Luego de hacerse finalmente cargo del servicio de subterráneos la semana pasada, el gobierno porteño evalúa posibilidades para conseguir los fondos necesarios para sostenerlo. Esta semana entrará a la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto de ley al respecto.
La semana pasada Mauricio Macri anunció que finalmente se hará cargo del servicio de subterráneos, diez meses después de haberlo aceptado y rechazado a pesar de firmar un acuerdo con el gobierno nacional. Ante este nuevo panorama desde la gestión del PRO comenzaron a evaluar de qué manera resolverán el principal problema que tienen hasta ahora: de dónde sacar el dinero para administrar el servicio.
El jefe de gobierno porteño se reunió este viernes con los presidentes de los bloques de la oposición en la legislatura para presentarles un proyecto de ley para garantizar el traspaso del subte. “Para tomar el subte el 1 de enero necesitamos primero la aprobación de la Legislatura. Enviaremos ese proyecto esta semana y esperamos que se apruebe”, resaltó el jefe de gabinete, Rodríguez Larreta.
Larreta, quién el sábado pasado dio una extensa entrevista radial informó que “esta semana se presentará una ley en la Legislatura. Será una ley compleja, que prevé un cambio en el sistema de regulación del subte y un mayor control en la concesión”.
Asimismo, refiriéndose a un posible aumento en la tarifa, detalló: “Es obvio que para mejorar el subte necesitamos invertir y eso requiere recursos. Lo primero que haremos es reclamar judicialmente al Gobierno nacional que el traspaso sea, como dice la Constitución, con los fondos”. Esta declaración parece reavivar el viejo debate que se dio en el mes de enero y que tuvo como resultado un aumento del 127% de la tarifa que aun hoy se mantiene vigente.
Si bien no se sabe mucho del proyecto de ley, según publicó este domingo el diario Perfil, en el texto que mandará, Macri propondría quitar fondos de obras públicas para poder subsidiar el costo del boleto.
En este sentido el legislador de Proyecto Sur, Rafael Gentili, comentaba la semana pasada en diálogo con Marcha que a partir de ahora habrá que concentrarse en buscar las condiciones necesarias para que “la ciudad tome la operación del servicio, no solamente el control de la concesionaria, si no para mejorar todo lo que haga falta. Inaugurar las estaciones que faltan y darse un plan de inversión a mediano plazo que lleve adelante las otras líneas que están proyectadas para el subterráneo desde hace más de 10 años”.
Cabe recordar que el gobierno de la Ciudad maneja Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), cuyo presidente es Juan Pablo Piccardo del PRO. Esta es la empresa estatal dueña de los subtes y la encargada de proyectar y realizar las obras y de lo que se está haciendo cargo ahora el gobierno porteño es, en realidad, de la administración del servicio y la relación con la concesionaria Metrovías. Por estos motivos es poco probable que haya una modificación sustancial en lo realizado hasta ahora en cuanto a obras de infraestructura.
La nueva administración deberá además resolver otro problema en el corto plazo: la paritaria de los trabajadores del subte que viene demorada desde que el gobierno nacional y el de la ciudad se desligaron de la responsabilidad sobre el servicio. Esta situación ha tenido su punto más álgido con el paro del subte más largo de la historia que duró más de una semana.
Con este panorama comenzará Mauricio Macri su gestión del servicio de transporte subterráneo. Son más las preguntas que las respuestas y los antecedentes no parecen iluminar un futuro prometedor.