Por Roma Vaquero Diaz – @RomaVaqueroDiaz / Fotos: marian pessah
Los ciclos “Marzo, Mujer, Memoria” tienen eso que clodet garcía (así, en minúsculas, nada propio) llama “acción artivista, un ritual colectivo donde se mixturan arte y activismo”: La Marcha de las Escobas. Marcha dialogó con ella sobre esta iniciativa que funciona desde 2012 y con la cual salió a barrer el 24 de marzo.
El jueves 24 de marzo pasado, un aquelarre bajo el sol, las nietas de las brujas que nadie pudo quemar, salió a hacer suyas las calles para barrer el patriarcado, barrer el olvido y empoderarse contra todas las desigualdades. Porque la Marcha de las Escobas estuvo presente en la Marcha de la Memoria a cuarenta años del golpe militar en Argentina.
Marcha consultó a clodet garcía, quien conduce esta acción colectiva que se viene llevando a cabo en los ciclos “Marzo, Mujer y Memoria”, organizado por Mujeres de Artes Tomar junto al pulso de TUMMBanda.
-¿Qué es la Marcha de las escobas?
-Una acción artivista, un ritual colectivo donde se mixturan arte y activismo y que tiene un propósito claro: barrer injusticias, barrer patriarcado, barrer dolores y opresiones hacia las mujeres y hacia las femineidades. La escoba en la cultura patriarcal funciona como símbolo de opresión: pretende mantener a las mujeres barriendo, limpiando para otros, en el adentro. Nosotras nos reapropiamos de ellas para transformarlas y saliendo al mundo, ocupando las calles, convertirlas en instrumento de vuelo y de lucha. En muchas culturas se utiliza la acción de barrer como “acto mágico”. Desde la desobediencia, las escobas abren paso a las libertades, a la fuerza y a la alegría.
-¿Cuánto tiempo hace que venís realizando esta performance?
-La marcha de las escobas nace en el 2012 junto al ciclo “Marzo, Mujer y Memoria” que está transitando su quinta edición. La ponen en marcha Claudia Quiroga y Sandra Posadino, retomando una acción de mujeres anarquistas de 1907, que en la huelga de inquilinos toman la calle con el lema “barrer las injusticias”. Mujeres de Artes Tomar resignifica la consigna para ponerla al servicio de las luchas de las mujeres. Al año siguiente me convocan para dirigirla y desde el 2013 me sumo a la colectiva MAT generando juntas muchas acciones artivistas.
-¿Cómo se compone una acción artivista como la Marcha de las Escobas en la cual hay tanta convocatoria?
-Tenemos un equipo que trabaja a pleno y núcleos de aliadas que accionan con nosotras, como las tamboras feministas de TUMMbanda, las susurradoras que coordinan Diana Tarnofky y Claudia Stella, lxs clowns que coordina Leticia Torres. Y esencialmente, lo que yo llamo “una colectiva artivista en lo abierto” compuesta de muchas mujeres artistas y en su mayoría no artistas, que vienen cuando las convocamos. Se va armando un grupo de artivistas infaltables, indispensables y siempre hay mujeres y feminidades que llegan por primera vez. A partir de acá, siempre se coordina un taller-ensayo, porque lo que hacemos es una experiencia con propósito, que empodere los cuerpos, y ese empoderamiento es lo que llevamos luego a las calles.
-¿Qué resonancia encontrás en los espacios donde se realiza la marcha?
-Múltiples resonancias. Los cuerpos de las mujeres en estado celebrante nunca son indiferentes. Tenemos respuestas hermosas, de mucha emoción, de alegría, de fuerza. También nos pasa que “molestamos” a ciertas personas, sin duda. El ruido de tambores y cantos, el desenfado, ciertas consignas que visibilizan desigualdades y problemáticas de género, pueden molestar parece. En general venimos constatando como este cuerpo colectivo despierto contagia presencia.
-¿Por qué barrer el 24 de marzo?
-Hasta ahora la Marcha de las Escobas abría el ciclo en un día bien próximo al 8 de marzo. Este año, para los 40 años del golpe, queríamos estar y barrer. Estamos atravesando una situación política bien clara en sus propósitos, por eso creemos que hay que barrer el olvido para sostener la memoria. Barremos por las desaparecidas de la dictadura cívico militar y barremos por las desaparecidas de la dictadura patriarcal, porque para nosotras la opresión continúa. Barremos para recordar que las luchas de las mujeres son luchas por los derechos humanos, porque, aún es necesario aclararlo, los derechos humanos son derechos de humanas también.