Por Mario Hernandez
Frente a una situación económica, política y social que se agrava, entrevistamos a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI), para repasar los primeros pasos del gobierno y sus posibles proyecciones.
– Se ha desatado una batalla frontal en contra de los trabajadores, no solamente en el ámbito del Estado, sino también en el ámbito privado ¿Cuál es tu visión al respecto?
– Coincido plenamente. En este primer mes Macri ha confirmado que encabeza un típico gobierno de derecha que funciona con ajuste y represión. Se terminó la campaña, los globitos, los llamados a la concordia y cada día nos despertamos con alguna nueva pesadilla.
Creo que lo más grave son los despidos, ya suman unos 15.000 empleados públicos, a nivel nacional, provincial y municipal. Ahora es evidente que la devaluación y la inflación de las primeras semanas fue tan solo el preparativo de los despidos.
Estamos escuchando nuevamente los argumentos de los años ´90, la absurda idea de que el trabajador estatal es un vago, un parásito, hablan de terminar con los ñoquis pero no hacen una auditoria para saber quién trabaja y quién es acomodado que es la única forma de saberlo.
Además, en materia de ñoquis ellos saben mucho porque llenaron la administración de la Ciudad de Buenos Aires con gente del PRO. Pero lo más peligroso es este mensaje hacia el sector privado, porque lo que está diciendo es que hay luz verde para los despidos en ese sector y por eso Prat Gay dice que cuiden el empleo en las negociaciones paritarias.
Hay una campaña oficial para facilitar despidos porque el gobierno sabe que estratégicamente solo con un desempleo mayor puede lograr una fuerte recomposición de las ganancias y asegurar salarios bajos. Por eso ahora se ve que la finalidad de este gobierno, que muchos denominan de “ceócratas”, incluye especialmente a expertos en despedir, incrementar ritmos de trabajo y perseguir activistas.
No olvidemos que el Día de la Industria Macri les prometió a los capitalistas una política estatal bien antiobrera. Por eso no solo puso gerentes de recursos humanos en todas las oficinas gubernamentales sino que nombró a un ministro de apellido Triaca que es todo un símbolo de lo que se viene.
El Ministerio de Trabajo ya no interviene de oficio, como lo hacía antes, hay un despido y no se sabe dónde está el Ministerio. En Argentina cuando hay ofensiva contra los trabajadores el siguiente paso es la represión, siempre van juntos. Por eso ahora podemos ver con claridad que ese debut que tuvo Bullrich con la golpiza en Cresta Roja fue solo el comienzo de la represión, de los gases y palos en La Plata.
Hay todo un escenario de represión que explica porqué Macri gobierna por decreto. Ahí está la respuesta a lo que causó tanta sorpresa al principio, un hombre que hablaba de la concertación republicana, del diálogo, del consenso, no para de sacar un decreto tras otro, porque despidos y represión necesitan un gobierno autoritario que en sus primeros 100 días muestre poder y, sobre todo, necesita tribunales afines para bloquear cualquier tipo de amparo contra los ajustes que se vienen, porque recién estamos en el principio, todavía faltan los tarifazos que van a ser muy duros, dentro de uno o dos meses.
Entonces, Macri no convoca a sesiones extraordinarias en el Congreso, lo tiene congelado y está gobernando a través de decretos de una manera vergonzosa, lo que este hombre ha hecho con el AFSCA y con la Ley de Medios en dos o tres semanas es para indignar a cualquiera, ya no es solamente hipocresía, consenso, etc., sino Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para devolverle los favores a Clarín. Por eso intervino de esa forma el AFSCA, por eso despidió en forma tan virulenta a sus autoridades.
El tema de los medios es prioridad y no es casualidad, creo que Macri empieza por ahí porque sabe que todo el plan derechista que tiene en la cabeza necesita una fuerte impunidad y cobertura de los medios de comunicación, necesita invisibilizar las protestas que se vienen y por eso lo primero que hace es sepultar la Ley de Medios y negociar con los grandes grupos privados impunidad y buena onda mediática con el gobierno.
Es aterrador lo que ha ocurrido en cuatro semanas, están limpiando con una velocidad increíble programas críticos y de oposición en la pantalla de la televisión. Estamos volviendo a la televisión estúpida dominada por grupos privados que su programación está en función de la lealtad que tienen a un gobierno, por eso ahora se ve ese cinismo increíble que tuvieron durante la campaña electoral cuando hablaban de la pluralidad de voces, están construyendo un relato oficialista mucho más burdo que el que había antes, con una manipulación de la información mucho más virulenta y, sobre todo, empezar a crear ese clima de tontería de contenidos. Lo que pasó con el despido de Víctor Hugo Morales es un ejemplo de esto.
“Es un gobierno de la clase dominante en forma explícita, burda y descarada”
– ¿Quiénes son los beneficiarios de esta política?
– Claramente este es un gobierno de la clase capitalista en forma descarada, porque ahora los que remarcan los precios son ministros, los gerentes que estaban en el sector privado ahora controlan la administración pública. Es el manejo del país por sus propios dueños que se corrobora día a día. Es evidente que hay un plan económico que empezó con una devaluación, con una escalada brutal de precios y que apunta a favorecer a todos los grupos de poder, al agronegocio que es el gran beneficiado con la devaluación y que empieza a recuperar preeminencia, una especie de venganza por la resolución 125. La renta del Estado que se apropiaba parcialmente el gobierno anterior ahora vuelve íntegramente al campo, pero también estamos en pleno negocio de los bancos, la intermediación en los créditos que les dan enormes beneficios y también la burguesía industrial exportadora que tuvo reducción de retenciones, eliminación de regulaciones y ahora faltan los contratistas de los servicios públicos que se van a ver beneficiados con el retiro de los subsidios y el aumento de las tarifas.
Te digo una cosa, es un gobierno de la clase dominante en forma explícita, burda y descarada; pero también es un gobierno que tiene la particularidad de la típica ineficiencia de cualquier gobierno corriente de la Argentina.
Estaba pensando en lo que estuvimos viendo todos en estas últimas semanas y que no tiene que ver con la economía, sino con la fuga de los presos del penal de Alvear; es el debut de Macri y parece un chiste. Siguieron pistas falsas, los presos estuvieron dando vueltas por todos lados, después anuncian que capturaron a tres y tienen a uno solo y al que agarraron lo hicieron porque despistó en un bache. Al final había centenares de efectivos buscando a tres tipos desahuciados, sedientos y descalzos que los terminaron encontrando los propios vecinos.
Es completamente evidente el descontrol que tiene el gobierno sobre los servicios de seguridad, la policía, la gendarmería y los servicios de inteligencia. Era como para hacer un show de burlas por el papelón que estaban haciendo Bullrich, Vidal y Macri, para reírse sin parar, sin embargo, en los medios hubo una sobriedad que acompaña al gobierno.
Hay un dato que me parece interesante, que ha demostrado esta fuga, y es que Macri continúa lo peor de lo anterior, porque recordemos que ellos acusan que lo ocurrido es por “la herencia”, pero mantienen el mismo aparato de seguridad, con la misma gente de Casal y de Granados, declaran la emergencia de seguridad para emitir partidas y hacer negocios con los mafiosos. En estos días hemos visto cómo operan las organizaciones criminales dentro del Estado, nos hemos enterado que a la cabeza del Servicio Penitenciario hay gente que compra y vende la fuga de presos, que hay 2.500 presos que se fugaron y nadie busca. Lo más ilustrativo es que también hemos visto ese entretejido de barras bravas, narcos, funcionarios, que esta gente quiere presentar solo como un problema de Aníbal Fernández y en realidad es un problema de Ritondo, de Macri, de todo el grupo de poder, del PRO, del justicialismo, de los radicales que forman parte de ese entretejido de mafias y gobiernos.
¡Ojo! porque Macri dijo que su prioridad era luchar contra el narcotráfico y hay que temer las consecuencias de eso porque no es que prepara una depuración de corruptos dentro del Estado o que va a auscultar lo que pasa en los bancos o mirar de dónde viene el dinero con los que se construyen edificios en Puerto Madero, ¡no!, él está coqueteando con la militarización que propuso Sergio Massa. Fijate en México a qué conduce la militarización de la denominada guerra contra el narcotráfico, a decenas de miles de asesinatos. Entonces, hay que tener mucho cuidado, porque hay una parte para reírse y otra para temer.
– En uno de tus últimos artículos, “Alternativas frente a la derecha inteligente”, señalás que este es un gobierno que tiene poco sustento para implementar el ajuste, me gustaría que explicaras esa afirmación.
– Hay una contradicción. Este gobierno llegó muy justo, ganó por 2,5 puntos, y lo hizo con una serie de promesas, de mejorar lo que estaba antes, de diálogo, del consenso, de que nada iba a ser doloroso, en un contexto en el que la población argentina de ninguna manera está dominada por un clima derechista, ganó la derecha en un país donde todavía domina el clima centroizquierdista o progresista anterior. Entonces, Macri construyó a las apuradas una alianza política y estamos viendo sus primeros pasos, los primeros cien días, en marzo va a tener que empezar a gobernar con otras alianzas políticas y si Macri no las construye y logra armar un tejido más sólido, va a tener serios problemas. Macri no es el peronismo.
Por esa razón es que se apura tanto en estrechar vínculos con Massa y por eso lo va a subir al avión y se lo va a llevar a Davos, por eso está acelerando tanto las negociaciones para romper al Partido Justicialista y para absorber parte del FPV y construir una especie de modelo mexicano de coalición parlamentaria que sostenga al gobierno.
De alguna manera, la forma en la cual el gobernó en la Legislatura de Buenos Aires, mediante acuerdos con otros sectores, inclusive con el kirchnerismo. Es lo que está sucediendo ahora cuando están por votar el presupuesto bonaerense, porque necesita una solidez de alianzas mucho mayores que la del propio PRO para sostener el plan de ajuste una vez que empiecen las resistencias populares.
Este es el problema, Macri se dispone a lanzar una ofensiva constante y permanente sobre un pueblo que se caracteriza por fuertes resistencias y Macri lo sabe, por lo tanto, si no construye un fuerte poder político, va a ser muy difícil doblegar una resistencia popular. Aquí es donde me parece que tenemos que ver por lo menos con interés, los indicios de resistencia que aparecieron en las primeras semanas de enero. Tuvimos una importante marcha contra el ajuste y la represión convocada por la izquierda, después hubo un paro de estatales con una movilización masiva exigiendo un bono de fin de año, otra movilización de repudio a la represión ocurrida en La Plata, los primeros cacerolazos en repudio de los cortes de luz, muchas plazas espontáneas vía redes sociales en rechazo a la anulación de la Ley de Medios; hay que ver con atención lo que ocurre porque quizás este año la resistencia popular se anticipa a la negociación de las paritarias docentes.
El escenario está abierto y vamos a ver cómo se desenvuelve esta batalla social que es la que define qué es lo que va a ocurrir con la ofensiva de Macri y sus intenciones reaccionarias.