Mauricio Macri anunció finalmente, este martes, que el gobierno de la Ciudad se hará cargo de la administración del servicio de subterráneo. A casi un año, el conflicto parece empezar a encaminarse.
Un martes 13, diez meses y diez días después de haber firmado el acta de traspaso del subte, con cientos de idas y vueltas entre la Nación y la Ciudad, records de paros de los trabajadores del subte, una paritaria que aún no cerró, aumento de tarifa, ley de traspaso en el Congreso, quita de vagones por parte de Metrovías, y otros tantos hechos que sucedieron bajo el suelo de Buenos Aires parece que llegó uno de los capítulos finales de esta novela.
En la tarde de ayer, el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, anunció en una conferencia de prensa que el subte pasaría a ser administrado por la ciudad. De esta manera el referente máximo del PRO señaló que “hemos llegado a la conclusión de que si no nos hacemos cargo de la operación del subte en estas condiciones, lo que va a venir en adelante será mucho peor”. Además, Macri indicó que en las próximas semanas estará ingresando un proyecto a la Legislatura en donde se darán los detalles del traspaso y que la Ciudad no dejará de reclamarle al gobierno nacional los más de 10.000 millones de pesos que restan invertir en el servicio.
Después de la conferencia de prensa llegaron los reclamos de todo el arco opositor al PRO en tanto entendieron que si bien el haber aceptado el traspaso es un hecho “positivo”, haberlo realizado diez meses tarde tuvo grandes consecuencias. Los Metrodelegados, vieron como un avance el anuncio, aunque aclararon que no aceptarán mantener la situación actual en la que se encuentra su negociación salarial. Además, el delegado Néstor Segovia afirmó: “Esperemos que controle más a Metrovías y que nos diga qué estamos haciendo mal nosotros”, y agregó “queremos cerrar la paritaria lo antes posible”.
Para entender cómo estará la situación desde acá hasta que finalmente sea presentado el proyecto de traspaso del subte, Marcha dialogó con el legislador porteño de Proyecto Sur, Rafael Gentili. “Nos hizo perder un año para que la Ciudad se hiciera cargo del subte, perdimos un año para poder empezar a trabajar y mejorar el servicio”, fue lo primero que señaló el legislador.
A pesar de la “buena nueva”, a partir de la aceptación del servicio por parte de Macri surgieron algunos interrogantes sobre cómo se implementará ahora que está en manos de la administración porteña. Una hipótesis no descartable es que aumente nuevamente la tarifa, que actualmente está en $2,5 y pase a estar $5, algo que ya había adelantado Macri hace unos meses, al referirse al valor real del boleto. A cuenta de esto, Gentili explicó que “esperemos que no, si no es mejor que lo devuelva. Nosotros pensamos que no puede haber aumento de tarifa en el subterráneo. Hemos hecho números que demuestran que la ciudad puede dar un subsidio para sostener el subterráneo en el 2013 con poco esfuerzo fiscal y sin subir la tarifa”. En el caso de que la Ciudad deba tomar deuda para mantener el servicio, el legislador remarcó que “el endeudamiento, si es para hacer inversión, obras de extensión es razonable, en cambio, si es para financiar la cotidianeidad de ninguna manera vamos a apoyarlo, es una locura”.
A partir de ahora habrá que concentrarse en buscar las condiciones necesarias para que “la ciudad tome la operación del servicio, no solamente el control de la concesionaria, sino para mejorarlo todo lo que haga falta. Inaugurar las estaciones que faltan y darse un plan de inversión a mediano plazo que lleve adelante las otras líneas que están proyectadas para el subterráneo desde hace más de 10 años”, explicó Gentili.
La llegada del subte a la órbita administrativa de la ciudad se realizó tan solo una semana después de que fueran acusados el gobierno nacional y el PRO de haber pactado un “paquete” de leyes en donde ambas administraciones, supuestamente, se beneficiaban con la aprobación de distintos proyectos. Ahora que finalmente Macri aceptó el subte, se reavivarán estas teorías. El problema en todo caso, será lo que suceda cuando el mes próximo la Nación deje de depositar los $30 millones mensuales que estaba dejando como parte del acuerdo por el traspaso. Cabe recordar que lo primero que hizo el líder del PRO fue aumentar un 127% la tarifa del subte, al segundo día que tuvo en sus manos el servicio (antes de arrepentirse y “devolverlo”).
El papel que vaya a cumplir Metrovías en esta nueva etapa también es otra de las incógnitas, ya que durante todo el año se habló de las fallas de la concesionaria para gestionar el servicio. El gobierno porteño, desde un principio ya había dicho que ellos no eran responsables por la concesionaria ya que le contrato de concesión había sido firmado por la administración nacional. Tal vez, alguno de los puntos que incluyan la transferencia tenga que ver con el papel de esta empresa, que al día de hoy dice no poder brindar un servicio “acorde” por no tener los fondos suficientes.
Con la conferencia de prensa de ayer por la tarde, algunos piensan que finalmente el gobierno de la ciudad se está metiendo “bajo tierra” y poniendo las manos en el subte. Sin embargo, hay que recordar que Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), cuyo presidente es Juan Pablo Piccardo del PRO, es la empresa estatal dueña de los subtes y es la encargada de proyectar y realizar las obras. Por lo tanto, cabe preguntarse si con el cambio de mando en la administración en el servicio se podrá ver, como dijo el legislador Gentili, cambios en la infraestructura, nuevos vagones, la inauguración de nuevas estaciones y la construcción de las nuevas líneas para brindar un verdadero servicio que hasta el día de hoy deja mucho que desear.