Por Sebastián Andrade*
Desde Ademys y Sutebas opositores pararán y movilizarán en el noveno aniversario del docente asesinado por la policía neuquina en apoyo a las luchas por paritarias dignas en Mendoza, Santiago del Estero, Santa Cruz, Neuquén y Tierra del Fuego. Se manifestarán en la casa de Neuquén, Maipú 48, e irán a la Casa de Mendoza, en Callao 445, desde donde marcharán, ya con Ctera, al Ministerio de Educación.
Trabajadores y trabajadoras de la educación de todo el país pararán y se movilizarán por salarios igualitarios y contra las represiones y amedrentamiento y justicia completa por el crimen del maestro neuquino hace exactamente nueve años, mientras se dispersaba un corte de ruta en reclamo por salarios dignos en Neuquén.
Las consignas abarcan el repudio al “ítem aula” en Mendoza y cualquier otra medida similar, queremos aumentos igualitarios para todos y todas, por los miles de maestras y maestros que todavía no aceptaron propuestas salariales miserables en muchas provincias y se mantienen en lucha, en apoyo a los trabajadores y las trabajadoras de la educación de Santiago del Estero, que fueron reprimidos y amedrentados.
Además, resalta la voluntad de un plan de lucha nacional para alcanzar “condiciones de trabajo, de enseñanza y aprendizaje dignas para todos y todas en todo el país.
Ítem aula en Mendoza
Es uno más de los ítems que completan el salario de un trabajador de la educación. Equivaldría al 10 por ciento del salario básico con un tope de 1450 pesos por cargo (18 horas cátedra). Será remunerativo, pero no bonificable. Lo proponen para mejorar la calidad educativa.
Lo cobrarán quienes no excedan tres faltas justificadas por mes con un límite de diez en todo el año. No lo cobrarán quienes no puedan estar al frente del grado por alguna enfermedad irrecuperable y quienes se encuentran como auxiliares de dirección o bibliotecarios, por ejemplo.
Así, ni quien tenga enfermedades por cuerdas vocales, ni quien se esté realizando quimioterapia, ni quien no asista por tener a un hijo enfermo lo cobrarán. Tampoco una trabajadora de licencia por violencia de género.
Impunidad
El 25 de febrero, la jueza Carina Álvarez había sobreseído a los 15 imputados debido al vencimiento de los plazos fatales que determina el artículo 56 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, y consideró al crimen como un hecho aislado.
“Es una confirmación de la impunidad que rige en nuestra provincia en la connivencia tan directa que hay entre el Poder Judicial y el poder político que protege y cubre el accionar del exgobernador, Jorge Sobisch, de la responsabilidad penal ya no política que le cabe en la planificación, supervisión y control que tuvo durante todo el operativo que terminó con el asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba”, subrayó el vocal del Consejo de Educación de Neuquén, Marcelo Guagliardo.
“Hizo apología de la represión de la protesta”, dijo la compañera de Fuentealba, Sandra Rodríguez.
El policía Darío Poblete sí fue condenado en 2008 por “homicidio calificado, por haber sido cometido por un miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función, con la agravante de haber sido cometido con violencia mediante el empleo de un arma de fuego, agravado por alevosía, en concurso ideal”.
Memoria
Desde el día del homicidio, los trabajadores de la educación se ocuparon de señalizar la ruta, para mostrar dónde fue la última cátedra de Fuentealba, cambiaron de nombre de calles y pintaron paredes para rescatar su figura como docente transformador.
Uno de esos tantos homenajes es la escuela recuperada Carlos Fuentealba, en el barrio porteño de Parque Patricios, cuyo inmueble expropió la Legislatura el 3 de abril de 2014 y todavía no refaccionó para que pueda volver a albergar a cerca de doscientos niños que hoy no tienen vacantes en la escuela pública.
Por qué él
Fuentealba era un maestro en el aula, en las aulas más marginadas de la provincia de Neuquén, en el barrio Cuenca XV, barrio con calles de tierra o de barro donde los pibes son especialmente castigados por la policía. En la cpem 69, los estudiantes lo nombraron “Rey del Colegio”, por ser el mejor profesor.
Se comprometía en el proceso de aprendizaje, se hacía parte, y se preocupaba por desarrollar estructuras lógicas, comprensión de la realidad y concientización de que uno pertenece a una clase social determinada, en lucha social.
“Carlos era el profesor que siempre bancaba a sus alumnos, que siempre estaba con ellos. Les enseñaba física y química pero también les enseñaba la importancia de la educación, que tenían que recibirse y de esta forma concientizarse para reclamar y luchar por sus derechos, uniéndose a otros para conseguir que las condiciones sociales sean más justas”, contó el docente y cuñado de Fuentealba, Alberto Rodríguez.
Las señalizaciones en la ruta dejan claro que para sus compañeros, fuera del aula, también fue un maestro.
*Militante de la Corriente Popular Juana Azurduy
Nota relacionada: A nueve años del asesinato de Fuentealba no hay condenas a los responsables políticos