícil que la campaña por el ‘no’, la oposición, invierta el resultado, eso porque El Cairo y Alejandría ya votaron en esa primer etapa y para la segunda quedan mayoritariamente las áreas rurales que tradicionalmente apoyan a los Hermanos Musulmanes”.
La participación de los egipcios fue, sin embargo, baja si es comparada con las elecciones que siguieron a la caída de Hosni Mubarack. Solamente el 32% fue a las urnas el sábado, mientras las parlamentarias y presidenciales tuvieron alrededor de un 50% de presencia.
Según analistas, la victoria justa preocupa al PLJ que esperaba alcanzar una cifra más generosa, algunos llegaron a prever un 70% para el “sí”.
Dada la inestable situación política de Egipto, al actual presidente Mohamed Morsi, no tenía como objetivo una simple victoria, sino un amplio consenso. Los Hermanos Musulmanes afirman que tal aprobación de la Constitución es fundamental para garantizar la continuidad de la transición a la democracia en Egipto.
La oposición, por su parte, critica la influencia de la sharía – el derecho islámico – en la nueva Carta. También critica el hecho de que el PJL no intentó negociar y crear un consenso con las otras fuerzas políticas del país en la elaboración la nueva Carta, sino que confió en su posición de principal fuerza política del país y en el Congreso para hacer aprobar el borrador.
Uno de los principales grupos opositores es la alianza denominada Frente de Salvación Nacional, que incluye a organizaciones seculares, con un espectro ideológico que va de los liberales a la centro izquierda, como la Corriente Popular Egipcia, Nuevo Partido Wafd (liberales), Frente Democrático, el Partido Social Demócrata y el Partido Democrático Nasserista, entre otros.
Uno de sus principales referentes es el Nobel de la Paz Mohamed El Baradei, que fue candidato en las elecciones presidenciales de 2011, pero se retiró de la disputa por considerar manipulado el proceso por la Junta Militar que gobernaba el país.
El Baradei pidió públicamente que Morsi cancelara las elecciones y después llamó al pueblo egipcio a optar por el “no”.
La votación se dio tras varios días de conflictividad en Egipto, generadas por un decreto presidencial en el cual Morsi se otorgó poderes excepcionales, con los cuales las decisiones que tome no podrán ser anuladas o suspendidas por el Poder Judicial. Cinco civiles fueron muertos el 6 de diciembre en enfrentamientos entre opositores y simpatizantes de Morsi, en la Plaza Tahrir.